En peligro la Alianza Renault-Nissan
Carlos Ghosn convocó ayer, con carácter de urgencia, el Consejo de Administración de Renault para analizar el aumento de la participación en la empresa hasta el 19,7% del Estado francés, tras adquirir un 4,7% en Bolsa. El Consejo instó al presidente a mantener el equilibrio accionarial que ha perdurado en la Alianza Renault-Nissan desde su instauración en 1999. Y pidió que se restablezca en la Junta General de Accionistas del 30 de abril.
El aumento de la participación gubernamental se basa en la Ley Florange, por la que el Ejecutivo francés premiaría a los accionistas duplicando sus derechos de voto a partir del segundo año de permanencia en el capital. En el caso de Renault, esto podría poner en peligro la Alianza Renault-Nissan, que ha permitido a la compañía francesa superar los años de la crisis sin pérdidas, gracias a los dividendos aportados por Nissan.
Renault tiene el 43,3% de Nissan por el que controla la japonesa. Tras la frustrada fusión con Volvo, los directivos franceses han sido prudentes, tratando a sus homólogos nipones como si fueran de una empresa independiente. Con esta visión de la alianza, en cuanto Carlos Ghosn -enviado por Renault para gestionar Nissan en los primeros momentos- sacó a esta última de los números rojos, se la ofreció adquirir un 15% de Renault, para igualar las participaciones.
El problema es que no se le concedieron derechos de voto a Nissan porque cuando entró en el capital hace 15 años se consideró que estaba controlada por Renault. Por eso, se temía que, si el Estado francés dispusiera del 40% de los votos, Nissan pudiera sentirse maltratada.
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