I. INTRODUCCIÓN
Decía Mises en su libro “La Acción Humana” que los medios deben analizarse
en virtud de su aptitud para el cumplimiento de sus fines (VON MISES, 1998, p.
13). Esta idea es discutible en diversos aspectos pero el análisis de la
aptitud de los medios es un buen punto de partida. Es decir, aunque los medios
del socialismo son claramente contrarios al principio de no-agresión, también
pueden analizarse desde su ineficiencia para lograr los fines propuestos. De
esta manera uno puede decir que el socialismo no solamente es perverso sino inútil.
Eso es lo que hace Mises (1998, p. 692) y también Hayek (1945) al analizar si
una cabeza buena, pura y santa como “el gran hermano” es capaz de conocer todas
las variables. Algo imposible en física inclusive sin negar un determinismo
como lo hace Lorenz (1993); mucho menos en economía donde las necesidades
humanas las conoce cada persona individual única y exclusivamente (VON
HAYEK, 1945, p. 16; VON MISES, 1998, p. 19). El análisis de la ineptitud de los
medios para alcanzar los fines es básicamente un análisis praxeológico. Aunque
la verdad me parece difícil no ponerle algunas valoraciones.
De esta misma forma cabe preguntarse por un problema más concreto ¿el
asistencialismo público es un medio eficaz para resolver la pobreza? ¿Qué se
entiende por asistencialismo público? Básicamente para efectos de este
escrito puede entenderse como los proyectos sociales que ejecuta el estado
que en sentido estricto implican transferencia de bienes o dinero por
unas condiciones de “pobreza” definidas previamente por un burócrata.

En este artículo se revisa en primer lugar cómo consigue la plata el estado
para el asistencialismo. En la consecución del dinero para regalar, lo hace vía
impuestos además e regulaciones. Esto genera más pobreza porque impone
restricciones concretas al emprendimiento y la contratación de personas debido
a las elevadas tasas tributarias. Disminuye y anula la posibilidad de inversión
sobre todo en la base de la escalera lo que en últimas es una destrucción de
riqueza. ¿Cómo si le duele la pobreza genera pobreza mediante empresas que no
nacen o despidos que se realizan? En segundo lugar, se mira que también el
asistencialismo del estado está manejado por burócratas que escasamente tienen
contacto con la gente, cosa que no pasaría en un sistema de solidaridad
privada. Eso hace que el burócrata se base en criterios arbitrarios que exigen
a las personas certificados expedidos por otros burócratas. Los certificados
expedidos por otros burócratas generan un sesgo de selección porque los más
necesitados tienen mayores costos para acceder a esos certificados que otros.
Este punto también toca el incentivo que esto genera a favor del ocio, lo que
hace más escaso/costoso el factor de producción más escaso: ¡el trabajo!
Finalmente, se hacen unas reflexiones basadas en ideas de Mises, en concreto a
que si queremos resolver el problema de la pobreza, la solución es generar
riqueza. La riqueza solamente puede generarse del ahorro y el aumento de la
productividad del trabajo. Además, para distribuir la riqueza primero hay que
generarla. Esto porque como decía Bastiat, la fraternidad es espontanea por eso
su decreto la aniquila ¿por qué? ¡De eso trata el artículo!
II. ¿CÓMO CONSIGUE EL ESTADO LA PLATA QUE REGALA?
Pieter Brueghel. EL RECAUDADOR DE IMPUESTOS
¿Cómo consigue el estado esos diversos subsidios? Si uno quiere
regalar riqueza necesita conseguirla y expresada en dinero. El estado es
un ente esencialmente improductivo, no vende nada que la gente quiera comprar,
así que obliga a la gente a pagar impuestos. La carga impositiva que no
solamente se ve en forma de costos monetarios sino también de transacción
bloquea el emprendimiento de miles de pequeñas empresas que muchos podrían
hacer. Esa imposibilidad de crear empresas sostenibles es simple y llanamente
riqueza que no se produce.
Pero de una manera más concreta ¿cómo se puede ver en concreto la pobreza
que generan los impuestos? Uno de los problemas se puede ver en este artículo
de este blog Debe
crearse riqueza antes de que la podamos dar a los pobres. El efecto
multiplicador de una lavadora es incalculable, inclusive es curioso que en una
investigación en la que participé sobre prácticas socialmente responsables de
una empresa de Flores en Colombia hay un caso curioso. Una empresa se dio
cuenta que sus trabajadoras los lunes tenían mayores pérdidas en los cortes de
flores. ¿Por qué? Porque los domingos tenían que lavar ropa a mano. Las
ayudaron a financiar lavadoras, mejoraron su “calidad de vida” y disminuyeron
las pérdidas de la empresa. La única objeción que le hago al artículo es que el
emprendimiento social también genera riqueza, pero no el asistencialismo del
que se está hablando. Así que las empresas que no nacen son pequeños cambios
que no nacen en la vida de la gente, que a la larga lentifican el proceso de
producción.
El estado impone a los empleadores un salario mínimo. Los efectos de
los precios mínimos implican generar sobreoferta. Los economistas matemáticos
hacen una gimnasia mental para explicar curvas de oferta y demanda y pérdidas
irrecuperables de eficiencia. Tienen razón pero hay una explicación mucho más
simple y accesible a cualquiera. Al fin y al cabo, subir el salario más allá de
lo que un empleador puede pagar genera desempleo (VON MISES, 1998, p. 595) Para
eso se recomienda el video Edgar el
“explotador”. Esta es una muestra que el salario mínimo genera desempleo.
Simon el personaje del video posiblemente acabe en un centro asistencial del estado.
¿Por qué se generan esta clase de problemas? Básicamente esto está en la
forma como actuamos los seres humanos. Para conocer el valor de los bienes y
servicios se requiere el cálculo económico, y la medida para éste es el
dinero (VON MISES, 1998, p. 232). Los seres humanos vivimos
del cálculo económico, esto en una economía de mercado donde no hay
inflaciones excesivas es posible pues permite proyectar el valor de bienes y
servicios. Además cualquier actividad empresarial requiere conocer el precio de
las cosas como brújula para conocer su rentabilidad (VON MISES, 1998, p. 230).
Al fin y al cabo, al aumentar los costos vía impuestos o regulaciones esto hace
que se prescinda de una mayor inversión y de una mayor vinculación de personas.
Es un principio práctico que no tiene misterio, eso pasa, porque así actuamos
los seres humanos. Menor inversión, menor emprendimiento y menores trabajos
productivos son menor riqueza: ¡así de simple!
¿Cómo se traduce esto en ejemplos monetarios? En Colombia el salario mínimo
es de $644.350 [Alrededor de USD 300], pero ¿ese es el costo para un empleador
que cumple la ley? El empleador no se pregunta si es el salario mínimo lo que
tiene que pagar, se pregunta cuánto tiene que pagar sin importar los
impuestos, regulaciones, descansos, cotizaciones, etc (VON MISES, 1998, pp.
598-599). El empleador en Colombia cumpliendo la ley tendría que pagar más o
menos $1.100.000, alrededor de un 70% adicional al mínimo. Pero el trabajador
no recibe esa suma, y la seguridad social y otras prestaciones imponen
restricciones a lo que recibe el trabajador (VON MISES, 1998, pp. 598,
613).
Como el problema más que de empleo es de generación de riqueza ¿cómo les va
a los creativos y los emprendedores en Colombia? Las tasas efectivas de
tributación (Impuestos pagados/utilidad) en Colombia son altísimas y al igual
que las normas de salario mínimo afectan más a las pequeñas y medianas empresas
(FEDESARROLLO, 2014, pp. 10-11). Buenas ideas de pequeños negocios hay muchas,
inclusive inician acciones empresariales pero aunque saben hacer su idea no
conocen las inmensas reglas impositivas del estado. Lo cuento
con conocimiento directo de causa por haber asesorado pequeños, medianos
empresarios y a la vez habiendo conocido directamente los costos tributarios y
de transacción en Colombia.
Tanto los impuestos como el salario mínimo son para ayudar a los pobres,
pero irónicamente afectan más a los pobres. Las tasas en pequeñas y
medianas empresas en Colombia son mayores al 74,7% llegando a superar el 100%
(FEDESARROLLO, 2014, p. 11). ¿Quién innova en un sistema de esclavitud
empresarial? Esas sumas de las tasas efectivas de tributación implican dinero
que no se reinvierte en otras actividades empresariales, o que implica el
despido como la no contratación de trabajadores. Un pequeño análisis numérico
de lo que implican estas sumas es escalofriante.
Todo este tema puede resumirse de manera sencilla: En otras palabras,
para conseguir subsidios para los pobres el estado cobra
impuestos e impone regulaciones que generan pobreza.
III. LOS PROGRAMAS ASISTENCIALES DEL ESTADO
Fila para participar en el programa familias en Acción. Foto en http://diarioadn.co/bogota/mi-ciudad/largas-filas-en-bogot%C3%A1-1.31995
Una vez comprendida la financiación cabe preguntarse ¿Qué producen los
programas asistenciales? La pregunta luego de ver la imagen del programa
asistencial colombiano Familias en
Acción parece obvia: ¡FILAS! Entremos en detalle… bueno un paréntesis ¿a
cuántos cree que devolvieron porque tenía malos los papeles?… El estado por
su parte de las sumas que recauda, utiliza parte para financiar una burocracia
pesada que se dedica a crear programas asistenciales. Ya hay un trámite que
genera elevados costos antes de darle plata a los pobres. Hay varias
consecuencias que a la vez agudizan el problema de la pobreza. El análisis de
contexto es el colombiano que conozco.
En primer lugar, estos programas tienen problemas en cuanto a que producen
un sesgo de selección: ¡ni siquiera llegan a los más pobres! El burócrata no
puede entrar a mirar las condiciones sociales de una persona ¿qué hace? ¡Le
pide certificados! Y esos certificados los expiden otros burócratas. Los más
pobres son sometidos a viajes de una esquina a otra, de una oficina a otra,
sello tras sello, una fila gigante como la de la imagen. Eso implica dinero,
esfuerzo, tiempo y conocimiento que al final los que más lo necesitan son
incapaces de acceder a ello ¿qué hace alguien enfermo que no puede hacer esa
fila? En cambio, algunos no tan pobres pueden darse el lujo de conseguir los
certificados y acceder a beneficios asistenciales. Es curioso que en
una empresa el trabajador de base prestaba dinero al jefe. Me pareció rarísimo,
pero me explicaron que mientras el trabajador de base tiene subsidios, el jefe
no los tiene.
Aun si no existiera este problema muchos optan por quedarse con una
mentalidad de pobreza y de considerar el asistencialismo un derecho. Inclusive
en varios de los programas asistenciales personas con empleos renunciaban a
ellos porque era mejor recibir menos pero no trabajar. Es que cualquiera
prefiere el ocio: ¡el trabajo cuesta! (VON MISES, 1998, pp. 584,588,600). Eso
vuelve e ingresa en la cadena de retroalimentaciones que agudizan el problema.
Si gente que puede y tiene trabajo (léase bien sea como subordinado o como emprendedor)
que produce riqueza (no abrir huecos por la mañana y cerrarlos por la tarde
como proponen los keynesianos) renuncia porque hay una asistencialismo, hay
riqueza que deja de generarse, se dejan de producir ciertos bienes, producción
que habría beneficiado a otros. En conclusión: ¡más pobreza!
Mises reconoce que en ciertos casos se requiere de la asistencia, pero eso
debe hacerse de manera privada y ésta puede llegar a afectar el mercado laboral
(VON MISES, 1998, p. 600). Entre otras porque conociendo directamente a la
persona se sabe qué necesita y qué no necesita, cosa que el burócrata evalúa
con base en certificados debidamente expedidos por otros burócratas. ¿Por
qué dejar al burócrata que evalúa con base y sellos y certificados la
asistencia directa que puede dar una persona directamente acudiendo a su
conciencia? (VON MISES, 1998, p. 836) ¿Por qué someter a la clasificación
sistemática y burocrática a una actividad que requiere un encuentro con el
otro? Inclusive esto se relaciona con la imposibilidad que presenta Hayek que
tiene el “gran hermano” para recopilar la información de mucha gente. Es
imposible conocer las necesidades de cada uno pues son íntimas, pero puede
aproximarse más una persona si tiene un contacto directo, no una estadística.
Recapitulando el asistencialismo público afecta negativamente el mercado de
trabajo. La asistencia monetaria lleva a la elección del ocio, ¿para qué
trabajo si sin trabajar me dan dinero? Tiene sesgos de selección enorme porque
los más necesitados no pueden cubrir los costos de transacción que impone el
sistema, cosa que otros no tan pobres sí. Adicionalmente, la actividad
burocrática no ve personas individuales sino certificados, sellos y necesidades
básicas insatisfechas.
IV. REFLEXIONES FINALES: ¡Volver al mercado!
Las penurias de la gente son generadas precisamente por la falta de
capitalismo (VON MISES, 1998, p. 832) ¿Qué otra forma hay para generar bienes y
servicios que no sean el aumento de la productividad del trabajo y la inversión
en capital? (VON MISES, 1998, p. 850). A medida que la sociedad pueda generar
más riqueza, podrá tener más fondo para ayudar a las personas más necesitadas
(VON MISES, 1998, p. 833). Si el intervencionismo no generara sus múltiples
impuestos y regulaciones habría suficientes fondos para la actividad solidaria
(VON MISES, 1998, p. 834). Es claro que muchas personas sentimos la necesidad
de ayudar a otros, pero esa ayuda no se puede dar a través de métodos que
afecten la riqueza (VON MISES, 1998, p. 835), el fin de la actividad solidaria
es generar o distribuir riqueza, no destruirla.
Básicamente, los programas asistenciales se financian con impuestos. Los
impuestos reducen la inversión que generaría riqueza y la participación de
otros en su generación. Esto tiene efectos multiplicadores a largo plazo.
Adicionalmente, los burócratas entre sus sellos y certificados acaban
seleccionando más a oportunistas que viven de la riqueza ajena que personas que
realmente tendrían una necesidad asistencial. Esto acostumbra al ocio a
personas que podrían participar en la generación de riqueza, por eso, el
asistencialismo en la medida que afecta la oferta de empleo y el emprendimiento
presenta un interés para el economista (VON MISES, 1998, p. 600).
Por eso la mejor solución para los pobres, no es hablar de la pobreza sino
generar riqueza ¿y qué otro medio hay que el ahorro y el aumento de la
productividad en el empleo? Además, ¿no es más humano permitirle a todas las
personas generar riqueza desde sus talentos?
Hay dos preguntas adicionales. Si el fin no es coherente con el medio -pues
este asistencialismo genera pobreza- ¿será realmente la intención de los
políticos luchar contra la pobreza? En segundo lugar, está la pregunta que en
finanzas públicas se conoce como crowding out al ciudadano
común ¿le importará ayudar a los que verdaderamente lo necesitan? La respuesta
suele ser “¡yo pago impuestos!”. Con razón decía Bastiat: “La
fraternidad es espontánea o no lo es. Decretarla es aniquilarla.”
V. LECTURAS RECOMENDADAS Y BIBLIOGRAFÍA
1. VON MISES, L. (1998). HUMAN ACTION. A TREATISE ON ECONOMICS (L. V.
M. Institute Ed.). ALABAMA, USA: Ludwig Von Mises Institute. Yo uso la
versión inglesa: https://mises.org/sites/default/files/Human%20Action_3.pdf Pero
en Español está en http://es.scribd.com/doc/130780300/La-Accion-Humana-de-Ludwig-von-Mises-pdf#scribd
Recomiendo los capítulos
– PP. 584-630 CHAPTER XXI Work And Wages.
-Punto 2. Poverty. PP. 831-836. Dentro del capítulo: Welfare principle vs
market principle
5. FEDESARROLLO. (2014). La Reforma Tributaria y su impacto sobre la Tasa
Efectiva de Tributación de las firmas en Colombia. Retrieved from http://www.larepublica.co/sites/default/files/larepublica/Doc%20Ref%20Tributaria%20Fedesarrollo_Dic_12%20CPC.pdf
6. LORENZ, E. (1993). THE ESSENCE OF CHAOS. London: UCL Press
Limited. En http://es.slideshare.net/hafsakamous1/the-essence-of-chaos
7. VON HAYEK, F. A. (1945). “The Use of Knowledge in Society”. American
Economic Review, XXXV(4), (511-517). En http://object.cato.org/sites/cato.org/files/articles/hayek-use-knowledge-society.pdf
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