Tampoco ha sido en octubre. Pero la Fed insiste en que aún hay tiempo para elevar los intereses en 2015. Le queda una bala, la de diciembre, para cumplir su intención de sacarlos del 0-0,25%
No da su brazo a torcer. La Reserva Federal (Fed) lleva meses defendiendo que sería "apropiado" subir los tipos de interés "en algún momento de 2015". Y aunque el año se le acaba sin haber dado ese paso, sabe que aún le queda una bala: la de la última reunión de política monetaria del año. Por el momento, en la penúltima, despachada este miércoles, ha dejado las cosas como estaban, con lo que ha mantenido el precio del dinero en el mínimo histórico del 0-0,25% en el que se encuentra desde diciembre de 2008. Pero no ceja en su empeño, y se ha ocupado de dejar explícitamente abierta la puerta para elevar los intereses en esa cita que le espera a mediados de diciembre.
Esta insistencia se manifiesta en el comunicado oficial difundido por la Fed, que refleja dos cambios fundamentales con respecto al de la anterior cita, que tuvo lugar en septiembre. La primera tiene que ver con el calendario. Esta vez, la entidad presidida por Janet Yellen se refiere concretamente a la posibilidad de encarecer el precio del dinero "en la siguiente reunión", que es la de diciembre. Hasta ahora no había afinado tanto su calibre, lo que da a entender que en diciembre sí puede aumentar los tipos.
En cuanto a la segunda, está vinculada con la incertidumbre que transmite la economía global, con epicentro en los emergentes. En septiembre, la Fed aludió de forma destacada a "las recientes evoluciones económicas y financieras a escala global" y su influencia a la hora de "meter más presiones bajistas sobre los precios". Es decir, se mostró abiertamente preocupada por los problemas de los mercados emergentes, especialmente los de China. De hecho, Yellen se refirió casi en 20 ocasiones al gigante asiático en la rueda de prensa posterior a la reunión de septiembre.
Esta vez, en una cita en la que no ha habido rueda de prensa -esta solo se celebra cuatro veces al año: marzo, junio, septiembre y diciembre-, no le ha dado tanto protagonismo en su comunicado. Ahora se ha limitado a decir, de manera mucho más genérica, que está "monitorizando los acontecimientos financieros y económicos globales", como si ya no le importaran tanto o los rebajara de categoría y quisiera volver a centrarse fundamentalmente en la situación estadounidense.
Para fundamentar este retorno hacia el entorno propio de EEUU, la Fed asegura que "el consumo de los hogares y la inversión de las empresas han crecido a ritmos sólidos en los últimos meses", en tanto que el sector inmobiliario también ha seguido mejorando. En cuanto al mercado de trabajo, la institución admite que la creación de empleo se ha frenado, pero matiza que los indicadores reflejan que la infrautilización de los recursos laborales ha descendido desde comienzos de 2015.
La Fed reitera, como ya hizo en septiembre, que "las exportaciones se han debilitado", una tendencia que puede continuar si se prolonga la reacción con la que el dólar ha acogido que la subida de los tipos aún es posible. El euro se deprecia hasta los 1,092 dólares, su cambio más bajo contra el 'billete verde' desde agosto. Y con respecto a la inflación, considera que las expectativas de inflación a largo plazo se han mantenido estables y reitera su confianza en que repuntará hacia el 2% conforme el empleo se recupere y el efecto de la caída del petróleo "se disipe".
Siete años después
La Fed celebrará su última reunión del año los días 15 y 16 de diciembre. Otro 16 de diciembre, esta vez del año 2008, acogió la última variación que han registrado los tipos en EEUU. Fue entonces cuando el predecesor de Yellen, Ben Bernanke, metió la tijera hasta donde nadie antes lo había hecho para combatir la crisis con el precio del dinero más barato de la historia. Ahora es su sucesora la que podría emprender el camino de vuelta justo siete años después. Y no solo eso, puesto que se trataría además del primer repunte de los tipos en EEUU desde junio de 2006.
El mercado, por el momento, ya está incorporando esta posibilidad a su radar. Antes de conocer las intenciones de la Fed, el mercado apenas daba una probabilidad del 34% a que la Fed subiera los tipos en diciembre. Tras conocerlas, esa probabilidad ha crecido hasta el 46%.
Como en septiembre, ha habido una voz disidente. Y de nuevo ha sido la de Jeffrey Lacker, que se confirma como el más halcón del Comité Federal del Mercado Abierto, el órgano de la Fed que dirige la política monetaria en EEUU. Lacker hubiera preferido no dejar para diciembre lo que se podría haber hecho en octubre, puesto que ha defendido subir ya los tipos en un cuarto de punto porcentual -o 25 puntos básicos-.
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