Buscar este blog

martes, 28 de abril de 2015

LA VIÑETA DE LA SEMANA

ARTHUR LAFFER. «Es injusto quitarle renta al que produce y trabaja para dárselo al que no hace nada»

Artur Laffer.jpg

PABLO RODRÍGUEZ SUANZES
30/06/2012

En 1974, durante la Administración Ford, el economista Arthur Laffer, amigo de Dick Cheney y Donald Rumsfeld y futuro asesor de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, pasó a la posteridad por esbozar en una servilleta lo que pasaría a conocerse como la Curva de Laffer, la gráfica (una U invertida) que explica la relación entre los ingresos fiscales y los impuestos, demostrando que a partir de cierto punto, subir los tributos no sólo no genera más para las arcas públicas, sino lo contrario.
Invitado a Madrid por la Fundación Faes, Laffer aboga por un Estado mínimo. Que cubra los servicios y bienes que el sector privado no puede aportar (Defensa, cuidado de los que no pueden valerse por sí mismos) y nada más. Denuncia el gasto, arremete contra los programas de estímulo, contra Obama y contra todo el que se resista a aceptar que sólo hay una vía para la recuperación: gastar menos y bajar los impuestos. Ya. Mucho.
Pregunta.- ¿Qué le pasa al mundo?
Pregunta.- Estamos viendo un choque extremo entre dos visiones de la Economía. Una, la keynesiana, que cree que todo se debe a la falta de demanda y que el Gobierno debe dar un paso al frente y crearla, generando estímulos y teniendo déficit. Y otra que aboga por lo contrario: ahorrar, bajar impuestos y no gastar más de lo que se tiene. En los últimos años, sólo en EEUU, se han usado entre 3 y 3,75 billones de dólares de los ciudadanos para estimular la economía. El balance de la Reserva Federal ha pasado de 850.000 millones de dólares a 2,8 billones. Con ese coste y tanta retórica uno esperaría un gran boom en la economía, ¿no? Pues para nada ha sido así.
P.- En Europa se pone a EEUU precisamente como ejemplo a seguir.
R.- ¿Bromea, verdad? ¡Para nada! Es todo lo contrario. Esa vía no funciona y no lo hará nunca porque no tiene sentido. Déjeme enseñarle unas cifras [lo hace]. Si comparamos la recuperación durante los años de Obama con la de Reagan, en términos de empleo, las dos curvas van en direcciones opuestas. Es más, la de Obama es la peor recuperación de la historia de EEUU. La cantidad de semanas que una persona permanece en paro ahora es el doble que en cualquier otro momento del pasado. Y lo mismo vale para casas, para ventas.
P.- ¿Y no habría sido peor sin ello?
R.- En absoluto, es eso lo que ha causado los problemas. El Gobierno no crea recursos, los redistribuye, y para dárselos a alguien se los tiene que quitar a otros. Lo que hace, en realidad, es desestimular. Y los efectos sustitutivos son mortíferos. A la persona a la que le das el dinero encuentra un filón para obtener recursos sin esforzarse. ¿Para qué hacerlo? Y en cambio, a la persona a la que le quitas su renta se desincentiva porque obtiene menos de lo que debería y de lo que merece por su esfuerzo. Y el resultado es terrible. ¿Qué esperan los políticos si le dan recursos a los que no producen y se los quitan a los que sí? ¿De verdad no se dan cuenta de lo que va a pasar?
P.- Europa, por iniciativa francesa, apuesta ahora por un gran pacto de crecimiento.
R.- Es increíble. Basta recordar las cosas que proponía Jospin o lo que dice Hollande de la jubilación. El gasto para estímulos es lo que ha creado la Gran Recesión. Es la razón de que Europa esté en un estado catastrófico. Milton Friedman ya lo advirtió hace décadas: el gasto del Gobierno es siempre un impuesto. Y toda Europa sufre de aumentos inaceptables de ellos. Los estados no saben crear prosperidad, aunque lo digan.
P.- ¿Por qué tenemos una Gran Recesión y no otra Gran Depresión? ¿O la tenemos?
R.- La única diferencia entre lo ocurrido en la Gran Depresión y ahora no es el gasto. La diferencia es que si bien Obama apostó por los estímulos, no subió los impuestos. Al revés. Prolongó dos años las rebajas de Bush. De los años 30, se habla mucho de política monetaria, pero lo que pasó es que subimos el tipo marginal máximo del IRPF del 25 al 83%. Los impuestos estatales al 90%. Todo estaba tasado. ¿Se da cuenta de la magnitud? ¡Un 83% de tipo máximo! Una locura.
P.- Lo primero que hizo Rajoy al llegar al Gobierno fue subir el IRPF...
R.- Un inmenso error. Inmenso. Que le pregunten a David Cameron si ésa es la vía. El Tesoro británico lo intentó también. No lograron más dinero, claro, pero sí una segunda recesión. Esa fórmula no funciona en ningún lado y no lo hará aquí. Merkel tiene razón.
P.- ¿Se lo va a decir usted al Gobierno?
R.- Desde luego, pero no hace falta que me escuchen a mí. Mire a los países que no han optado por los estímulos. Suiza, Suecia, Noruega... ni se han enterado de la Gran Recesión. En los dos últimos años de Bush, cuando los Demócratas se hicieron con el Congreso, el gasto del Gobierno pasó del 21% del PIB al 27%, sin generar resultados ni beneficios. Y aquí será igual. Yo ya soy mayor, pero me temo que llevaré mucho tiempo muerto antes de que en Europa veáis la recuperación. Aprendamos del pasado. En 1944, el gasto federal era del 48% del PIB en EEUU. En 1946 cayó al 15%. ¿Eso es un antiestímulo? Ja. Los economistas predijeron que volveríamos a los niveles de paro de la Gran Depresión. Que habría 9 o 10 millones de parados. Pues bien, no hubo ni tres. En 1944 y 1945 la producción se disparó. Los estándares de vida aumentaron increíblemente. Si esas son las recesiones que se producen sin estímulo, las quiero de nuevo.
P.- Usted fue asesor de Reagan y Thatcher, pero votó y elogia a Clinton.
R.- Durante los años de Clinton tuvimos unos resultados increíbles, espectaculares, porque bajó impuestos. Luego llegó George W. Bush y... Bush y Obama son lo mismo. Uno es un Demócrata malo y el otro era un Republicano malo. Obama representa todo lo que es bueno de América, pero todo lo que ha hecho está mal. Porque tiene la actitud de un profesor, de quien cree que nunca se equivoca y nunca rectifica. Los profesores son ideólogos de primera. Mire a Stiglitz o a Krugman. Los profesores son así porque no tienen que responsabilizarse de las consecuencias. Como los políticos. Dan discursos, se hacen ricos y firman libros, pero nunca rectifican.
P.- La UE exige a España que suba el IVA, lo que va contra sus propios principios.
R.- Es una equivocación y una locura irse al 20%. Miren lo que ya han conseguido con la subida anterior. ¿Les gusta el resultado? ¿Y van a subirlo todavía más? ¡No escuchen a Bruselas! La única receta posible es reducir los gastos del Gobierno hasta ajustarlos a los ingresos. Y cuando lo hayan conseguido, vuélvanlos a bajar. Ambos. Si pagas a la gente por no trabajar, no te puedes sorprender de que no trabajen. Quitas dinero a los que producen, se lo das a los que no lo hacen ¿y esperas que el paro baje? ¿Cómo? Seamos serios.
P.- Se puede pasar de un 8,9% de déficit a un 5,3% sin contraer la economía. ¿Cómo?
R.- Deme su Presupuesto, cinco minutos y un lápiz rojo y le digo cómo. ¿Efecto contractivo? Ya he puesto el caso de EEUU, pasando de un 48% de gasto a un 15% en dos años, y generando un crecimiento inmenso. Los estados que gastan demasiado convierten a sus ciudadanos en dependientes.
P.- Más de un millón de familias españolas no tienen ingresos y el paro es casi el 25%.
R.- Lógico. ¿Y si el paro llega al 95% todavía creerán que la receta es seguir pagando igual? ¿Más? Desde luego que hay gente a la que se le debe ayudar. El Estado debe encargarse de ellos. Pero si eres joven, listo y puedes trabajar, ¿por qué? Si haces pagar más impuestos a los ricos para dárselo a los pobres, lo que haces es tener más pobres. No hay nada malo en ser rico, pero hay algo intrínsecamente erróneo en ser pobre. ¿Por qué quieren los gobiernos hacer pobres a los ricos? Como decía Kennedy, el mejor Estado de Bienestar posible es un trabajo bien pagado.
P.- Si estuviese en el poder, ¿qué haría?
R.- Lo único que necesitamos son impuestos bajos y con un tipo único. Controlar el gasto, libre comercio, ahorros, reformas regulatorias y que el Gobierno se quite de en medio. Eso basta. Y desde luego nada de dar ayudas a los bancos arruinados. ¿Por qué están metiendo ustedes dinero bueno en bancos malos? Cuanto más se inyecta, más difícil es parar.
P.- Para evitar el colapso del sistema financiero. Ustedes lo hicieron antes.
R.- Lo siento muchísimo por España y por los jóvenes. España es un país increíble, con una tradición de excelencia, calidad, honor y dignidad. No entiendo cómo han permitido que ocurra esto con los bancos y cómo han permitido que en Bruselas les empujen a esto. Hay veces que los doctores en Economía son incapaces de ver lo evidente. Cuando la gente toma decisiones estando borracha o en estado de pánico, como fue el caso en EEUU, las consecuencias son desastrosas. Con estos acuerdos de Bruselas de hoy [por ayer] se ganará tiempo, quizás, pero si creen que van a ayudar a España, están equivocados.
P- Si lo evidente es bajar impuestos, ¿por qué ningún país lo hace ahora?
R.- Porque se equivocan. Yo eliminaría todos los impuestos. Todos, con una excepción, los de armas, alcohol o tabaco, porque su objetivo no es recaudar sino cambiar comportamientos. Los demás, fuera: Sociedades, de capitales o a la sucesión, aduanas. Nada. Y a cambio pondría dos impuestos de tipo único: sobre la renta, pero con algunas deducciones, y sobre las ventas. Una especie de IVA. Igual para todo el mundo desde el primer euro al último. Pongamos, no sé, un 12%. Sería más simple y se recaudaría sin tantas evasiones.
P.- ¿Un tipo único es justo?
R.- Claro que sí. Injusto es quitarle renta al que trabaja y produce para dárselo al que no lo hace. ¿Por qué cree que es justo que Warren Buffett no pague impuestos? Porque no lo hace. Las tasas impiden que los pobres se hagan ricos. Los ricos ya lo son, y lo que quieren es mantener a los pobres fuera del sistema, de sus clubs y sus barrios. Y usan el impuesto de la renta para conseguirlo, pero lo venden al revés, diciendo que no pagan lo suficiente. Ellos no lo pagan ni lo harán. Tienen abogados y asesores fiscales. Pueden contratar a diputados, senadores y hasta presidentes. Y lo hacen.
P.- ¿Por qué tiene mala fama la austeridad?
R.- ¿Austeridad? No es austeridad, por Dios. Es dar libertad. Cuando dejas de pagar el paro a un desempleado es porque estás dejando de quitarle lo suyo al que trabaja. ¿Es austeridad dejar que el que trabaja conserve su renta? ¿En serio? Cuando das, quitas. Y si lo haces por criterios que no sean el esfuerzo y el trabajo, está mal. Para mí no hablamos de austeridad, sino de aumentar la libertad.
P.- ¿Y por qué nadie lo hace?
R.- ¿Nadie? Lo hace todo el mundo cuando maneja su empresa o el presupuesto de su hogar. La gente es sensata en su economía privada y estúpida en la pública, porque no es su dinero y no sufre las consecuencias de sus actos.

El Mercado de Repo Europeo podría congelarse por la política monetaria del BCE


(OroyFinanzas.com) – El mercado de repos, que asciende a 5,5 billones de euros, es de vital importancia para los bancos porque pueden intercambiar dinero entre ellos, a cambio de deuda pública como garantía. Una forma rápida y sencilla de financiarse entre los propios bancos. El Banco Central Europeo (BCE) corre el riesgo, con su política monetaria, de colocar el mercado de repos -repurchase sales agreement, en inglés-, en un punto muerto, a menos que trabaje de forma más estrecha y conjunta con los bancos centrales nacionales. Con un Euribor negativo, a los bancos se les pagaría por solicitar préstamos. Algo nunca antes visto.
Pero el presidente del Comité de Repo Europeo, organismo perteneciente de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales presenta un futuro oscuro. Godfried de Vidts -según información de Reuters-, ha señalado que, a menos que el BCE, actúe y tome medidas en los próximos meses, los actores del mercado podrían empezar a evitar bonos de la zona euro como garantía, debido al interés negativo que ofrecen. Una situación que elevaría los costes del préstamo interbancario a largo plazo. “Los inversores podrían llegar a ser reacios a invertir en deuda de la zona euro” y así lo ha hecho saber, con preocupación, a los funcionarios del BCE.

El BCE permitió que los bonos adquiridos en el marco de su programa de compra de deuda soberana por valor de un billón de euros (QE), pudieran ser utilizados como garantía para los préstamos. Pero los comerciantes dicen que el sistema no permite que los bonos puedan negociarse durante el tiempo suficiente, siendo, además demasiado restrictivo, para las partes implicadas, y muy caro. Por eso, “tenemos miedo de que se produzca una congelación del mercado”, dijo de Vidts, por inoperante.
En las últimas semanas, por ejemplo, un bono soberano alemán a 10 años, era tan escaso en el mercado repo que se llegó a pagar un 2,5% de interés, por el dinero obtenido con el bono como garantía. De Vidts también señaló que la política del BCE debe coordinarse mejor con los bancos centrales nacionales, que ofrecen sus propios programas de préstamos, y en muchos casos esta coordinación es inexistente.
Los bancos centrales europeos son responsables del 80% de las compras producidas bajo la política de QE europea. Y el restante 20% son compras directas de la institución monetaria europea en el mercado de deuda de la zona euro. El mercado europeo de renta fija tiene un tamaño de 7 billones de euros.
De Vidts propone una política centralizada por parte del BCE, bajo el esquema alemán, porque “estamos conduciendo sin luces en la oscuridad”. El actual escenario, que es “una pesadilla para el mercado de repos”, no es más que “una re-nacionalización de un mercado nacional, ya desarrollado, para convertirse en europeo”.
Aunque Mario Draghi, presidente del BCE, no es de la misma opinión. La semana pasada, manifestó que no existen evidencias de que la política de QE esté generando una escasez de bonos, ni de que pudiera suceder en el futuro.


OPERACIONES REPO EN EL MERCADO FINACIERO

QUÉ ES UN REPO

Deuda mundial denominada en dólares de 9 billones podría revalorizar el precio del dólar

Primer plano de billete de un dolar con la leyenda "in greed we trust"
 
(OroyFinanzas.com) – La deuda emitida en dólares por muchos estados y corporaciones privadas, fuera de EE.UU., asciende a 9 billones de dólares, y gran parte de la misma tendrá que pagarse en los próximos años. Y tendrá que ser en dólares, que sigue siendo moneda de reserva mundial. Este es el razonamiento de algunos expertos, como el ex economista del Fondo Monetario Internacional (FMI), Stephen Jen, que señala datos del Bank for International Settlements- BIS (Banco Internacional de Pagos de Basilea) para reforzar su argumento.
 
Además, los bancos centrales que habían reducido sus tenencias dólares están empezando a revertir la tendencia, generando más demanda. La utilización del dólar en las reservas extranjeras mundiales se redujo a un récord del 60% en 2011, desde el 73% logrado una década antes. Actualmente, los dólares en reservas extranjeras se vuelto a incrementar hasta situarse en el 63%.
 
Así que la política monetaria de la Reserva Federal o la publicación de datos económicos pueden perder todo el sentido y ser engullidos por estas fuerzas del mercado, más grandes, que repercutirán sobre el valor de la moneda, aumentando el precio hasta un 9%, los próximos tres meses, según opina Stephen Jen. “La fortaleza del dólar no son sólo factores cíclicos, como el crecimiento. Y la consolidación reciente del precio probablemente se mantendrá en el tiempo”.
 
La mayoría de los analistas e inversores coinciden en las razones para la apreciación del dólar frente a sus principales rivales durante el pasado año: la perspectiva de un aumento en los tipos de interés en Estados Unidos frente a las políticas de otras naciones que optan por una flexibilización de la economía monetaria.
 
Chris Turner, jefe de estrategia en divisas de ING Groep NV, ve el dólar superando la paridad con el euro a mediados de año y lo justifica por las medidas adoptadas por los bancos centrales y sus políticas de tipos de interés negativos. “Los bancos centrales vuelven a acumular sus reservas en dólares y, los tipos negativos de los bonos en la zona euro probablemente acelerará esta tendencia”.
 
David Bloom, jefe de estrategia global de divisas del HSBC Holdings Plc, señala que los efectos de la apreciación del dólar están en la divergencia de la política monetaria pero que, una vez surtido el efecto, el dólar “se estancará” por la falta de demanda en el mercado.
 
El multimillonario Bill Gross de Janus Capital Group Inc. ha venido apostando por los bonos del Tesoro contra los bonos alemanes, con la expectativa puesta en que el diferencial entre los tipos estadounidenses y europeos se reducirá. Una estrategia de inversión que califica como “el comercio del año”.
 
Adrian Lee, cuya compañía de inversión gestiona más de 5 mil millones, sí espera que el dólar mantenga su fortalecimiento y pone el énfasis en el contraste de políticas entre la FED y con un Banco Central Europeo (BCE) envuelto en una brutal expansión de la oferta monetaria. “La dicotomía entre Europa y los EE.UU. es más que interesante”. Según razona “nuestra estrategia de inversión, en el plazo de un año, gira en torno al pronóstico de un euro cotizando muy por debajo de 1 dólar”. Y añade otro factor estructural que apoya la apreciación del dólar: la reducción del déficit de cuenta corriente de los EE.UU.
 
El descenso de los precios del petróleo ha ayudado a los EE.UU. a reducir su déficit comercial hasta el 2,3% ciento del producto interior bruto, según datos compilados por Bloomberg. Un dato que representa una bajada récord desde el 5,9% registrado en 2006.
 
Siguiendo con el análisis de Jen, el aumento de la deuda denominada en dólares en todo el mundo es la clave. Los 9 billones de dólares adeudados, fuera de los EE.UU., han aumentado desde los 6 billones contabilizados a finales de 2008, cuando la FED recortó el tipo de interés de referencia situándolo cerca de cero, abaratando el endeudamiento en dólares.
 
Y así lo hicieron grandes empresas con vocación internacional, como la productora de gas ruso Gazprom, la compañía española de telecomunicaciones, Telefónica SA o ArcelorMittal, la mayor siderúrgica del mundo. Cada una de ellas han acaparado cerca de 12 mil millones de deuda, en la moneda estadounidense desde entonces, según datos compilados por Bloomberg. En el lado institucional, Francia y Suecia están entre los mayores emisores de deuda soberana, pidiendo prestado al mercado más de 100.000 millones de dólares entre los dos. “Después de años de acumular una enorme cantidad de deuda en dólares, los prestatarios tendrán que encontrar la manera de pagarla”. Así que habrá una “gran demanda de dólares que tendrá un impacto mucho mayor en el precio de la divisa estadounidense que el propio crecimiento económico o la alteración de los actuales tipos de interés”.

LA VIÑETA DE LA SEMAN



JUAN RAMÓN RALLO. TRABAJOS

La pedagógica quiebra bancaria

por Juan Ramón Rallo
Las quiebras dentro de un sistema capitalista de libre mercado no sólo sirven para redistribuir los recursos de la empresa insolvente hacia otros usos relativamente más valorados por los consumidores. Las quiebras también poseen una función disciplinante y pedagógica para el resto de agentes económicos: muestran qué modelos de negocio han fracasado y, por tanto, qué modelos de negocio no deben ser reproducidos por el resto de compañías so pena de correr una análoga suerte.
Sin embargo, a lo largo de los últimos cien años, los bancos han logrado arrogarse el privilegio estatal de ser rescatados bajo cualquier circunstancia. O más específicamente: los acreedores de los bancos han adquirido la prerrogativa de blindarse frente a cualquier pérdida derivada de la bancarrota de su deudor. Se nos ha dicho que los bancos son “demasiado grandes para caer” y que, por consiguiente, todo auxilio estatal está justificado para evitar un Armagedón financiero. La presente crisis ha supuesto la culminación de todas estas tendencias conducentes a socavar esa institución tan típicamente capitalista como es la quiebra. Prácticamente ningún acreedor de ningún banco europeo (no ya los depositantes, ni siquiera los acreedores subordinados) ha experimentado pérdida alguna por sus malas inversiones.
 
A efectos prácticos, haber invertido en deuda bancaria ha sido absolutamente equivalente a haber adquirido una especie de Eurobono, esto es, de deuda pública garantizada solidariamente por los contribuyentes de todos los Estados miembros. Rentabilidad con riesgo trasladado a hombros del contribuyente.
 
Las consecuencias prácticas de esta suspensión estatal de las quiebras bancarias no se limitan a la absoluta injusticia intrínseca a toda socialización coactiva de pérdidas, sino que transmiten un perturbador mensaje a toda la comunidad inversora del futuro: barra libre de riesgo en la adquisición de deuda de grandes bancos.
A la postre, los únicos agentes que han experimentado pérdidas a resultas de la crisis financiera han sido los contribuyentes y los accionistas de los bancos (si los hubiere, no así en el caso de las cajas españolas). ¿Conclusión lógica? Conviértase en acreedor de un banco gigantesco y sistémico, no en su accionista (por desgracia, los Estados no nos ofrecen la opción de dejar de ser contribuyentes-avalistas de las torpezas bancarias).
Sucede que semejante corolario tan sólo coadyuva a reforzar la concentración y el apalancamiento bancario: cuán más grande sea un banco, mayor será la probabilidad de que el Estado fuerce a los contribuyentes a rescatarlo y, por tanto, más atractiva resultará la adquisición de sus pasivos. Avanzamos con paso firme hacia enormes entidades infracapitalizadas que, en consecuencia, vuelven todo el sistema mucho más frágil.
Acaso conscientes de ello, los reguladores estén tratando de combatir estas perversas tendencias que ellos mismos han desatado con sus pasadas intervenciones mediante cambios en la regulación.
Por un lado, Basilea III impone unos requisitos mínimos de capital a los bancos, limitando por esta vía su apalancamiento máximo; por otro, la Unión Europea ha aprobado un nuevo mecanismo de resolución de entidades financieras consistente en trasladarles las pérdidas a los acreedores y no a los contribuyentes (bail-in).
Con todo, falta por saber si, después del generalizado e incondicional rescate financiero al que hemos asistido en los últimos años, los inversores se creerán firmemente las nuevas admoniciones comunitarias o, en cambio, se toman sus recientes amenazas como una falsa amenaza. ¿Acaso no resulta harto verosímil que, en una eventual crisis bancaria futura, las autoridades comunitarias terminen rescatando a los acreedores tal como lo han hecho en la actual? Si esa fuere la expectativa que se universalizase, los inversores optarían por canalizar sus fondos no ya hacia la banca tradicional regulada por Basilea III, sino hacia la no regulada banca en la sombra que, para más inri, también ha sido rescatada durante estos últimos años que hemos sufrido la crisis.
En suma, una vez el Estado opta por privilegiar a un sector económico en concreto aislándolo de la institución de la quiebra, por necesidad abre la caja de Pandora de unos incentivos perversos que no son tan fácilmente encapsulables por regulaciones ad hoc.
La auténtica solución a los problemas financieros pasa por suprimir radical y creíblemente los privilegios que el Estado otorga a la banca privada: a saber, pasa por suprimir el acceso irrestricto a ese prestamista de última instancia llamado banco central, así como todo el conjunto de garantías públicas de tipo explícito o implícito que se otorga a los pasivos bancarios. Que ningún político esté actualmente enarbolando semejante bandera indica con mucha claridad que no tienen ninguna intención de hacerlo y que, por tanto, los inversores pueden seguir confiando en que volverán a ser eventualmente rescatados.
 
 

Grecia: el mercado celebra la 'dilución' de Varoufakis como el día que Tsipras renunció a la quita

 
 
 
Ayer fue un día de cambios, de caras nuevas y de sensaciones. El Gobierno griego decidió relegar a Yanis Varoufakis como coordinador del equipo negociador en Bruselas y el mercado comprendió al instante que no se trataba sólo de un cambio de cromos, sino también de intenciones.

De este modo, aparece un rayo de esperanza en medio de la oscuridad que provocan todos los vencimientos de deuda que tiene que afrontar Grecia en los próximos meses. Los inversores lo celebraron por todo lo alto: en sólo una sesión, la prima de riesgo griega cayó 100 puntos básicos, un 8 por ciento. Un descenso vertical como no se había visto desde el 3 de febrero, fecha en la que el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, prometió que el país no recurriría a una quita para solucionar sus problemas de deuda. Con este desplome, el riesgo país cayó hasta los 1.157 puntos básicos, su nivel más bajo en las últimas dos semanas.
La celebración también llegó hasta la Bolsa de Atenas, con su principal selectivo, el Ase, anotándose un avance del 4,37 por ciento en la sesión, hasta el punto de marcar su nivel más alto en un mes y medio: 794,8 puntos.
 

Un nuevo interlocutor

 
La buena sintonía exhibida entre Alexis Tsipras y Angela Merkel en el Eurogrupo del viernes pasado en Riga hacía presagiar un cambio de rumbo, o al menos de timonel, para desatascar las negociaciones de Grecia con sus acreedores de la troika. En efecto, ayer mismo se conoció que el Gobierno heleno ha relegado a su polémico ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, para otorgarle un papel más relevante al actual número dos del Ministerio de Exteriores, Euclid Tsakalotos, que será quien desde hoy mismo coordinará los contactos con Bruselas y con el FMI.
El Ejecutivo de Tsipras ha creado, pues, un nuevo equipo, "más político", para la negociación del rescate, y se lo ha encomendado a Tsakalotos, un profesor de Economía de 55 años. Varufakis supervisará a este nuevo equipo, pero la prensa griega e internacional hablan abiertamente de su marginación, ya que, además, el mediático titular de Finanzas pierde otra ficha en la negociación con Europa, ya que su secretario general, Nikos Theocharakis, ha sido sustituido por George Chouliarakis como representante ante el Grupo de Bruselas (eufemismo con el que Grecia ha rebautizado a la troika).
Aunque Bruselas no comentó los cambios, todo indica la satisfacción generalizada, habida cuenta de las críticas unánimes que cosechó Varufakis por parte de los ministros de Economía de la eurozona tras el estancamiento del Eurogrupo en Riga. "A veces un poco de presión y drama funciona", deslizaron ayer fuentes comunitarias tras conocer las noticias llegadas desde la capital helena.
El propio Varufakis admite su aislamiento, y así lo aireó en su cuenta de Twitter el domingo. De hecho, se regodeó de las críticas al escoger esta cita del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt: "Son unánimes en su odio hacia mí; y yo celebro su odio".
 

Alerta 'Grexit'

 
Con el movimiento de ayer, Tsipras dejó claro que es necesario conseguir un acuerdo lo antes posible con Grecia antes de que lleguen todos los vencimientos de deuda que tiene por delante: más de 20.000 millones en los próximos cuatro meses. Goldman Sachs alertó el domingo en una nota a sus clientes del escenario convulso que surgiría si finalmente Grecia impaga. La sombra del default generaría una tormenta en los mercados financieros que llevaría a las primas de riesgo de España e Italia hacia la zona de 350/400 puntos básicos. Este escenario significa que el riesgo país español volvería a niveles no vistos en los dos últimos años, lo que llevaría al bono a 10 años a enfrentarse a unas rentabilidades próximas al 4 por ciento, frente al 1,3 por ciento actual. "Si el sector público griego hace default y las negociaciones con Bruselas se rompen, encaminando a Grecia hacia la salida del euro, veríamos un evento sistémico en los mercados", alerta el equipo de renta fija de Goldman.
Un escenario que deja a la eurozona en un lugar complicado y que refleja la urgencia por llegar a un acuerdo. De hecho, la entidad advirtió que las primas de riesgo de Italia y España empezarán a tensionarse a medida que se aproxime el primer gran pago de deuda que tiene que hacer Grecia al Eurosistema, el 20 de julio. El riesgo país podría aumentar en los dos periféricos hasta los 200/250 puntos básicos, a menos que Atenas y sus acreedores "lleguen a un acuerdo sobre el ritmo de las reformas, cómo cubrir los siguientes tramos de financiación y, eventualmente, cómo reducir el stock de deuda", apunta Goldman.



Patacones griegos

 por Juan Ramón Rallo

 
La situación financiera griega no ha parado de agravarse en los últimos meses. La combinación de una economía destrozada, de un Estado insolvente y de un gobierno kamikaze constituye un polvorín de cuasi imposible solución.
 
Si Syriza se niega a bajar el gasto, si el mortecino sector empresarial no será capaz de proporcionar ingresos y si ya nadie confía en prestarles un solo euro, es obvio que la solución resulta insostenible a menos que los contribuyentes europeos sigamos costeando la burbuja estatal de la península helénica tal como hemos hecho hasta la fecha.
Sin embargo, y en contra de lo que uno hubiese sido capaz de imaginar, hasta el momento los dirigentes europeos no parecen dispuestos a bajarse enteramente los pantalones para evitar que Grecia quiebre y, consiguientemente, salga del euro. Farol o no farol, en esta ocasión no se ha extendido un cheque en blanco a los gobernantes griegos y, por tanto, el tic-tac de los números rojos sigue avanzando. De ahí que actualmente no quepa descartar el escenario de una bancarrota total del país.
Ante ello, Syriza tiene dos opciones principales: o regresar a la dracma para sufrir depreciaciones de hasta el 80% en el valor de su divisa; u obligar a sus ciudadanos a que compren la apestada deuda pública nacional que nadie quiere adquirir en los mercados financieros globales.
Justamente, esta última opción es la que, desde hace varios días, el propio Banco Central Europeo y varios medios de comunicación internacionales están contemplando como más probable… al menos durante los próximos meses. Bajo este esquema, el Gobierno griego pagaría a sus funcionarios, pen- sionistas y proveedores no con euros, sino con pagarés (deuda pública), a los que se convertiría en moneda de curso legal para todas las transacciones internas.
Aunque la medida pueda parecer enrevesada, en realidad es muy simple: Syriza impondría coactivamente una moratoria de sus pagos a funcionarios, pensionistas, proveedores y ciudadanos en general. Pagar retrasando el pago y huyendo hacia adelante. Así, diríase que, por fin, el Ejecutivo griego ha encontrado a su referente intelectual: el peronismo argentino. No en vano, fueron las administraciones públicas argentinas las que en 2001 y 2002 recurrieron a esta misma infamante técnica para financiar sus desembolsos a costa de la población.
Los pagarés empleados por el peronismo para estafar a su población recibieron muy distintas denominaciones según la administración emisora -Lecop, Lecor, Cecacor, etc.-, si bien probablemente el más conocido fueran los patacones de la provincia de Buenos Aires. En este caso, pues, podríamos hablar de patacones griegos o de dracmacones.
Sea como fuere, lo que todos estos pagarés estatales tienen en común es que el riesgo de impago se traslada sobre los hombros de la población. Si Grecia abona las pensiones con un “pagaré 800 euros” y, en los próximos meses, el país sale del euro, ese pagaré no podrá honrarse y los pensionistas sufrirán las consecuentes pérdidas. Acaso ésa sea la estrategia que está ambicionando Syriza: usar como rehén a su población para negociar un rescate europeo sin condiciones durante los próximos meses. “O nos rescatáis, o el pueblo sufrirá enormemente”.
Al final, pues, el hiperEstado termina devorando a sus hijos. Cuando cebas sin control la maquinaria estatal, alguien debe terminar cargando con los costes. El problema de los gobiernos griegos y de parte de su población ha sido que, hasta la fecha, habían vivido de prestado gracias a décadas de sobreendeudamiento público: el Estado gastaba, pero los ciudadanos no costeaban ese gasto, de modo que disfrutaban de un almuerzo aparentemente gratuito.
Ahora les ha tocado descender a los infiernos de la realidad: para financiar la disparatada burocracia intervencionista griega sólo queda sablear fiscalmente a su población hasta límites confiscatorios o forzarles a que compren una deuda pública que muy probablemente jamás será amortizada. O robar o robar. Eso es, al fin y al cabo, el Estado.

¿Ciudadanos liberales? (III)

por Juan Ramón Rallo

 
 
 
Como ya sucediera con el mercado laboral o con las políticas de crecimiento económico, la difusión del programa fiscal de Ciudadanos constata, nuevamente, que no nos hallamos ante un partido liberal, sino ante una formación socialdemócrata que aspira a conseguir una reordenación “sensata” del entramado burocrático e intervencionista actual pero sin reducirlo lo más mínimo. Nótese que mi argumento no está siendo que Ciudadanos no es un partido liberal lo suficientemente radical: no, lo que estoy diciendo es que su objetivo de largo plazo no es reducir el Estado para ensanchar la sociedad civil. En el caso de los tributos, de hecho, esto es muy fácilmente observable.
 
No bajan impuestos
 
Ciudadanos no propone una rebaja general de impuestos, sino el mantenimiento de la montoriana presión fiscal actual. En concreto, Ciudadanos proyecta una bajada del IRPF de 4.350 millones de euros (debido a que reduciría los gravámenes a sólo tres tramos, inferiores a los actuales: 18% hasta 22.500 euros; 28% entre 22.500 y 75.000 euros; y 42% a partir de 75.000 euros) que compensará con una subida del Impuesto sobre Sociedades de 4.535 millones de euros (derivada de bajar el tipo al 20% pero eliminando prácticamente todas las deducciones). Y, a su vez, la reforma del IVA (eliminación del tipo superreducido y disminución del reducido al 7% y del general al 18%) tiene como objetivo declarado mantener constante la recaudación, de modo que tampoco por esta vía existe alivio fiscal alguno para la población.
 
A todas estas modificaciones, neutrales desde un punto de vista recaudatorio, hay que sumarles la instauración de un complemento salarial para las rentas más bajas (articulado a través del IRPF) que, de acuerdo con Ciudadanos, costaría algo más de 8.000 millones de euros. La financiación de semejante medida redistributiva se lograría merced a una reducción de las duplicidades y superfluidades administrativas (fusión de ayuntamientos, eliminación de las diputaciones, evaluación previa del gasto, etc.) cifrada en 5.000 millones de euros, más una armonización nacional del impuesto de Patrimonio y de Sucesiones, cuya recaudación no cuantifican pero que, como mucho, daría para cubrir el restante coste de ese complemento salarial.
 
En conjunto, pues, Ciudadanos no propone (ni pretende proponer) menores impuestos; acaso los incrementa marginalmente en algunas comunidades autónomas como la de Madrid (debido a la vía de la tributación patrimonial) para incrementar las transferencias estatales. Nuevamente, pues, nos topamos con las bases ideológicas de un partido típicamente socialdemócrata y no con las de uno liberal. Comparen, a este respecto, las promesas fiscales de Ciudadanos con las de otro partido declaradamente liberal como el P-Lib: el Partido Libertario propone abolir Sucesiones y Patrimonio; una progresiva reducción de los impuestos Especiales hasta suprimirlos; un recorte en tres fases de IRPF y Sociedades hasta eliminarlos; y una escalonada rebaja del IVA hasta el 5%.
 
Es decir, el saludable objetivo a largo plazo del P-Lib es financiar un Estado minimalista con apenas un impuesto sobre el consumo del 5%. ¿Imposible? En absoluto: ésa sería la auténtica revolución liberal que necesita España. Ahora bien, sí es verdad que a muchas personas el liberalismo del P-Lib puede parecerles demasiado radical (a mí me parece pertinentemente radical, esto es, que va a las raíces morales y económicas del liberalismo): lo importante, a este respecto, no es tanto si nos quedamos con un IRPF del 0% o del 10% cuanto la decidida voluntad liberal de reducir los impuestos y de adelgazar el Estado (más allá del gasto meramente redundante). Ciudadanos no aspira a bajar generalizadamente los impuestos ni a disminuir el Estado: no aspira a hacerlo ni de manera radical ni de manera timorata. Al contrario: su objetivo es conservar el Estado tal como existe ahora mismo pero de una manera menos irracional y exuberante. Por eso no pueden ser calificados como liberales y sí como miembros del consenso socialdemócrata que nos rodea.
 
Ahora bien, tal como también expliqué en los casos anteriores, todo esto no significa que Ciudadanos sea exactamente lo mismo que el PPSOE. Más allá de la no menor circunstancia de que esta formación no ha participado en corruptas tramas de saqueo institucional (veremos qué sucede cuando se afiance en el poder durante varios lustros), sus propuestas se dirigen a modernizar la socialdemocracia y a volverla algo menos destructora de las bases de generación de riqueza. En el caso de la fiscalidad, buscan implantar un sistema tributario más simple y transparente que, además, no penalice la atracción de talento extranjero con un IRPF menos disparatadamente progresivo que el actual. Son mejoras a celebrar pero no en nombre del liberalismo, sino de una socialdemocracia menos descabellada y más moderna.
 
¿Un futuro de impuestos crecientes?
 
Pero acaso lo más inquietante de la propuesta fiscal de Ciudadanos no sea el presente inmediato —que, como digo, supondría una mejoría marginal con respecto a la situación presente— sino el futuro. Al menos en el presente documento, el partido de Albert Rivera no parece solucionar el acuciante problema de déficit público que sigue azotándonos: 60.000 millones de euros de agujero presupuestario en 2014.
 
Tal como hemos expuesto, la reforma fiscal planteada por Ciudadanos es neutral desde un punto de vista recaudatorio y las reducciones del gasto prometidas apenas sirven para cubrir los nuevos programas redistributivos que se pretenden implantar. Entonces, ¿qué hacer con el déficit? Aunque Ciudadanos no afronta directamente la cuestión, parece que se fía todo a un relanzamiento del crecimiento económico —merced a la dinamización de la actividad que pretenden imprimir con sus restantes medidas— y, sobre todo, a la lucha contra el fraude fiscal (que, a diferencia de lo que harían los liberales, no se consigue mediante una sustancial rebaja impositiva que incentive indirectamente a la gente a no defraudar, sino criminalizando y endureciendo más las leyes contra el fraude de lo que ya lo ha hecho el propio Montoro).
 
Sin embargo, existe una frase en el documento de Ciudadanos que no dejo de leer con cierta preocupación: “Esta reducción del tipo general de IVA y ensanchamiento de la base nos podría dar espacio para luego ir hacia un gran pacto de estado que redujera las cuotas de la Seguridad Social, para incrementar el empleo, a cambio de una subida del IVA, en la línea de las recomendaciones internacionales, y de la Comisión de Expertos. Este pacto no forma parte de nuestra propuesta, pero sería algo a valorar con las demás fuerzas políticas”. Claramente, Ciudadanos está preparando ideológicamente el terreno para futuros incrementos de la tributación indirecta con el pretexto de rebajar en paralelo las cotizaciones sociales: una fórmula que no tendría por qué ser negativa si, de verdad, se recortaran en toda su extensión las cotizaciones a la Seguridad Social.
 
Mas uno tiende a sospechar que, llegado el momento y habida cuenta del descuadre presupuestario del Reino de España, el IVA subiría mucho más de lo que bajarían las cotizaciones sociales: una treta análoga a la que ya empleara Montoro en 2012 para incrementar el IVA del 18% al 21%. Por supuesto, no deja de ser injusto extender la sombra de la sospecha sobre Ciudadanos por culpa de la gigantesca mascarada fiscal protagonizada por el PP; pero ciertamente no son unos temores del todo infundados: imaginen un partido político en el poder, sin marcadas convicciones liberales, necesitado de más ingresos para mantener un Estado de Bienestar que desea no recortar, que toma como referencia a Dinamarca —país con un IVA del 25%— y que tiene la oportunidad de incrementar la recaudación por IVA modificando la estructura fiscal del país de un modo cuya no neutralidad los ciudadanos no serían capaces de evaluar con precisión. Los incentivos de esa formación —que bien podría ser Ciudadanos en el futuro— parecen más que obvios y no se alinearían con los derechos de las personas.
 
En definitiva, Ciudadanos promete organizar cartesianamente el Estado gigantesco que padecemos los españoles a imagen y semejanza del resto de europeos, pero no achicarlo para dotar de una mayor autodeterminación a la sociedad civil. En su programa económico, el libre mercado es meramente instrumental a los objetivos de la política estatal; en el caso de la fiscalidad, el libre mercado es meramente instrumental a la maximización de los ingresos del Estado (a través de la promoción del crecimiento económico). No hay una inspiración liberal en sus políticas —aun cuando éstas traten de ser amistosas en muchos aspectos con el liberalismo— y por eso no ven como intrínsecamente problemáticas las relaciones coactivas que constituyen el Estado: por eso, en suma, su objetivo es quedarnos como estamos pero de la manera más sensata posible. Como en el caso de la Comisión de Expertos del Gobierno, la rebaja de impuestos de Ciudadanos se queda en una mera reordenación de los tributos. Y eso no es liberalismo.

Podemos propone una subida brutal de IRPF, IVA y Sociedades

Y subir todos los demás impuestos
 
La dirección de la formación filtra su borrador de programa económico: piden aplicar el mayor sablazo fiscal de la historia a familias y empresas.

M. Llamas / D. Soriano
Cuando parecía que Cristóbal Montoro había batido todos los récords confiscatorios, imponiendo un tipo marginal de hasta el 54% en el IRPF a las rentas más altas, Podemos quiere superarle y extender dicho expolio a todos los españoles con un tipo único del 50% (o su equivalente a través de numerosos tramos).
Propuesta de programa económico: la reforma fiscal que España necesita. Con este título, el Círculo 3E (Ecología, Economía y Energía) de Podemos ha publicado sus propuestas en materia tributaria para el partido. Aunque no es el primer informe o programa que hace público la formación de Pablo Iglesias, lo cierto es que éste no es un documento más, del mismo modo que Círculo 3E no es un círculo más. Así lo define Público (el medio que ha publicado las primeras informaciones al respecto):
Desde la dirección estatal del partido, aseguran que en el programa marco que presentarán este martes (finalmente será el próximo día 5) no necesariamente figurarán todas las medidas recogidas en el citado documento. [Aunque] otras fuentes de Podemos se refieren al texto como el 'proyecto de programa fiscal' del partido. Lo avala el Círculo 3E, probablemente, el círculo sectorial con más peso en la formación [...]
De hecho, desde la dirección de Podemos se admite que será la base de sus medidas económicas. Es decir, el borrador sobre el que el partido de Pablo Iglesias elaborará su programa oficial.
La citada reforma fiscal de Podemos tiene tan sólo un objetivo: aumentar la recaudación de forma sustancial mediante la mayor subida de impuestos de la historia de España, superando de lejos los fuertes sablazos aprobados por PP y PSOE durante los pasados años de crisis.
En concreto, el partido de Iglesias plantea disparar el IRPF, Sociedades, IVA, reinstaurar Patrimonio, elevar Sucesiones y Donaciones, subir Especiales, incrementar cotizaciones y tasas, así como crear nuevas figuras tributarias. Según las fuentes consultadas de Podemos, el partido incorporará muchas de estas medidas, aunque lo más probable es que excluya la subida del IVA, entre otras cosas porque resultaría contradictoria tras las duras críticas lanzadas a la propuesta de Ciudadanos en esta materia, informa Miriam Muro.
A continuación, se detallan las principales medidas fiscales que contiene el documento:
 

IRPF: subir tipos y eliminar deducciones

 
En lo que hace referencia al IRPF, los miembros del Círculo 3E plantean un conjunto de medidas que supondrían un enorme incremento de lo pagado por los contribuyentes. Los líderes de Podemos piden subir los tipos, eliminar las deducciones y las reducciones en la base, igualar la base del ahorro a la general e incluir imputaciones de renta (por ejemplo, por patrimonio). No incluye estimaciones de recaudación, pero una cuestión es segura: todos pagaríamos más, mucho más...
- Tipos: en la parte general del documento, los autores hablan de que "la tarifa debe tener un número suficiente de tramos para garantizar la progresividad y evitar los indeseables saltos en los tipos marginales". Sin embargo, en el apartado dedicado a la Renta Básica de Ciudadanía, se apunta que ésta se financiaría con "la aplicación de un tipo impositivo único del 49,5% sobre todas las rentas declaradas, cualquiera que fuera su naturaleza. Que la simulación haya utilizado un tipo único no quiere decir que no sea posible aplicar una tarifa progresiva con un número suficiente de tramos que ajuste lo más posible la progresividad y evite saltos en la misma, tal como se recoge en el apartado dedicado a la reforma del IRPF".
Como ambos planteamientos son contradictorios (o hay tipo único o más tramos), puede concluirse que lo que Podemos llevará en su programa electoral será o bien un tipo único del 49,5%, en el que la progresividad iría a través de la Renta Básica (7.500 euros por adulto y 2.250 por menor) o un esquema con muchos más tramos que en la actualidad, con un objetivo de recaudación equivalente al de ese tipo único del 49,5%.
- Ahorro en la base general: la segunda gran reforma del IRPF implica eliminar "el actual impuesto dual, de manera que todas las rentas estén sometidas a una sola tarifa general". Esto quiere decir que la base del ahorro (lo que los contribuyentes obtienen de sus depósitos o fondos de inversión, por ejemplo) pagará el mismo tipo que la base general: el 49,5% en el caso de que se acabe implantando ese tipo único. Hay que recordar que tras la reforma del Gobierno, en 2016 la tarifa a los rendimientos del ahorro será del 19% en los primeros 6.000 euros, el 21% entre 6.000 y 50.000 euros y del 23% a partir de 50.000 euros.
- Deducciones y reducciones: piden "eliminar todos los elementos de inequidad horizontal". ¿Y qué quiere decir esto? Pues cargarse todas los beneficios fiscales que en este momento incluye el IRPF, incluyendo los mínimos personales y familiares:
  • "Compensación entre rendimientos": en estos momentos, todos los rendimientos se compensan. Por ejemplo, si alguien tiene beneficios por rendimientos del trabajo y pérdidas en el capítulo de capital mobiliario, puede restar dichas pérdidas a los beneficios. Podemos pide acabar con esta posibilidad.
  • "Todos los gastos fiscales, incluyendo la desgravación por tributación conjunta, excepto los correspondientes a la cuota obrera de la Seguridad Social y los derivados de actividades económicas": es decir, salvo el gasto que tengan algunos autónomos para la realización de su actividad, todas las demás desgravaciones se eliminan.
  • "Las reducciones en la base: planes de pensiones y rendimientos del trabajo. Los mínimos personales y familiares se eliminarían también si se introduce una Renta Básica Ciudadana".
  • "Todas las deducciones: vivienda y demás incentivos".
Además, los autores piden que "los rendimientos de actividades económicas, profesionales y artísticas facturados a través de sociedades unipersonales sin sustancia vinculados de forma personalísima a quien las ejerce, quedarán gravados íntegramente en el IRPF con deducción de los gastos necesarios para su obtención". No se dice nada sobre qué opina Juan Carlos Monedero acerca de esta medida.
Podemos también quiere "eliminar el régimen de estimación objetiva [módulos]" y "reformar el régimen de tributación de las renta irregulares [rentas extraordinarias generadas en un plazo superior a dos años]" para eliminar la reducción del 40% que se les aplica.
- Patrimonio como renta: por último, hay una cuestión fundamental que afecta al IRPF, aunque está incluida en la parte del Impuesto del Patrimonio. Esto es lo que dice Círculo 3E:
Para recuperar una tributación equitativa de las diferentes fuentes de renta y recuperar el IRPF como estimación global de la capacidad económica, proponemos que tribute en el IRPF la rentabilidad obtenida en el ejercicio. Se trata de que todos los que declaren por el IRPF lo hagan por también por patrimonio, rechazando sustituirlo por un impuesto sobre las grandes fortunas.
No aclaran al 100% qué quieren decir, pero se intuye que Podemos pide que el Patrimonio tribute por una doble vía. Por una parte, a través del Impuesto del Patrimonio, en función del valor de los bienes (ver epígrafe dedicado a este tributo), pero también a través de una imputación de rentas (no generadas, en realidad) que se formalizaría en el IRPF. Por ejemplo, si uno tiene una casa de un millón de euros, se calcula que esta propiedad le genera unos beneficios virtuales (renta imputada) del 6% al año (60.000 euros) y esos beneficios se incluyen en el tramo general del impuesto.
Otra interpretación, más benigna, sería que Podemos cobrará por ese Patrimonio sólo en función de las ganancias efectivamente generadas (cuando se venda la casa). Pero es que eso ya ocurre en el IRPF, por lo que no tendría sentido esta acotación. Cuando se pide "recuperar el IRPF como estimación global de la capacidad económica", todo apunta a un sistema de rentas imputadas (pagas, con independencia de que vendas o alquiles tu casa, vendas acciones, etc...).
 

Sociedades al 35%

 
El Impuesto de Sociedades es, probablemente, el que sufriría un mayor incremento en términos relativos respecto a su nivel actual. Podemos quiere que las empresas paguen más (muchos más) impuestos por sus beneficios. Y se propone conseguirlo mediante dos vías: por un lado, eliminando todos los beneficios fiscales existentes en la actualidad (como deducciones y bonificaciones) y, por otro, elevando los tipos. La combinación haría que las empresas españolas pagasen los mayores impuestos de toda la UE:
  • Nuestra propuesta es que se eliminen los privilegios fiscales y la mayoría de las deducciones.
  • Introducir temporalmente un impuesto mínimo compensable para las grandes empresas, que contribuya a recuperar la recaudación de este tributo y a estabilizarla en el tiempo.
  • Con carácter general, proponer un nuevo tipo impositivo del 35% aplicable a bases imponibles a partir del millón de euros de beneficios. Es decir, el tipo nominal sería del 30% vigente para los beneficios hasta un millón de euros y del 35% del resto de los beneficios a partir del millón. Se mantendrá el actual tipo reducido para las pequeñas empresas y para las cooperativas.
Además, propone algunas otras medidas más técnicas para que las empresas no puedan compensarse posibles pérdidas, amortizaciones o diferentes gastos. La más llamativa es la siguiente:
Las pérdidas registradas por entidades vinculadas de empresas españolas, con establecimiento permanentes, o temporales, no deberían ser computadas como deducciones fiscales en su base imponible. Las excepciones serán específicamente autorizadas, con carácter previo, por la Agencia Tributaria. El hecho de que resultados negativos de operaciones en el exterior sean computados en España para conseguir reducir la base Imponible española es un sinsentido económico.
 
 

IVA general al 22%

 
También en la imposición indirecta hay propuestas relevantes por parte del citado Círculo. Sus miembros, parte de la cúpula de Podemos y muy cercanos a sus principales líderes, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, proponen una importantísima subida de estos tributos, especialmente el IVA.
Está claro que ésta no va a ser, precisamente, la más popular de las medidas incluidas en este borrador. Por eso, desde la formación han querido apagar el fuego antes de que se propague. Así, aunque todos los partavoces de Podemos admiten que este informe será la base del programa electoral económico para las generales, en lo que respecta al IVA han asegurado que no se aplicará.
¿Y qué propone Círculo 3E que tanto asusta a sus compañeros? Pues "un IVA con sólo dos tipos: un tipo reducido del 5% para los bienes y servicios que suponen necesidades básicas, y un tipo general del 22% para el resto de bienes".
Es decir, subirían todos los productos. Y dejarían en el hiperreducido sólo aquellos que estrictamente se consideren "básicos". Hay pocas dudas de las intenciones de los autores. En la parte final del documento, cuando se habla de "transparencia fiscal" realizan la siguiente afirmación:
Debe evitarse la demagogia en la concesión de tratamientos especiales a favor de ciertos productos en los impuestos sobre el consumo (el IVA en particular), dado que la imposibilidad para distinguir al consumidor final de dichos bienes hace que en la mayoría de las ocasiones sean las rentas más elevadas las más beneficiadas.
Parece un mensaje dirigido especialmente contra algunos de los sectores que más han apoyado a Podemos en los últimos meses (por ejemplo, el de la cultura), a los que se avisa de que no tienen ninguna justificación que sus productos paguen menos IVA que el resto. Hay que reconocer que la propuesta será impopular, pero también es, al menos desde su punto de vista ideológico, coherente.
 
 

Más cotizaciones sociales

 
- Eliminar el actual tope de la base máxima de cotización, fijado en cerca de 3.600 euros al mes, estableciendo así un sistema progresivo en función del salario. Al mismo tiempo, se impediría aumentar la base reguladora en los últimos años de la vida laboral. Es decir, las rentas altas pagarían mucho más a la Seguridad Social, pero esa mayor contribución no se traduciría en el cobro de mayores pensiones.
- Además, "la supresión de los topes de cotización en ningún caso supondrá la eliminación de la pensión máxima". De hecho, "ninguna otra prestación podrá superar el equivalente a la pensión máxima que apruebe el parlamento cada año en la ley de Presupuestos Generales del Estado", aclara el documento.
- Eliminar regímenes especiales y bonificaciones sociales a la contratación.
 

Reinstaurar Patrimonio, Sucesiones y Donaciones

 
Tanto el Impuesto sobre el Patrimonio como Sucesiones y Donaciones ha sido prácticamente eliminado en numerosas CCAA gracias a la aplicación de elevadas bonificaciones, como en el caso de Madrid, y el establecimiento de mínimos exentos. Podemos, sin embargo, pretende reinstaurar estos tres tributos, así como aumentar sus gravámenes y extender su aplicación.
  • Doble imposición: además de que la rentabilidad de los activos tribute cada año en el IRPF, proponen aplicar el Impuesto de Patrimonio sobre el "mayor valor de adquisición, de cotización o de realización al final del período, independientemente de su instrumentación financiera". Y añaden: "Se trata de que todos los que declaren por el IRPF lo hagan también por patrimonio, rechazando sustituirlo por un impuesto sobre las grandes fortunas".
  • Armonizar al alza Sucesiones y Donaciones, cuya competencia está transferida a las CCAA, para que se aplique la misma carga "en todo el territorio del Estado, incluyendo los territorios forales".
  • Aumentar la reducción general por parentesco para ampliar la base imponible, aunque reduciendo en alguna medida los tipos.
  • Establecer "unos mínimos exentos elevados, pero eliminando las exenciones actualmente reconocidas a la vivienda habitual y a los denominados patrimonios empresariales familiares".
  • Crear una "unidad central de inspección de los grandes patrimonios" ubicada en la Agencia Tributaria.
  • Tener en cuenta la "riqueza patrimonial" para acceder a determinados servicios públicos y prestaciones sociales en los que, actualmente, sólo se tiene en cuenta la renta.
 
 

Más Impuestos Especiales y ecológicos

 
- "También en materia de impuestos especiales sobre consumos nocivos [tabaco, alcohol, hidocarburos...] existe aún un margen para incrementar la fiscalidad, muy inferior a la media de la UE".
- Elevar los impuestos sobre el transporte, la emisión de gases contaminantes y determinados productos energéticos para que su peso sobre el PIB pase del 1,5% a cerca del 2%, en línea con la media de la UE.
- Subir los impuestos sobre los hidrocarburos y sobre el carbón; avanzar hacia una convergencia entre los tipos impositivos aplicados a la gasolina y al gasoil (actualmente los impuestos sobre la gasolina son aproximadamente un 33% superiores a los del gasóleo); reducir algunos de los beneficios fiscales que se aplican a la navegación aérea o la pesca.
- Que el gravamen a aplicar dependa tanto del contenido energético del producto como de las emisiones de dióxido de carbono emitido. De este modo, "se conseguiría gravar el CO2 de los sectores que actualmente quedan fuera del mercado de emisiones europeo".
- Modificar el impuesto sobre la electricidad, "sustituyendo la base imponible en euros por kWh para aumentar el incentivo a la eficiencia, con una posible diferenciación entre potencia contratada y consumo".
- Elevar los tipos en función de la contaminación atmosférica del producto en cuestión o, como alternativa, "establecer otro impuesto nuevo sobre las emisiones atmosféricas contaminantes".
- Aumentar el impuesto de matriculación, considerando "otras emisiones de los vehículos además del CO2", y el de circulación, teniendo en cuenta la cilindrada y las características ambientales del vehículo.
- Estudiar la "posibilidad de establecer tasas por el uso de determinadas infraestructuras de transporte y aplicar impuestos de congestión en ciertas ciudades para incentivar el transporte público".
 
 

Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)

 
  • Sustituir el valor catastral de la vivienda por un valor de referencia del que se obtendría la base imponible anual.
  • Los tipos del IBI se modularían en función del certificado energético del edificio.
  • Facilitar -que no reducir- el pago fraccionado del impuesto a rentas bajas y determinados colectivos , como, por ejemplo, los pensionistas.
  • Imponer un recargo en el IBI para las viviendas vacías y un "impuesto por ocupación" que se añadiría al IBI: en los pisos arrendados, los inquilinos pagarían el impuesto por ocupación; y si la vivienda está vacía, el propietario pagaría el IBI y el impuesto de ocupación.
  • Eliminar todas las exenciones actuales en materia de IBI, como las aplicadas a los bienes de la Iglesia y centros educativos concertados.
  • Suprimir las bonificaciones en todos los impuestos municipales referidos a acontecimientos excepcionales de interés público y a entidades sin fines de lucro; derogar el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y los incentivos fiscales al mecenazgo.
  • Subir los principales impuestos municipales: vehículos, plusvalías, actividades económicas, permisos de obra, tasas...
 
 

Nuevos impuestos

 
Por último, Podemos también defiende crear nuevos impuestos. Entre otros, destacan los siguientes:
- Impuesto de Transacciones Financieras, pero elevando el tipo acordado por algunos países de la UE (0,1% sobre la compraventa de acciones y bonos, y 0,01% en los derivados).
- Incluir un nuevo requisito que establezca un porcentaje máximo de participación en una SICAV, entre el 2% y el 5% del capital social máximo para, entre otras posibles medidas, "introducir un impuesto específico sobre los depósitos".
- "Crear impuestos basados en el ciclo completo de un producto, incluyendo su consumo energético o sus emisiones durante el transporte y la fabricación", con el objetivo último de castigar la deslocalización de empresas o la importación de bienes y servicios. Es decir, puesto que las leyes comunitarias impiden conceder ayudas públicas directas a las empresas locales, Podemos plantea castigar fiscalmente la producción extranjera, en un claro intento de proteccionismo comercial.
- "Estudiar el establecimiento de un impuesto sobre la renta del suelo, gravando de forma adecuada la renta y las plusvalías del suelo urbano y rural, tanto a nivel nacional como municipal, sin perjuicio de su coordinación con otros gravámenes que incidan sobre la riqueza inmobiliaria".

Ciudadanos: sin propiedad no hay libertad

 


Federico Jiménez Losantos
 
Nadie es sin tener algo, aunque sólo sea la vida. Y con la vida, la libertad de ser o de intentar ser lo que uno quiera, incluso rico.


De todas las noticias políticas de las últimas semanas, en las que parece haberse acelerado locamente el lánguido declinar de la sociedad española, la más deprimente, desde el punto de vista liberal, es el anuncio en cupones del programa económico de Ciudadanos, último refugio de los que hasta la traición búlgara de Rajoy en 2008 votábamos al Partido Popular como mal menor para defender las libertades individuales y la propia nación española. No es que el PP de Aznar defendiera del todo la nación ni respetado todas las libertades, pero comparado con el PSOE, IU y los nacionalistas, era un voto-refugio prácticamente ineludible.
Con Rajoy la traición al PP clásico fue tan evidente que dos partidos de centro-izquierda, UPyD y Ciudadanos, y uno de derecha, VOX, han empezado a recibir, en oleadas, el voto del PP anti-rajoyano. De los tres, la suerte, el liderazgo o las infinitas circunstancias que de pronto cristalizan en una idea, han hecho del partido de Albert Rivera el heredero natural de esa parte esencial, troncal, de España, que votaba al PP. Que es, grosso modo, la que trabaja y la que paga impuestos, la que cree que su propiedad es o debería ser sagrada, la que cree que los políticos no tienen derecho a saquearla fiscalmente (PSOE, PP, IU) o robarla (Podemos), la que, en fin, esperaba que Ciudadanos entendiera que la defensa de su propiedad es una parte esencial de la defensa de la libertad individual, uno de esos derechos sagrados que como españoles deberíamos tener y que Ciudadanos defiende casi heroicamente frente a la dictadura colectivista del separatismo catalán.
 
 

El viejo programa económico de C's

 
Sin embargo, sintiéndose heredero de ese voto desengañado del PP, que puede llevarle a la Moncloa antes de fin de año, Ciudadanos ha debido pergeñar un programa de gobierno. Y hay que decir que, en lo económico, muestra hacia la propiedad un recelo, una ambivalencia tan semejante a la de los socialistas que es imposible que resulte buena para España y harto dudoso que resulte atractiva para el votante del PP, que es el que, solo o en compañía de otros, le llevará o no al Poder en las elecciones de Noviembre.
La parte buena no es nueva: reducir tramos y bajar el IRPF al 40%, limitar exenciones y dejar el impuesto de Sociedades en el 20%, y limitar el IVA a dos tramos básicos, lo que supondrá la subida de ciertos productos considerados de primera necesidad, hoy indirectamente subvencionados. Esas tres cosas -reducción de la presión fiscal, simplificación de tramos y fin del boscaje de las deducciones- pertenecen al acervo de los grandes proyectos reformistas liberales exitosos, desde el de Reagan-Stockton de 1980-82 hasta el de Aznar de 1996-2002, cuando decidió no reformar más.
Pero la parte nueva del programa económico de C's no es tan buena. En rigor, es tan vieja como todas las que el socialismo europeo y americano ha puesto en marcha como alternativa al reformismo genuinamente liberal. El afán antiliberal se ve en esa especie de cheque de renta básica por defecto, cuya prolijidad lo hace intransitable y sólo burocráticamente descifrable, y, sobre todo, en la recuperación de dos impuestos que creíamos a punto de extinguirse: el de Patrimonio y el de Sucesiones.
La rebaja que nos anuncia en el IRPF –y que casi todos los partidos nos anuncian, el último el PP- no debería engañarnos. La imposición en toda España del impuesto de Patrimonio –llamado, como en Francia, "de las grandes fortunas", cuyo ruinoso efecto en la clase media ha obligado a abolirlo a Manuel Valls- y el de Sucesiones que, pese a la brutal presión de Montoro, ya habían desterrado varias autonomías, con la de Madrid a la cabeza, tienen una carga antiliberal muy superior a la que pudiera suponer una rebaja del IRPF o del Impuesto de Sociedades. En el caso de que se produjeran, claro, y dudo de unos números que incluyen la cantidad de miles de millones de euros que se van a conseguir luchando contra el fraude fiscal. De esas cuentas de la lechera se ríen hasta los niños de teta.
 
 

Por qué son peor Patrimonio y Sucesiones que el IRPF

 
¿Por qué creemos los liberales más grave un impuesto, aunque sea bajo, sobre Patrimonio y Sucesiones, que rebajar, aunque sea mucho, el IRPF? Pues porque ataca de lleno el derecho de propiedad, sin el que no puede existir una libertad real y efectiva, protegida por la Ley y a salvo de los abusos del Gobierno. No hay libertad sin propiedad, porque la libertad, que estriba en la propia dignidad de la condición humana -para los creyentes, por estar hechos a imagen y semejanza de Dios; para los ateos, por la integridad de nuestro cuerpo, ideas y principios- es inseparable de lo que, en uso o como fruto de esa libertad tenemos o podemos tener.
Dice Rothbard que "la libertad es el derecho a hacer lo que se quiera con lo que se tiene". Y dirá cualquier tontiprogre que, según eso, puedo matar a mi vecino o quitarle una maceta a mi vecina con mis propias manos. Pues no, porque, desde el punto de vista liberal, la vida de mi vecino es suya, no mía, y la maceta de mi vecina es parte de su libertad, que es su propiedad. La oposición académica entre Tener y Ser es una estupidez. Nadie es sin tener algo, aunque sólo sea la vida. Y con la vida, la libertad de ser o de intentar ser lo que uno quiera, incluso rico, no lo que otros quieran que sea, que seguro será pobre, o más pobre de lo que mi trabajo me permitiría.
El pestífero prestigio del socialismo ha llegado en la sociedad española a tal extremo que la mayoría de los votantes de Ciudadanos considerarían irrenunciable la libertad de religión, ideas, reunión, asociación y expresión, amén del habeas corpus y otros elementos del Estado de Derecho. Pero aceptarían como algo natural que se les prive de la libertad de conservar y legar el fruto de la libertad de trabajar, comerciar, crear o inventar algo, una capacidad tan ligada a la libertad básica del individuo que cualquier merma o limitación nos parece intolerable. Pues bien, la propiedad es la base de la libertad, porque para ser libre uno tiene que ser propietario de sí mismo, en lo físico, en lo moral y en lo material. Y aunque los socialistas de todos los partidos, incluidos los garicanos de Albert Rivera, nos quieran convencer de lo contrario, ningún Gobierno tiene derecho a multarnos vivos por haber conseguido un Patrimonio tras pagar impuestos y, menos aún, a multarnos muertos impidiéndonos legarlo en su integridad a los hijos o a quien sea. Ni el 5% ni el 10%, ni nada. Tienen, como dirían ellos, cero derecho a tocar lo que es nuestro, que es nuestra propiedad, que es, lo repito, nuestra libertad.

lunes, 27 de abril de 2015

¿PERO REALMENTE ESTAMOS YA EN LA RECUPERACIÓN?

Ramón Tamames

Doctor en Derecho y Ciencias Económicas
 
 
 
 
1. ¿PERO REALMENTE ESTAMOS YA EN LA RECUPERACIÓN?
 
Iniciamos hoy un análisis de la economía española partiendo de la pregunta del epígrafe, que en los días después de la Semana Santa y la Pascua de Resurrección (o también florida), se oye con frecuencia en toda la España maltratada por lo que debería llamarse “la crisis de nunca acabar”; que empezó en 2008 y que, globalmente, ha tenido una incidencia muy fuerte; en términos de empobrecimiento del país (y más los de bajos ingresos que los de medios y altos), con una caída oficial del 8,5 por 100 del PIB. Pero que algunos estiman en un porcentaje mucho mayor.
 
Y contestando desde el principio a esa pregunta, convendría recordar el proverbio de “cada uno cuenta la feria, según le va en ella”. Y en ese sentido, es bastante comprensible que quienes están sin trabajo, ni lo vislumbran de momento, que también oficialmente son 4,35 millones (según el INEM, paro registrado), no vean los signos de recuperación en su particular horizonte vital.
 
Pero si los hechos son tozudos para tanta gente todavía sin optimismo posible, las cifras que pueden presentarse para el caso que nos ocupa, son bastante expresivas: en 2014 ya hubo un crecimiento del PIB del 1,4 por 100, y para el 2015, la previsión se sitúa entre el 2,7 y el 3 por 100; ritmos de expansión que son muy superiores a la media de la Eurozona.
 
En lo relativo al dinamismo de la economía, también según información del INE, el crecimiento del PIB en un 1,4 por 100 en 2014 se debió, fundamentalmente, al aumento del consumo; que subió un 6,5 por 100 sobre el 2013. Debiendo recordarse aquí que en España esa magnitud representa el 65 por 100 del PIB, y cuya expansión cabe sintetizar así: caída del precio de los hidrocarburos, liberándose renta disponible para consumir en otros productos; aumento del empleo en 440.000 puestos de trabajo neto; cifras de exportación récord de bienes y servicios; y un turismo internacional que batió todos los registros, al llegar a 65 millones de visitantes foráneos[1].
 
También está contribuyendo a la recuperación económica, la nueva política del Banco Central Europeo (BCE), suministrando liquidez a la banca privada; condicionando ya cierto volumen de los recursos así asignados a la concesión de créditos a familias y pequeñas empresas, algo que se nota especialmente en el resurgir de las hipotecas[2].
 
En el sentido apuntado, cabe subrayar, en apoyo de lo anterior, las palabras del Presidente del BCE, Mario Draghi, quien manifesta que «la base de la recuperación de la Eurozona se ha reforzado claramente… por la relajación de las condiciones de crédito conseguida a través de nuevas políticas [el quantitative easing, QE, o adquisición de productos financieros por el BCE], y la depreciación del euro»[3].
 
También debe señalarse como indicador positivo –aparte de la prima de riesgo por debajo de 100, las emisiones de deuda pública a diez años en el 1,5 y las letras a corto en interés negativo[4]—, en la confianza empresarial, que en la encuesta ad hoc (su 22ª edición), aprecia un marcado optimismo en lo tocante a evolución de los negocios en 2015. Pudiendo decirse que de las expectativas de las empresas europeas para este año, las más favorables son las firmas españolas[5]. Con la especificación de que el 62 por 100 de ellas tiene la previsión de aumentar sus ventas al exterior en 2015, frente al 54 por 100 de un año antes.
 
2. ALGUNAS ESPECIFICACIONES SOBRE DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA
 
En cuanto a las perspectivas distribución personal de la renta en España –un tema que se olvida tantas veces injustificadamente—, desde el 2008 se ha producido un deterioro en sus términos, según las mediciones del coeficiente de Gini, que se expresan gráficamente como las curvas de Lorenz; con una mayor concentración del ingreso en una menor parte de la población[6]. Situación que se deriva de la crisis, y que tendencialmente podría mejorar con la recuperación, sobre todo del empleo.
 
Y ya que estamos en el espacio de los recursos disponibles de la nación en su conjunto, habría de tenerse en cuenta que con la internacionalización de la economía española, se están generando situaciones nuevas, de grandes sumas fuera del país en parte legalmente situadas y en parte no. Con dificultades para hacer precisiones al respecto, a pesar de lo cual, Gabriel Zucman, profesor de la London School of Economics y autor de «La riqueza oculta de las naciones»[7], se atreve a manifestar –con base en los datos de la Banca Nacional Suiza y estimaciones sobre la economía en jurisdicciones «offshore» de baja tributación—, que una pequeñísima parte de los ciudadanos españoles podría tener depósitos en Suiza 80.000 millones de euros; cantidad que se dispararía a 160.000 millones si se englobaran los patrimonios en todos los territorios de baja tributación[8]. Son cifras sorprendentes, sobre todo después de la amnistía fiscal de facto decretada por el Gobierno Rajoy en 2013. Y en relación con las apreciaciones anteriores, Zucman destaca que las empresas del Ibex 35 tienen presencia en territorios «offshore». Y más concretamente, las filiales del referido selectivo de cotizadas, han pasado de 561 en 2012 a 810 en 2013, un aumento del 44 por 100. Con el dato adicional de que de las 35 del Ibex, sólo Indra no tiene ese tipo de subsidiarias fuera de España.
En lo que concierne a la distribución regional de la renta, el INE nos muestra que durante la crisis ha habido cambios notables en el ranking de las regiones, situándose Madrid en 2014 en el primer puesto per cápita, con 31.000 euros, sustituyendo al País Vasco que antes se situaba en la cúspide. Observándose, al mismo tiempo, un aumento en la brecha interregional, con Extremadura en el nivel más bajo, en sólo el 50 por 100 que Madrid (15.752 euros)[9].
 
3. MAYORES INGRESOS FISCALES Y MENOR DÉFICIT PÚBLICO
 
Un elemento también positivo en las previsiones de futuro, consiste en que los ya señalados aumentos del consumo de las familias, el alza del turismo, y la lucha contra el fraude fiscal, contribuyeron a un alza del 8,2 por 100 en los ingresos por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en 2014; marcando así un nuevo máximo histórico, expresión que es del mayor esfuerzo fiscal exigido a la población española. Con un aumento global de la recaudación en un 3,6 por 100, hasta 174.897 millones de euros, según el último informe de la Agencia Tributaria (AEAT)[10]. Aparte está, naturalmente, la recaudación de la seguridad social, que en su conjunto llegó en 2014 a 131.831 millones de euros.
 
Esa mejora de los ingresos, permitió unas cuentas más alentadoras del sector público en 2014, sobre todo por la evolución en la Administración General del Estado, y en los Ayuntamientos. En cambio, y como en años anteriores, en 2014 las CC.AA. incumplieron los objetivos de ajuste de la política de austeridad. De modo que si no hubiera sido por los 5.662 millones de superávit de las corporaciones locales (0,53 por 100 del PIB), el déficit consolidado del conjunto de las Administraciones Públicas se habría disparado peligrosamente.
 
Al respecto, la opinión pública está en contra de las CC.AA. que no cumplen los objetivos, y más en concreto, José Luis Escrivá, presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), ha planteado ya la posibilidad de sancionar a las regiones que, de forma reiterada, incumplen los objetivos de déficit[11].
 
En definitiva, España cerró el ejercicio del 2014 con un déficit del 5,72 por 100, frente al objetivo del Gobierno del 5,50, pero en un nivel aceptable para las previsiones globales de la Eurozona[12]. Y de seguir en esa senda, tal vez sea factible situarnos en un déficit del 4,2 en 2016, y del 2,8 en el 2017. En la dirección de déficit cero para 2020, según se prevé en la regla de oro de la Unión Fiscal Europea, que en España ha de atenerse al artículo 135 (enmendado) de la Constitución de 1978.
 
 
[1] Como dice Francisco Javier Campo, de AECOC, “el consumo interno representa casi dos terceras partes del PIB español y era impensable que no tirase del crecimiento. Subir el IVA hubiera abortado el incremento del consumo y habría retrasado la salida de la crisis” Entrevista de Joan Carles Valero a F.J. Campo, “El consumo de bienes duraderos ha iniciado su recuperación”, ABC. Empresa, 12.IV.2015.
[2] Información del Banco de España.
[3] J.M., “La barra libre de dinero del BCE empieza a dar los primeros resultados”, La Razón, 24.III.215.
[4] El próximo mes de octubre, el Tesoro Público tiene que hacer frente al vencimiento de los 725 millones de euros que el 7.IV.15 le prestaron los inversores a un plazo de seis meses. Sin embargo, la cifra que el organismo deberá satisfacer es de 724,98 millones con lo que, por primera vez en la historia, España reintegrará una cantidad inferior a la captada. Daniel Viaña, “España, el único país periférico que ya cobra por emitir su deuda”, El Mundo, 8.IV.2015.
[5] José Luis Bonet, “El optimismo de las empresas españolas para 2015”, Perspectivas Económicas 2015, Febrero 2015, nº 259.
[6] Ramón Tamames, “Segunda clave: Economía. La desigualdad y otras ineficiencias del capitalismo del siglo XXI”, en Cuatro claves para un nuevo mundo: Ecología, Economía, No hegemonía, Armonia, pendiente de publicación, 2015.
[7] Pasado y presente, Madrid, 2014.
[8] Javier Tahiri, “La economía sumergida que no ve la luz”, ABC Empresa, 15.III.2015.
[9] Maribel Núñez, “Madrid supera al País Vasco como la comunidad más rica de España”, ABC, 28.III.2015.
[10] B. Carrascosa, “El consumo y la lucha contra el fraude disparan los ingresos por IVA a máximos”, La Razón, 1.IV.2015.
[11] R.L. Vargas, “La Autoridad Fiscal pide mano dura con las autonomías que no cumplan el déficit”, La Razón, 1.IV.2015.
[12] Francisco Núñez, “El déficit autonómico se desvía un 66 por 100”, El Mundo, 28.III.2015.
 
 
 
 
Iniciamos el presente artículo en la que nos fijamos, especialmente, en dos aspectos muy novedosos de la economía española: el cambio de modelo de desarrollo, y la evidente internacionalización del panorama económico en todas sus ramas productivas de bienes y servicios.
 
4. EL CAMBIO DE MODELO DE DESARROLLO:


MÁS INTERNACIONALIZACIÓN, MENOS CONSTRUCCIÓN
 
Siendo pertinentes las informaciones económicas que veíamos en la primera parte de este trabajo, lo más notable a destacar es que el actual crecimiento de la economía española (que ciertamente, aún tiene que cubrir más de la mitad de la renta perdida durante la crisis de nunca acabar), está haciéndose con un nuevo modelo de desarrollo. Muy distinto del anterior que recibía sus más fuertes impulsos de la industria de la construcción.
 
Sobre el cambio de modelo cabe reflexionar recordando la circunstancia de que si en 2006, los visados de los colegios de arquitectos registraron algo más de 900.000 viviendas iniciadas, en 2013, último año del que hay cifras completas, no llegaron ni a 40.000. Lo que refleja el auténtico colapso de un sector que era, insistimos, el motor de nuestra economía. En cambio, ahora significa macroeconómicamente el 5,5 por 100 del PIB, frente al 11 que era en 2007. Debiendo señalarse que por primera vez en mucho tiempo estamos en un nivel constructor similar al del resto de la UE.
 
La construcción en 2007 empleaba a casi tres millones de personas, y actualmente, sólo da empleo a un millón, sin previsiones de una recuperación espectacular: todavía es mucho lo que queda por resolver en términos de stock de viviendas sin vender. Si bien se dan algunos indicios interesantes de avance, como sucede con la rehabilitación (que en España es de sólo 0,75 por 100 anual del total stock, frente a dos en la media comunitaria), y asimismo, con el alza de las compraventas de viviendas, especialmente usadas1. Además, hay una tendencia interesante de que vamos a una mayor proporción de alquiler, lo que contribuirá a ir reduciendo el quietismo laboral de la sociedad española por el efecto de la vivienda propia.
 
En cuanto a la construcción en su conjunto de cara al futuro, Juanma Lamet manifiesta que después de siete años de recesión y resaca:
 
El mercado de la vivienda comienza a cambiar el paso. La concesión de hipotecas, las ventas y el valor de los inmuebles residenciales ya crecen, aunque lo hagan desde cotas muy bajas. De hecho, el precio de la vivienda subió en ocho CC.AA. en el primer trimestre de 2015, según los datos estadísticos de la Sociedad de Tasación. Esa noticia positiva se suma a la que dio el INE: las compraventas de inmuebles residenciales subieron un 15,5 por 100 en febrero, y lo hicieron en nada menos que 14 autonomías2.
 
Tras ese precedente sobre la construcción, volvemos a insistir, en este punto hace que ya nos situemos en un modelo de crecimiento basado en la internacionalización de la economía española. Con exportaciones de bienes (240.000 millones de euros en 2014) y servicios (no menos de 100.000 millones en el mismo año) que en el 2013 y 2014 nivelaron la balanza por cuenta corriente, con una fuerte expansión en frentes como ingeniería, construcción, servicios urbanísticos, transportes, banca y seguros, etc.
 
En ese cambio de modelo, coincidimos con el Prof. Rafael Pampillón, de la Universidad de Alcalá de Henares, quien subraya “la necesidad de reforzar ese patrón de crecimiento basado en las exportaciones y en la producción de bienes y servicios de alto nivel tecnológico; para continuar reduciendo los desequilibrios en las cuentas públicas y del mercado inmobiliario, y mantener el equilibrio del sector exterior”3.
 
La clave de esta evolución, por la que todavía no cabe tirar cohetes, radica en la ecuación de competitividad; con sus dos términos de productividad y tipo de cambio del euro. En el primer caso, el aumento ha sido de un 25 por 100 (del 35 en las empresas del Ibex), por la reforma laboral que permitió adelgazar nóminas manteniendo producciones para la exportación más que nada. Y en segundo lugar, por la política del BCE de depreciar el euro para hacer más factibles nuestras exportaciones; con una caída respecto al dólar del 30 por 100 respecto del nivel que tenía en 2008 (de 1,50 a 1,06 dólares por euro).
 
5. OTROS FACTORES DE LA INTERNACIONALIZACIÓN
 
Que la referida internacionalización avanza, también se aprecia, en los últimos meses, por el hecho de que las empresas españolas están embarcadas en lo que es una nueva fase de expansión internacional, confirmando así la recuperación de la economía y la renovación de la confianza empresarial. En cinco meses (noviembre 2014/marzo 2015), se anunciaron operaciones por más de 19.000 millones de euros. En ese sentido, Repsol adquirió el 100 por 100 de la canadiense Talisman Energy, BBVA aumentó el 25 por 100 al 40 por 100 su participación en el banco turco Garanti, y en el mes de marzo Banco de Sabadell absorbió las 631 sucursales del británico TSB; en tanto que Corporación Logística de Hidrocarburos (CHL) compraba una red de oleoducto de 2.000 kilómetros y 16 instalaciones de almacenamiento en Reino Unido. Por mencionar sólo algunas de las grandes inversiones recientes4. En definitiva, las compañías estrella de la Bolsa española apostaron hace años por la internacionalización del negocio y la apuesta se refleja cada vez más en sus cuentas5.
 
Por otro lado, señalaremos que, el conjunto de las compañías del Ibex facturó 432.031 millones en 2014, siendo el 61,5 por 100 de esas ventas de su negocio internacional; frente al 59,9 por 100 de 2013. Y eso que la aportación del negocio exterior de las grandes cotizadas habría sido bastante mayor sin las fuertes depreciaciones de algunas divisas (Venezuela, Brasil, Argentina, México, etc.) respecto al euro; un factor que perjudicó a empresas con fuerte presencia en tales países como Telefónica, Santander, Gas Natural, BBVA, Iberdrola, Mapfre e Indra, entre otras6.
 
Otro aspecto de la internacionalización en curso es la actitud española adoptada ante el caso de China, al crear su Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB, por sus siglas en inglés), la primera institución financiera multilateral que no estará dominada por Estados Unidos o alguno de sus aliados: 45 países han solicitado ser miembros fundadores de la institución -entre ellos España-, pese al rechazo explícito de Washington DC7, al que sólo ha seguido el gobierno de Tokio.
 
Por lo demás, el crecimiento español, como el de toda la Eurozona, está amenazado por diversidad de posibilidades, como la desaceleración en Asia, o lo que pueda pasar con Grecia.
 
Y como siempre, el autor queda a la entera disposición de los lectores de Republica.com, en el correo electrónico castecien@bitmailer.net.
 
1 Ramón Tamames, Conferencia sobre la Industria de la Construcción y sus perspectivas, Córdoba, 10.III.2015, con abundante bibliografía; edición restringida
2 Juanma Lamet, “El precio de la vivienda ya sube en ocho autonomías”, Expansión, 10.IV.2015
3 Rafael Pampillón y Cristina Mª de Haro, “El crecimiento se intensifica y se reducen los desequilibrios”, Expansión, 28.III.2015
4 William Chislett, “La expansión internacional de las empresas españolas”, ABC, 1.IV.2015
5 A. Fernández, “La mitad de las empresas del Ibex logra más del 60 por 100 de las ventas en el exterior”, Expansión, 3-4.IV.2015.
6 “Otras depreciaciones más dañinas”, El País, 2.IV.2015.
7 Macarena Vidal Liy, “China atrae a 45 países al banco multilateral nacido a espaldas de EE.UU.”, El País, 1.IV.2015