Merece la pena analizar las cifras publicadas ayer sobre desempleo por ser muy positivas. La tendencia de creación de empleo, aumento de afiliación y crecimiento de horas trabajadas se consolida
“I have to admit, it’s getting better” Paul McCartney
Cuando se habla de las mejoras en las cifras del paro en España parece que alegrarse de que baje y publicar datos positivos es signo de maldad satánica. Los autodenominados “salvadores del pueblo” se revuelven agresivamente contra cualquier noticia positiva. Nada que ellos no hagan puede ser bueno.
Sin embargo, merece la pena analizar las cifras publicadas ayer sobre desempleo porque son muy positivas en muchos sentidos. La tendencia de creación de empleo, aumento de afiliación y crecimiento de horas trabajadas se consolida.
Hace un año y medio los analistas estimaban que España no crearía empleo y la parte más optimista del consenso no estimaba más de 200.000 puestos de trabajo. Pablo Iglesias, en la Sexta, me dijo que era “imposible” crear empleo creciendo tan poco. En los últimos doce meses se han generado 514.900 puestos de trabajo.
La creación de empleo, aumento de afiliación y crecimiento de horas trabajadas se consolida
El ritmo de creación de empleo es muy superior a la correlación tradicional entre PIB y reducción de paro. España lleva un ritmo anualizado de creación de empleo del 3%.
El número de ocupados se sitúa en 17,86 millones de personas, la cifra más alta desde finales de 2011. Con ello, la tasa de participación laboral está a niveles similares a 2008. Para que se hagan ustedes una idea, dicha tasa en EEUU está a niveles de 1978.
La calidad del empleo mejora: En los 12 últimos meses el empleo a tiempo completo ha aumentado en 539.500, mientras que el número de ocupados a tiempo parcial ha disminuido en 26.000. El empleo fijo ha crecido también. La contratación indefinida a tiempo completo crece más de un 18% en lo que va de año.
Esa creación de empleo viene fundamentalmente del sector privado, no del público. Como explicaba Carlos Sánchez ayer, los datos de la EPA muestran que en los últimos 12 últimos meses la ocupación ha aumentado en 486.700 personas en el sector privado y sólo en 26.800 en el público.
No sólo baja el paro sino que aumenta la afiliación. Las horas trabajadas llevan mejorando desde 2012 y la tendencia y tasa de variación son positivas. A la hora de entender las horas trabajadas hay que analizar la demografía y ajustar por esos cambios. En Japón las horas trabajadas también se desplomaron a pesar del bajo desempleo, y los salarios reales están a niveles de hace 20 años.
Todos los que se quejan de que existe empleo precario y temporal deberían al menos reconocer que se han equivocado en todas sus estimaciones. Pero sobre todo:
- No existe una sola economía de la OCDE que haya salido de la crisis desde el empleo fijo. EEUU ha recuperado el nivel de empleo fijo de 2009 en 2015… Y los salarios reales siguen estancados a niveles de 2009.
Tenemos pendiente potenciar el autoempleo y el emprendimiento de una manera solida e inequívoca
- Las políticas contracíclicas fallidas de 2008-2009 “para salir de la crisis” han llevado posteriormente a enormes aumentos de impuestos para cubrir el agujero creado a base de tirar de la chequera en blanco, que hacen imposible que las empresas se lancen a contratar como si esto fuera Silicon Valley.
- Las constantes amenazas políticas en materia impositiva y seguridad jurídica entorpecen la inversión a largo plazo y la creación de empleo indefinido.
- Se usa el paro y la desigualdad para justificar mayor burocracia y más gasto. Ninguno de esos problemas se soluciona con más comités, observatorios, cursos y más gasto. Hemos llegado al incentivo perverso en el que los sindicatos y organizaciones empresariales se lucran cuando hay mayor desempleo porque gestionan más cursos. Que se usa el paro para generar “clientes cautivos” dependientes de la subvención y de las migajas que reparte el comité de turno.
- La desigualdad no se soluciona interviniendo. Como explicaba en “Desigualdad, pobreza e ideología”, la desigualdad en España (coeficiente de Gini) se situaba en el 30,7 en 2004 comparado con el 30,6 de los 27 países de la Unión Europea. Entre 2004 y 2011, la desigualdad se disparó un 11% mientras gastábamos en planes sociales, de estímulo, cheques y todo tipo de gastos “protectores”. Mientras, en la UE 27 se mantuvo a niveles de 2004. El que parte, reparte y se lleva la mejor parte.
- La Unión Europea lleva gastando un 0,9% del PIB en planes de empleo y no sólo no ha mejorado la calidad y cantidad de empleo sino que, año tras año, se revisa al alza la “tasa natural de desempleo”.
- Un problema de intervencionismo no se soluciona con mayor intervencionismo.
Aun tenemos por delante retos muy importantes: Potenciar el autoempleo, que sigue siendo bajo con respecto a la OCDE, y el emprendimiento de una manera solida e inequívoca, bajando cuotas sociales y de autónomos.
Facilitar la transición de PyME a gran empresa, que es muy baja en España, desde una fiscalidad atractiva y un cercenamiento de la burocracia y trabas administrativas. Facilitar en vez de entorpecer.
Aumento de la participación laboral de jóvenes y mayores de 55 años. Que el desempleo juvenil haya caído casi un 9% es una buena noticia. Que se apoye a mantener el valor y la experiencia de los trabajadores experimentados es bueno. Pero hay que hacer más, y de nuevo, el emprendimiento y el autoempleo son claves. Converger a las cifras de los países líderes de la OCDE.
Si queremos mejores condiciones laborales necesitamos muchas más empresas, miles de ellas. La competencia por el talento no se da desde la decisión de un comité, se da cuando hay empresas que ven atractivo invertir y contratar.
Si queremos mejores condiciones laborales necesitamos muchas más empresas, miles de ellas
La educación debe estar orientada al mundo real, no a acumular datos aprendidos de memoria. Cuando veo en la TV, por ejemplo, que “la generación mejor preparada” viene a Reino Unido, con un 5,6% de paro y cientos de miles de inmigrantes anuales, y “solo encuentra trabajo de camarero”, es la demostración empírica de que nos engañamos con el concepto “mejor preparado” si no somos capaces de mostrar nuestro valor frente a los miles de franceses, pakistaníes, chinos, americanos, italianos o de cualquier otra nacionalidad que llegan a Inglaterra y sí encuentran oportunidades de calidad.
Se ha hecho mucho por salir de una enorme burbuja inmobiliaria y de obra civil. Se puede hacer mucho más.
España crece más del doble de lo que estimaban los analistas de consenso y la OCDE estima que será el país líder en creación de empleo en 2015 y 2016. Ahora hay que hacerlo sostenido y sostenible. Porque lo que todo español sabe es que tirar de la chequera en blanco y del “gasto social” solo les ha llevado a la cola del paro.
Si queremos los niveles de empleo de EEUU o Reino Unido no los vamos a conseguir con las políticas de Grecia.
Los que critican los datos del paro, cuando son incuestionablemente buenos, no lo hacen por interés social. Lo hacen para repartirse un trozo superior de la próxima ronda de gasto “contra cíclico” que paga usted con sus impuestos… Y que, como han demostrado los miles de millones gastados en el pasado, no cambian el patrón de crecimiento y empleo. Lo perpetuan.
Hace casi dos años comentábamos en esta columna que España, cuando lo hace bien, se sale. Estamos mejorando. No lo estropeemos buscando unicornios.
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