Lorenzo Ramírez .
Un mantra que se repite hasta la saciedad en nuestros días es que nadie vio venir la crisis financiera internacional que se calificó como la “Gran Depresión” de 2008. Sin embargo, algunos economistas e inversores alertaron a políticos, empresas y medios de comunicación de que la burbuja que se gestaba acabaría, tarde o temprano, en una recesión mundial.
Los políticos y economistas cercanos a los círculos de poder suelen decir que nadie fue capaz de predecir la crisis financiera internacional que en 2008 acabó con una etapa de expansión económica alimentada por el crédito barato. Sin embargo, la hemeroteca demuestra que varios inversores y catedráticos anunciaron que se iba a producir una gran recesión a nivel global.
La escuela austriaca de Economía es la única corriente de pensamiento que tiene una teoría del capital capaz de constatar cómo las políticas monetarias expansivas –orquestadas por los bancos centrales–fomentan la asunción de riesgos por parte de las empresas que no adoptarían si no se manipulara artificialmente los tipos de interés. Estos mecanismos generan burbujas que tarde o temprano terminan por estallar, obligando a las compañías a reestructurar sus malas inversiones.
El catedrático español Jesús Huerta de Soto, en su libro ‘Dinero, crédito, bancario y ciclos económicos‘, ya planteaba en 1998 lo que le esperaba a la economía mundial. La intervención en el sistema monetario, donde el banco central ejerce el monopolio de la emisión de moneda, hace quelos bancos creen dinero de la nada, otorgando préstamos sin respaldo real. Se aumentan así los incentivos a realizar proyectos que sólo son rentables mientras se mantiene la ilusión monetaria.
En el plano internacional, el inversor Peter Schiff ya comenzó en 2002 a advertir de los riesgos de alimentar la burbuja, centrando su enfoque en el sector inmobiliario. Precisamente fue este mercado el que estalló en Estados Unidos, con las famosas hipotecas subprime. En 2006 apuntó con mucha precisión que se iba a producir una gran recesión debido a los insostenibles niveles de deuda. La mayor parte de los economistas dijeron que estaba loco.
Fuera de la escuela austriaca, otro de los gurús económicos que predijeron el estallido de la crisis financiera fue Nouriel Roubini. Apodado Mr. Doom, este profesor de la Universidad de Nueva York participó en 2006 en una reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que dijo que la burbuja inmobiliaria iba a estallar y que EEUU se enfrentaba a una recesión. “El mayor desafío será mantener el capital”, dijo ante los perplejos economistas de la institución.
Robert Shiller fue otro de los que sabía lo que se iba a producir, En el año 2000 pronosticó la llegada de la crisis en su libro ‘Exuberancia irracional’. Este economista keynesiano justificó su predicción en un análisis de la gestación de la burbuja diferente al de la escuela austriaca.
Siguiendo la estela de Hyman Minsky, Shiller planteó que el germen de la crisis estaba en el sector privado que, animado por los “espíritus anímales” no actuaban de forma racional. Para los keynesianos la culpa la tiene el mercado, no el estado, como señalan los austriacos.
Bill Gross, el que fue máximo responsable de la mayor gestora de fondos del mundo (PIMCO) dijo en julio de 2007 que la crisis subprimese contagiaría al resto de la economía teniendo consecuencias nefastas para todos los países. Por su parte, Jim Rogers, anticipó que la burbuja de liquidez hundiría a Wall Street y que se produciría una crisis alimentaria derivada del alza del precio de las materias primas, lo que se ocurrió meses después.
George Soros también es famoso por predecir calamidades y, de paso, ganar dinero con ello. En 1999 en su libro “la crisis del capitalismo global” ya hablaba del panorama que se avecinaba y, debido a su conocimiento, ha logrado rentabilizar sus inversiones, siendo uno de los gestores de fondos más reputados en el mundo.
No se puede cerrar el repaso sin mencionar a Warren Buffet, el ‘oráculo de Omaha’ que, además de predecir la crisis actual, también dio en la clave a la hora de señalar el estallido de la crisis de las empresas de internet (las puntocom). Para el no fue difícil, ya que ambas tienen el mismo origen: la manipulación monetaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario