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domingo, 25 de octubre de 2015

Richard Cantillon

Enrique García Sáez

Richard Cantillon (I) – La vida del economista, empresario y especulador




Cantillon sobre la razón de ser de los empresarios: Ellos compran a un precio conocido para vender a un precio desconocido.
Una frase simple y sencilla que recoge el papel del empresario (o de un especulador, a veces me cuesta diferenciarlos) en la mente de Cantillon: el empresario se enfrenta a incertidumbre inerradicable. Muchos economistas tanto actuales como pasados ignoran el papel del empresario en la economía, y así dejan constancia en sus obras y escritos (mundo walrasiano). Pero en el siglo XVIII, Richard Cantillon ya había descubierto las claves de la función empresarial y gran parte de ello se debe a su trayectoria vital y a su experiencia desde joven en el mundo de las finanzas en el siglo XVIII. Y es que Richard Cantillon fue un gran economista, pero sobre todo fue un gran especulador o empresario.
Procedencia e inicio
Richard Cantillon nació en Irlanda, concretamente en County Kerry. La fecha exacta no es conocida pero se intuye que fue entre 1680 y 1690. Nuestro personaje provenía de una familia de nobles de la zona, con una buena reputación y posición social. Sin embargo, con la entrada en escena de la Revolución Inglesa y el dominio de Cromwell el bienestar económico y social de los católicos irlandeses empezó a verse amenazado. Los nobles irlandeses y sus familias (denominados wild geese) acabaron siendo desposeídos de sus propiedades y obligados a abandonar Irlanda. Por suerte para la familia de Richard Cantillon, su tío Sir Daniel Arthur se dedicaba a la banca y pudo transferir al continente gran parte de recursos de la familia y guardarlo en un lugar más seguro para ellos, concretamente en Francia.
Sus primeras pinceladas como especulador
Una vez en Francia, y gracias a los contactos en la banca de su tío Sir Daniel, el joven Cantillon pudo conseguir su primer trabajo como asistente o auxiliar de cuentas de James Brydges, el tesorero encargado de las fuerzas inglesas en la Península Ibérica. Por aquel entonces, los ingleses participaban activamente en la Guerra de Sucesión española (1702-13). El empleador de Cantillon acabó teniendo mucho éxito en su misión de proveer de bienes materiales y lograr contratos para las tropas inglesas en España. De hecho, James Brydges fue ennoblecido como Lord Caernarvon y posteriormente se le otorgó el título de Duque de Chandos. James Brydges fue considerado uno de los mayores empresarios y beneficiarios de la Guerra de Sucesión y del siglo XVIII. Gracias a las cartas que el ya ennoblezido Lord Caernarvon dirigía a su empleado sabemos que el joven Cantillon fue un brillante especulador de divisas. La tarea de conseguir contratos de suministro para la península exigía en muchos casos el cambio de moneda y Cantillon hizo ganar a su empleador o jefe una gran fortuna en los intercambios de bienes y divisas entre España y Londres. De hecho, una vez que Lord Caernarvon vuelve a Inglaterra le ofrece a Cantillon un cómodo puesto de trabajo. Sin embargo Cantillon no aceptó y volvío a Francia una vez acabada la Guerra de Sucesión española.
Vuelta a París y el logro de una fortuna
En su vuelta a París empieza a trabajar con sus vínculos de la banca, en concreto en el banco de un primo suyo. El final de la Guerra de Sucesión (1713) coincide prácticamente con el ascenso de John Law (ver Law y el Sistema del Mississippi) como director de la política financiera de la corona francesa (1716). Richard Cantillon conoció a John Law y llegaron a tener una relación de amistad, incluso llegaron a trabajar juntos a través del inglés Joseph Edward Gage, en la misión de organizar una expedición de colonos a Luisiana (expedición que será dirigida por el hermano de Cantillon: Bernard). Fruto de esta relación, Cantillon fue uno de los primeros accionistas de la Compañía del Mississippi, concretamente con la emisión del primer tramo de acciones a un coste 150 livres cada una. Cuando en 1719 las acciones rondaban el precio de 2000 livresCantillon empezó a dudar sobre si Law era capaz de mantener la cotización subiendo. Es entonces prevé que habrá un crash en la cotización de la Compañía del Mississippi, vende sus acciones y se va a Italia. Sin embargo, falla en su primer pronóstico y la cotización alcanza las 10000 livres incluso por momentos las 18000. En la primavera de 1720 vuelve a París más convencido aún de que el sistema que Law había creado era insostenible. En concreto le parecía imposible y además con mucha razón que Law fuese capaz de expandir la oferta monetaria, reducir los tipos de interés y revaluar la moneda con respecto al oro y la plata (todo ello al mismo tiempo). Convencido de ello, toma posiciones agresivas contra la moneda francesa. En el momento en el que Law se entera de ello ordena la orden y captura de Cantillon que consigue escapar a Italia, donde aumenta su posición bajista sobre la moneda francesa (se supone que apostó por conservar oro y plata y deshacerse de todas laslivres). La dura realidad acabó imponiéndose y dándole la razón a Richard Cantillon, que amasó una gran fortuna.
Nuestro especulador no se cansó de ganar dinero y consiguió repetir otra magistral operación en otra conocida burbuja: la del South Sea Company o la Compañía de los Mares del Sur. Al parecer por los mismos años se produjo un evento de euforia bursátil en la Compañía de los Mares del Sur (inglesa) sobre las que se habían depositado grandes expectativas. En este caso Cantillon pudo obtener una importante revalorización en las opciones de compra que se emitieron sobre la compañía en los primeros años. La compañía se funda en 1711 y su burbuja estalla en 1720, prácticamente de manera paralela a la de la Compañía del Mississippi. La compañía obtuvo en 1711 el monopolio del comercio en América de la corona británica (clandestino ya que la corona española no lo permitía). La corona británica también tenía problemas financieros, por esa razón la Compañía de los Mares del Sur titulizó deuda pública (es posible Law podía haberlo copiado). Cuando termina la Guerra de Sucesión la corona española se afianza en sus colonias lastrando muchas de las posibilidades inglesas de beneficio en América). Aún así, se realizó una campaña de propaganda estableciendo altas expectativas de beneficio sobre la compañía, pero la realidad se puso de manifiesto (importantes obligaciones de deuda y pobres resultados) casi de forma paralela a la caída del Sistema del Mississippi. El valor de las acciones se multiplicó aproximadamente por 10 en 9 años:
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Problemas legales y un último enigma
Richard Cantillon había amasado una gran fortuna, pero una serie de problemas legales se le aparecieron. Algunos de sus exclientes en su banco de París se habían arruinado y en el proceso de ajusticiamiento para eximirse de sus pagos y de sus responsabilidades y obligaciones le echaron la culpa a Cantillon por lo ocurrido en 1720. Las demandas prosperaron y Cantillon se enfrentaba a la justicia francesa. La versión oficial cuenta que Cantillon fue asesinado por su cocinero francés y que el asesino quemó la casa, destruyendo las pruebas y haciendo desaparcer el cuerpo de Cantillon. Un vecino suyo (el político Bolingbroke) no encontró restos humanos al echarle un vistazo a la casa ya hecha cenizas. Sin embargo, existe un enigma sin resolver. Seis meses después del suceso, un tal caballero de Mosela (Louvigny) llegó a la colonia holandesa de Surinam en Sudamérica (conocida como la Guayana holandesa). Cuando las autoridades holandesas lo descubren y envían sus tropas a la jungla donde estaba establecido, el caballero desapareció. Los holandeses descubrieron documentos relacionados con Cantillon escondidos sobre tierra recién cavada. ¿Fue el cocinero francés quién llevó los incriminatorios documentos hasta Surinam? ¿O era el propio Cantillon el que había fingido su propia muerte y aún seguía vivo? (Antoin Murphy, The Genesis of Macroeconomics)
Essai sur la nature du commerce en général
Su principal obra, Essai sur la nature du commerce en général fue publicada en 1755 en París. En la edición se deja constancia de que iba a ser publicado primero en Holborn, Londres. Sin embargo, su editor murió años antes de la finalización de la publicación, y la casa de publicaciones de Guillyn francesa tomó prestada la edición. La obra es un exhaustivo tratado sobre numerosos temas económicos: el papel del empresario, la función de los precios, los canales de transmisión de la política monetaria, la relación comercial entre las ciudades y el campo, un apéndice estadístico (este último no se ha podido recuperar), etc. Su influencia fue notable en los “economistes” franceses de la Ilustración (Quesnay, Turgot), más poteriormente en los economistas dedicados al estudio de la función empresarial (Schumpeter) y por último algunos economistas sobre teoría monetaria (F. A Hayek). Está por dilucidar si David Hume y Adam Smith tomaron prestadas muchas de las ideas del ensayo sin reconocimiento. Antoin Murphy piensa que David Hume no tuvo acceso al ensayo ya que Political Discourses fue publicado en 1752 (el posible concepto tomado fue el ajuste de desequilibrios mediante la balanza de pagos), tres años antes de la publicación del ensayo de Cantillon. Sin embargo, es más probable que Adam Smith tomase algunas de sus ideas para su The Wealth Of Nations sobre todo en lo relativo al concepto de “mano invisible” (la teoría de asignación de recursos de Cantillon) y el cómo los mercados se ajustan sin reconocer la verdadera autoría de los contenidos (Murphy 1990).
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La ventaja comparativa de Cantillon con respecto a otros economistas
Son muchos los economistas que realizaron todos sus trabajos desde la universidad o los ámbitos académicos sin haber experimentado en persona muchos de los fenómenos que analizaban. Ello no es malo en sí, incluso podría hacerlos más objetivos. Sin embargo, a la hora de analizar a los empresarios o cómo se comportan, cómo perciben la realidad o cómo reaccionan creo que es importante haberse movido en ese ambiente, como hizo Cantillon o cómo hacen muchos inversores y empresarios actualmente. Tal vez el conocimiento de estas personas no esté sistematizado en una obra académica con los estándares convencionales y ortodoxos, pero sin embargo el hecho de que sea un conocimiento muy cercano a experiencias reales aporta mucho valor añadido. Como diría Nassim Taleb, un elemento importante en la toma de decisiones o en la emisión de juicios es tener la piel en juego ("skin in the game"). Por suerte en este caso, además tenemos una obra que sintetiza la mayor parte del pensamiento de Cantillon: Essai sur la nature du commerce en général. Y del pensamiento y legado de Cantillon tratará la segunda parte.

Referencias:
- Antoin Murphy, The Genesis of Macroeconomics, (2009)
- Antoin Murphy, Richard Cantillon: Entrepeneur and economist, (1989)
- F. A. Hayek, Precios y producción, (1931)

Richard Cantillon (II) - Algunas ideas y contribuciones


Como ya vimos en el anterior artículo, Richard Cantillon se enriqueció especulando en dos burbujas ambas a principios del siglo XVIII. Tras la burbuja de 1720 en Francia, Cantillon se encontró con problemas legales. Para defenderse de las denuncias de sus clientes en su banco de París elaboró un extenso ensayo: Essai sur la nature du commerce en générale. Curiosamente este documento es una obra completa que refleja casi todo su pensamiento sobre cómo funcionaban para él la economía, los precios, el dinero…
El mundo irregular y de la acción humana
La principal obra de Cantillon tiene ciertas peculiaridades. Está muy ligada al mundo que él observó como empresario, donde muchos conocimientos u observaciones tienen que ver más con un análisis práctico de la época que con pura teoría económica. El “essai” es un libro descriptivo y observador, que intenta mostrar la realidad económica y empresarial de la época tal y como era a la vez que explica algunos fenómenos. Cantillon trataba de explicar cómo se agrupaba la población en ciudades, cómo éstas crecían y por qué, por qué los mercados se organizaban en los centros urbanos y no en el medio rural, por qué algunas profesiones generaban mayor renta que otras… La prueba que lo constata es que hizo un gran esfuerzo por añadir un apéndice estadístico para mostrar muchos de los fenómenos que analizó. Pero además dejó constancia de ciertos conceptos y procesos económicos que trataré en los siguientes apartados. Si algo caracteriza a Cantillon (que no está exento de muchos errores e imperfecciones) es su mundo irregular e imperfecto sobre todo en los temas monetarios, la visión de un empresario que vivió en medio de todo lo que describe frente a otros economistas que se caracterizan y caracterizaban por abstraerse de la realidad y caer en la simplificación al modelizar.
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El papel del empresario
Uno de los principales rasgos del pensamiento de Cantillon es su reconocimiento al papel del empresario. Aunque pueda parecer sorprendente, gran parte de la investigación económica (y así se enseña en las universidades) ha considerado que el mercado funcionaba “sobre el vacío”, es decir, sin empresarios. La mano invisible de Adam Smith o el “auctioneer” (subastador) de Walras siempre han establecido el sistema de precios y la economía como algo automático. Los precios son un simple vector matemático, que ante cambios en las circunstancias del mundo real se ajustan de modo automático e instantáneo. Sin embargo, Cantillon ya advertía del papel de los empresarios o especuladores a la hora de llevar a cabo este papel, la dificultad y el tiempo que suponía esta tarea. Les comparaba con supervisores estatales que se ocupaban de supervisar las tareas de producción de un reino, pero ya era capaz de advertir de los incentivos (beneficios) que tenía un empresario para hacer su papel con mucho más entusiasmo que un supervisor a sueldo.
La principal dificultad a la que se enfrenta el empresario es la incertidumbre, de modo que el empresario compra a un precio conocido para vender a un precio desconocido. Es decir, en el momento de contratar los factores de producción conoce el precio de éstos, pero no el precio al que venderá el resultante producto. Así, el precio del bien o servicio a vender debe cubrir el coste de estos factores más un beneficio. De esta forma y valorando las distintas oportunidades de beneficio, el empresario contrata más o menos factores de producción para producir más o menos de un bien o de otro. Para poder explicar este proceso, Cantillon expuso dos conceptos: valor intrínseco y valor de mercado.
Valor intrínseco y valor de mercado
Para nuestro autor, todos los bienes tenían un valor intrínseco y a su vez un precio de mercado, cuando estos divergían entonces surgía una oportunidad de beneficio y esto atraía a más empresarios a proveer ese bien. Para Cantillon, el valor intrínseco de un bien era el coste de producirlo más un “beneficio normal”, aunque no fue capaz de desarrollar el valor subjetivo de un bien, sino que en realidad se equivocó al pensar en el valor intrínseco de los bienes como algo objetivo. De hecho, Cantillon pensaba que el valor intrínseco de un bien venía dado por la suma de tierra y trabajo usados para obtenerlo. A pesar de este desliz, sí que fue capaz de advertir el mecanismo por el cual trabajan los precios. Valor intrínseco y precio de mercado convergen cuando los empresarios tratan de aprovechar las oportunidades de beneficio que surgen como resultado de la divergencia entre ambos. Si los empresarios son hábiles, perspicaces y despiertos el sistema de precios reflejará mejor el valor de los bienes.
Fuentes de expansión monetaria
Él se dio cuenta de que la abundancia de dinero hace que las cosas sean más caras, pero no analizó cómo sucedía eso. La gran dificultad de este análisis estriba en descubrir por qué camino y en qué proporción el incremento en la cantidad de dinero eleva el precio de las cosas. (Richard Cantillon sobre John Locke)
Aunque consideremos crédito, oro y billetes de banco como dinero, tienen diferencias. Cantillon se dio cuenta de que los efectos de una expansión monetaria eran diferentes dependiendo de dónde se produjese. No cayó en la falsa trampa de establecer relaciones directas y constantes entre cantidad de dinero y precios, sino que reconoció la irregularidad y las peculiaridades de las fuentes de expansión monetaria. Distingue las siguientes:
Mayor extracción de oro y plata: Ponía el ejemplo de España y Portugal en los siglos XVI y XVII como dos potencias decadentes debido a los descubrimientos de metales en América. Los propietarios de las minas y el rey disponían de más plata y oro, y ante la nueva situación demandaban más bienes con la nueva capacidad monetaria. Ya los escolásticos españoles observaron cómo los precios eran más altos a medida que geográficamente nos acercábamos a las minas y al desembarco de nuevos metales. Semejante situación hizo elevar los precios en España haciendo sus manufacturas menos competitivas creando un déficit estructural en la balanza de pagos. Cuando las nuevas fuentes monetarias se agotaron o decayeron y la Península Ibérica comenzó una larga decadencia en Europa.
Influjos de capital o crecimiento del crédito: En el caso de la expansión crediticia alertaba de que en un principio la industria iniciaba un ciclo expansivo (más crédito y capacidad monetaria para iniciar nuevos proyectos) pero que posteriormente el déficit en la balanza de pagos provocaba el necesario ajuste. La nueva cantidad monetaria se insertaba en la actividad productiva vía préstamos, lo que elevaba los precios y producía un déficit por cuenta corriente. Los ciudadanos importan más bienes y necesitan cada vez más tesorería, pero lo que había iniciado la expansión era crédito y se producía una crisis de liquidez cuando las reservas de oro y plata se reducían. Una observación interesante de Cantillon es el aumento de la recaudación por imposición indirecta, que incentivaba a los gobernantes a gastar más, y que cuando caía la recaudación la hacienda real entraba en crisis. Este punto lo desarrolla posteriormente la Teoría Austriaca del Ciclo Económico.
Superávit en la balanza de pagos: También se dio cuenta de que algunos países atraían fondos a base de exportar más de lo que importaban pero este fenómeno finalmente se acababa frenando debido al aumento de los precios de los factores de producción que se demandaban en mayor cantidad para atender esa demanda exterior. El ajuste se acababa produciendo vía encarecimiento de los precios en el interior con respecto al exterior.
Mecanismos de ajuste
Otro de las observaciones que muestran la perspicacia de Cantillon fue que se dio cuenta de que no todos los ajustes en las balanzas de pagos se hacían a través de la variación de los precios relativos entre bienes nacionales y extranjeros. Así distingue dos vías de ajuste para los desequilibrios monetarios:
Mecanismo de ajuste vía precios: Este ajuste parece más intuitivo. Cuando los precios de los bienes interiores crecen los bienes extranjeros se vuelven más atractivos en precio con respecto a éstos. Por tanto crecen las importaciones y disminuyen las exportaciones provocando salidas de fondos.
Mecanismo de ajuste vía saldos de caja: A veces algunos bienes no son intercambiables internacionalmente y no existe ajuste vía precios. Así que si España no produce “smartphones” es imposible que los móviles españoles se hagan más atractivos en precios a los extranjeros o viceversa. Para esos casos Cantillon se da cuenta de que el ajuste se produce vía agotamiento de las reservas de liquidez del país con déficit, ya que éste indica salidas de efectivo o tesorería del país, y mientras ese desequilibrio perdure los saldos de caja o tesorería se van reduciendo hasta que los ciudadanos tienen que reducir las importaciones.
Economía abierta versus economía cerrada
Richard Cantillon observó también que no todos los precios se comportan del mismo modo ante una expansión monetaria. Se da cuenta de que los bienes más internacionalizados no suben demasiado de precio ya que se pueden importar más baratos desde el extranjero (pone el ejemplo de su época: el maíz). Sin embargo, otros bienes sí que sufren subidas mayores ya que no existe un mercado internacional (por barreras de entrada o por altos costes de transporte) como por ejemplo la carne en el siglo XVIII. Para estos bienes con restricciones al comercio internacional las expansiones monetarias provocaban mayores subidas de precios. Se dio cuenta de que la oferta de estos bienes es mucho más rígida y por tanto la expansión monetaria se hacía notar vía precio más que por vía cantidad. Detalle nada baladí esta diferenciación, y si no fíjense que ha pasado con algunos bienes no transportables cuando se producen booms económicos: por ejemplo la vivienda.
Conclusión
Si algo se puede decir de la obra de Cantillon es su intento de descripción de la realidad económica, una visión subjetiva ya que él fue empresario, especulador y mercader, pero es también debido a este motivo que su enfoque es muy valioso. Este aspecto se deja notar en la irregularidad, la no generalización de los acontecimientos. Aunque establece relaciones directas, en los temas claves no cae en la trampa de establecer relaciones lineales o en el sesgo de la linealidad, sino que permite la irregularidad y la complejidad del mundo económico (como por ejemplo en las expansiones monetarias). La expansión monetaria no es siempre igual, ni tiene siempre las mismas consecuencias, ni es igual en todos los países con diferentes instituciones. Una de las aportaciones más importantes de Cantillon es su escepticismo sobre las grandes tendencias monetarias, en las que siempre buscó los desequilibrios que generaban y por tanto su insostenibilidad.

Referencias:
- Antoin Murphy, The Genesis of Macroeconomics, (2009)
- Antoin Murphy, Richard Cantillon: Entrepeneur and economist, (1989)

- Richard Cantillon, Essai sur la nature du commerce en général, (1730) 

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