Más combustible para que la euforia se propague por los mercados. Por si no bastara con el último anuncio de Draghi, ahora es China la que 'paga la ronda' con un recorte de los intereses
Empezó en noviembre de 2014. En ese momento, redujo los tipos de interés del 6% al 5,6%. Y a este primer tijeretazo le han seguido cinco más en el último año. El último, este vierne, para rebajarlos del 4,60% al 4,35%. Con estos seis descensos prácticamente consecutivos, el Banco Popular de China (BPCh) certifica que, en efecto, las autoridades del gigante asiático están preocupadas por el frenado de su economía y están decicidas a combatirlo con medidas estimulantes.
El banco central chino ha reforzado este paso con otro: la reducción del coeficiente de reservas que exige a los bancos del 18% al 17,5%. Con esta medida, pretende liberar más recursos para que las entidades financieras concedan más créditos.
Y aún ha ido más allá. También ha anunciado medidas liberalizadoras para los tipos que pueden aplicar en sus depósitos las entidades financieras y que está trabajando en cambios regulatorios para mejorar la transmisión de la política monetaria.
La institución monetaria suma así más iniciativas para intentar contener el enfriamiento de su economía. En el tercer trimestre, el crecimiento se redujo hasta una tasa interanual del 6,9%, la más baja desde 2009. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que China solo crecerá este año un 6,8%, el ritmo más bajo desde 1990. Eso sí, otras fuentes recelan de los datos oficiales chinos y precisan que el auténtico crecimiento del gigante asiático se mueve en torno al 4%.
Prolonga la 'fiesta de Draghi'
Las maniobras del BPCh prolongan la euforia que ya se venía respirando en los mercados financieros de la mano del Banco Central Europeo (BCE). Este jueves, su presidente, Mario Draghi, adelantó que la entidad potenciará en diciembre sus medidas para intentar reactivar el crecimiento y desterrar las presiones deflacionistas que padece la Eurozona. Este nuevo toque de arrebato por parte de los bancos centrales confirma la adicción de los mercados a la medicina monetaria y dispara las compras por parte de los inversores.
En las bolsas europeas, las ganancias se aproximan al 2%. En el caso del Ibex, estos avances le impulsan por encima de los 10.500 puntos y le llevan hasta su nivel más alto desde agosto. En cuanto al euro, baja otro 0,2% y se deprecia hasta los 1,108 dólares.
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