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domingo, 19 de julio de 2015

¿Y si el oro da la sorpresa? Dos factores que podrían hacerlo subir

Las prespectivas sobre la subida de tipos en Estados Unidos y la solución de la crisis griega han lastrado el precio del oro a mínimos de ocho meses... pero esta situación se podría revertir


Foto: Primer cajero automático de oro (Efe)
Primer cajero automático de oro (Efe)

 
Esta semana ha servido para sacar al mercado de oro de su letargo y protagonizar la ruptura a la baja que los inversores de corto plazo llevaban esperando todo el año. Los futuros del metal precioso han caído hasta su nivel más bajo en ocho meses y la onza se sitúa en el entorno de los 1,140 dólares.
Los dos factores que han sido determinantes para que ello se produzca son el acuerdo sobre el rescate de Grecia -y, sobre todo, que se ha evitado el temido 'Grexit'- y la insistencia de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, en la subida de tipos en Estados Unidos antes de que acabe el año.
Así, el primero despeja incertidumbre sobre el futuro del euro tal y como lo conocemos, con lo que los inversores que se habían puesto a salvo en el activo refugio por excelencia salen de sus madrigueras para asumir un mayor riesgo. Mientras que el segundo supone un fortalecimiento del dólar y un incremento de los tipos de interés reales, algo que no juega a favor del metal precio.
Sin embargo, aunque el consenso del mercado es claramente bajista en sus perspectivas sobre el precio del oro y sitúa la onza en los 1,180 dólares de precio medio a finales del tercer trimestre según de los analistas recogidos por Bloomberg, hay dos razones por las que algunos agentes del mercado piensan que la tendencia se puede revertir.

El colapso de China

Por un lado, China, que aunque puede considerarse que una ralentización de su economía repercutirá en la demanda de materias primas, entre las cuales se encuentran los metales preciosos, lo cierto es que esa misma crisis, o posible crisis, puede jugar a favor del lingote.
No en vano, China no es un país cualquiera, es la segunda potencia económica del mundo y en estos momentos uno de los puntos calientes del planeta que más preocupa a los mercados internacionales. El desplome de su bolsa, hasta un 32% entre el 12 de junio y el 8 de julio, no ha hecho sino saltar las alarmas sobre la importancia de lo que está ocurriendo en el gigante asiático.

Fuente: Bloomberg
Fuente: Bloomberg
En este sentido, muchos de los inversores que habían visto en el mercado chino la gallina de los huevos de oro, con una subida del 150% del Shanghai Composite en los últimos doce meses, se han dado cuenta del riesgo cada vez mayor de estallido que entraña este mercado. En las últimas semanas, más de 1,000 valores se han hundido más del 10% de límite impuesto por los reguladores y han sido suspendidos de cotización.

Los chinos tienen ahorros por 3 billones

Esto se traduce en una salida masiva de la renta variable y de los fondos de inversión. Pero el dinero no sale sin más, los inversores siempre quieren ponerlo en otra parte antes de tenerlo debajo del colchón… ¿Y qué activo se beneficia históricamente del pánico de los mercados? Efectivamente, el oro.
De hecho, durante las primeras cuatro sesiones del mes de julio, el volumen depositado en el Shanghai Gold Exchange ha sido seis veces superior hasta las 597 toneladas métricas -según el portal de noticias chino Ifeng-. Además, el volumen negociado en el mes de junio fue un 20% superior al registrado en el mismo periodo de 2014.
Por otro lado, hay un dato que no se puede obviar y es que China es un país que se caracteriza por una elevada tasa de ahorro entre la población. De hecho, el dinero que sus ciudadanos tienen guardado en la hucha alcanza los 3 billones de dólares y sólo un 10% del total se encuentra invertido en oro… de momento.

Compras masivas de bancos centrales

El segundo motivo que esgrimen los expertos que auguran un posible rebote del metal precioso es el de las compras por parte de los bancos centrales. En el primer trimestre del año, adquirieron alrededor de 119,4 toneladas de oro. Aunque se trata de una cantidad similar a la registrada el año pasado en el mismo periodo, lo cierto es que se trata del décimo séptimo trimestre consecutivo en el que los bancos centrales son compradores netos de oro.
El caso más llamativo es el de Rusia, que ha incrementado sus reservas a lo grande en los últimos años. En el primer trimestre de 2010 contaba con 676 toneladas mientras que en primer trimestre de 2015 estas eran casi el doble, 83% de subida, que se dice pronto.
Y no es el único país que lo está haciendo… Turquía ha pasado de las 116,1 toneladas a las 513 toneladas en ese mismo lapso de tiempo, mientras que Kazakhstan ha elevado el oro almacenado en un 169,6%.
No en vano, cuando un país se enfrenta a una crisis, su banco central reacciona acumulando oro para ganar la credibilidad que su economía no le aporta y en estos momentos a lo largo y ancho del globo hay demasiados puntos calientes como para ignorar esta circunstancia.

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