El nivel de productividad y su crecimiento determinan la evolución de, entre otras variables macroeconómicas, la renta per cápita, los salarios y los precios de una economía. Asimismo, la productividad influye en decisiones clave de la empresa como son, por ejemplo, la decisión de internacionalizarse y el grado de complejidad de la estrategia de internacionalización. El estudio de las regularidades empíricas que caracterizan a la productividad, así como de los factores determinantes de ésta, es esencial de cara a conocer las fortalezas y debilidades de una economía moderna y su potencial de crecimiento a largo plazo. En España, varios autores han abordado el estudio de los elementos subyacentes a la evolución de la productividad desde distintas ópticas (agregada, sectorial y empresa). No obstante, la creciente relevancia que la literatura económica asigna al papel de la heterogeneidad empresarial, así como la mejora en la disponibilidad de datos, se ha traducido en un mayor interés por el análisis de la productividad a nivel empresa. Adoptando distintas metodologías, los resultados de la literatura hasta la fecha han puesto de manifiesto la importancia de las actividades tecnológicas, el capital humano o las instituciones del mercado de trabajo como determinantes relevantes de la eficiencia empresarial.
En segundo lugar, profundizamos en el estudio de los determinantes de la productividad de la empresa manufacturera, prestando especial atención al papel del capital humano. A diferencia de otros estudios, la adopción de una perspectiva temporal amplia permite establecer los patrones de comportamiento a medio plazo de la productividad del sector manufacturero español. En este ámbito, observamos que las empresas han asistido a un cambio pronunciado en la composición del empleo hacia un nivel de formación más elevado. No obstante, los datos de la Encuesta sobre Estrategias Empresariales (Fundación SEPI) sugieren que queda mucho camino por recorrer dado que más de un 80% de la plantilla de la empresa promedio todavía tiene baja formación. Los resultados de este trabajo señalan que productividad y capital humano son parámetros íntimamente ligados, cuya relación ha cambiado a lo largo del tiempo. Al final de la muestra, por ejemplo, se obtiene el efecto cuantitativamente más relevante: elevar en 10 puntos porcentuales la proporción de trabajadores con alta cualificación se asocia a un incremento del 7,7% de la productividad por empleado. Además del capital humano, los resultados resaltan la importancia de otros factores como determinantes de la productividad. Entre ellos, se destaca el grado de apertura de la empresa, la consecución de resultados en la inversión en I+D, el grado de participación extranjera en el capital social o el tamaño de empresa como factores precursores de la productividad.
Detrás del crecimiento de la productividad aparente del trabajo ha estado fundamentalmente la acumulación de capital, más que la mejora de la eficiencia empresarial en el uso de los factores productivosNosotros, en primer lugar, tratamos de identificar las regularidades empíricas que caracterizan a la productividad de las empresas desde el inicio de la década de los noventa. Utilizando un enfoque microeconómico, y en consonancia con la evolución mostrada por los datos agregados, el análisis revela que las empresas productoras de bienes en España y con un tamaño superior a 10 empleados han visto crecer su productividad de forma sostenida durante los últimos veinte años. Si bien el crecimiento de la productividad aparente durante la crisis se apoyó en la destrucción de empleo, la tendencia para el conjunto del período se puede considerar claramente positiva a pesar de las desviaciones cíclicas. En contraste con lo que cabía esperar en un período caracterizado por la implantación de las nuevas tecnologías, la mejora de la productividad total de los factores (PTF) ha sido más limitada. Más aún, se observa un deterioro preocupante en el componente tendencial de la PTF que se agudiza con el comienzo de la crisis. Este resultado indica que detrás del crecimiento de la productividad aparente del trabajo ha estado fundamentalmente la acumulación de capital, más que la mejora de la eficiencia empresarial en el uso de los factores productivos.
En segundo lugar, profundizamos en el estudio de los determinantes de la productividad de la empresa manufacturera, prestando especial atención al papel del capital humano. A diferencia de otros estudios, la adopción de una perspectiva temporal amplia permite establecer los patrones de comportamiento a medio plazo de la productividad del sector manufacturero español. En este ámbito, observamos que las empresas han asistido a un cambio pronunciado en la composición del empleo hacia un nivel de formación más elevado. No obstante, los datos de la Encuesta sobre Estrategias Empresariales (Fundación SEPI) sugieren que queda mucho camino por recorrer dado que más de un 80% de la plantilla de la empresa promedio todavía tiene baja formación. Los resultados de este trabajo señalan que productividad y capital humano son parámetros íntimamente ligados, cuya relación ha cambiado a lo largo del tiempo. Al final de la muestra, por ejemplo, se obtiene el efecto cuantitativamente más relevante: elevar en 10 puntos porcentuales la proporción de trabajadores con alta cualificación se asocia a un incremento del 7,7% de la productividad por empleado. Además del capital humano, los resultados resaltan la importancia de otros factores como determinantes de la productividad. Entre ellos, se destaca el grado de apertura de la empresa, la consecución de resultados en la inversión en I+D, el grado de participación extranjera en el capital social o el tamaño de empresa como factores precursores de la productividad.
Esta entrada es una versión reducida y editada del artículo Capital humano y productividad: un análisis de la empresa manufacturera en España desde principios de los 90, publicado en el número 144 de PAPELES DE ECONOMÍA ESPAÑOLA.
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