El endeudamiento de la economía española creció en 71.500 millones en 2014
Alejandro Bolaños
Las predicciones de analistas privados y organismos oficiales apuntalan, semana a semana, el vaticinio de que la recuperación de la economía española se fortalece, de que el PIB crece a tasas robustas y el mercado laboral suma nuevos puestos de trabajo. Pero estos primeros indicios de mejora son apenas arañazos en algunos grandes desequilibrios acumulados —la tasa de paro anda todavía muy por encima del 20%—. Y en otros, como el endeudamiento de la economía española con el resto del mundo, los tímidos pasos dados en los últimos años se desandaron en 2014.
El incremento en las Administraciones Públicas explica casi todo el aumento
La última revisión de las cuentas de balanza de pagos española, publicada por el Banco de España, revela que la deuda externa española —préstamos, títulos de deuda o depósitos de inversores internacionales con bancos, empresas, familias y sector público españoles—, creció el año pasado en aproximadamente unos 71.500 millones de euros, hasta situarse otra vez cerca de los 1,7 billones.
El aumento de la deuda externa se debe casi en exclusiva al endeudamiento de las Administraciones Públicas. La deuda con inversores internacionales del sector público español aumentó en 2014 en más de 70.000 millones.
Aquí se combinan dos factores que todo apunta a que seguirán ahí este año. Por un lado, la deuda de las Administraciones Públicas españolas volvió a crecer en el ejercicio pasado (en 67.800 millones), para financiar los todavía importantes déficit (un 5,7% del PIB, según la primera estimación del Gobierno, aunque el desfase de la Seguridad Social se cubrió con la hucha de las pensiones) y operaciones de apoyo a la liquidez de comunidades autónomas y entidades locales.
La diferencia entre el valor de los pasivos y los activos cierra cerca del billón de euros
Además, el apetito de los inversores extranjeros por los títulos de deuda pública españoles no para de crecer (el 50% de la deuda del Tesoro en circulación está en manos de no residentes, cuando en 2012 esa proporción no llegaba al 37%), ante la casi certeza de que seguirán revalorizándose en los próximos meses por la intervención del Banco Central Europeo, que quiere comprar unos 100.000 millones en bonos públicos españoles en 19 meses.
El aumento se concentra casi en exclusiva, pues, en el sector público. En el último año, los bancos reducen en algo más de 5.000 millones su posición deudora con el exterior, aunque esto ocurre sobre todo en los préstamos concedidos por el Banco Central Europeo a través del Banco de España, mientras aumentan las operaciones con bancos privados internacionales.
Por otro lado, familias y, sobre todo, empresas, que son las que recurren casi en exclusiva dentro del sector privado a la financiación exterior aumentan su deuda externa (en otros 5.000 millones) en 2014, una señal de que los mercados internacionales vuelven a abrirse para las compañías españolas, que frenan el proceso de desapalancamiento de los últimos años con la recuperación. La inversión directa también subió, en 1.300 millones.
Por último, cuando se comparan los pasivos con los activos que tiene la economía española en el exterior, la posición de inversión internacional arroja un déficit de casi un billón de euros.
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