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jueves, 23 de julio de 2015

Grecia, nueva colonia alemana

 Grecia ha vuelto a perder. Alemania también. Europa ha quedado tocada. Ha muerto el Acuerdo antes de nacer. Es el enésimo empujón hacia la desintegración de Europa
 
 Foto: El primer ministro griego, Alexis Tsipras (EFE)
El primer ministro griego, Alexis Tsipras (EFE)
 
 
Un buen acuerdo en materia compleja es aquel en que las partes se levantan de la mesa medianamente cabreadas, donde nadie gana por goleada y todos pierden un poco, donde los comensales se dejan alguna pluma en la negociación. Significará que todos cedieron algo, mucho ganaron todos, que el acuerdo podría ser justo y equilibrado y, por lo tanto, eficaz y longevo.
 
No ha sido el caso. Grecia ha vuelto a perder. Alemania también. Europa ha quedado tocada. Ha muerto el Acuerdo antes de nacer. Es el enésimo empujón hacia la desintegración de Europa.
Dice textualmente el “Acuerdo”:
 
“The government needs to consult and agree with the Institutions on all draft legislation in relevant areas with adequate time before submitting it for public consultation or to Parliament.”
Significa algo así como:
 
“El gobierno (griego) deberá consultar y llegar a un acuerdo con las Instituciones, con tiempo suficiente, de todos los borradores legislativos en áreas relevantes, antes de elevarlos a consulta pública o al Parlamento”.
 
Con tal frase Grecia renuncia a su soberanía y se convierte, de facto, en colonia de la troika y de Alemania. Desde el momento en que las Instituciones son entes cada vez más difusos de discutible legitimidad democrática, sobre todo el Eurogrupo, donde toda crítica se acalla cuando Alemania levanta la voz, significa que los gobernantes de la antaño democrática Europa han aceptado convertirse en lacayos del nuevo orden establecido por una tecnocracia ideológica, entrópica y absurda.
 
¿Y si es Alemania en vez de Grecia la que sale de la moneda única y del Eurogrupo una temporada?
 
Las Instituciones exigen en el Acuerdo tiempo suficiente para estudiar cualquier propuesta legislativa griega. En justa reciprocidad, le obligan a pasar por el aro en apenas veinte días.
 
Obliga, por ejemplo, a:
 
“…to put in place a programme, under the auspices of the European Commission, for capacity-building and de-politicizing the Greek administration. A first proposal should be provided by 20 July after discussions with the Institutions.”
 
Que Grecia (y España) necesita despolitizar, desburocratizar y racionalizar las Administraciones Públicas, cortando la corrupción y el clientelismo de raíz, es algo evidente.
 
Que en apenas tres semanas pueda ser elaborado, presentado y discutido un plan coherente, no parece serio ni pausible, salvo que venga impuesto manu militari o se presente una chapuza inaplicable. ¿Es acaso la Comisión Europea capaz, con toda su sabiduría y sus medios, de elaborar nada serio en veinte días?
 
La rendición incondicional de Grecia se certifica con la siguiente frase:
 
The Euro Summit stresses that nominal haircuts on the debt cannot be undertaken”.
 
El FMI, EEUU y UK son conscientes de que, sin una quita de la deuda, Grecia jamás saldrá del agujero. El Acuerdo nace muerto desde el momento en que tal cosa no se contempla. Son sencillas matemáticas. A pesar de ello:
 
“The Greek authorities reiterate their unequivocal commitment to honour their financial obligations to all their creditors fully and in a timely manner.”
 
Tal cláusula solo se puede aceptar bajo coacción o con dos copas de más. Las secuelas que estamos leyendo en la prensa internacional parece que corroboran lo primero. Sabiendo Tsipras que no podrá cumplir con sus obligaciones aunque se lo proponga, ¿por qué ha firmado?
 
Muchos, incluido Varufakis, hablan de golpe de Estado. En la prensa europea lo equiparan al Tratado de Versalles. Que cada cual lo califique como le parezca cualquiera que sea su estado vital.
 
El FMI, EEUU y UK son conscientes de que, sin una quita de la deuda, Grecia jamás saldrá del agujero
 
Este “Acuerdo” no es más que otra chapuza que dejará a Grecia todavía más pobre y endeudada cuando se materialice el renovado fiasco. El ya famoso Fondo de Privatizaciones que se constituirá por valor de 50.000 millones de euros no son más que buenas intenciones. ¿Tiene Grecia activos suficientes susceptibles de privatizar?
 
El expresidente uruguayo José Mujica considera las decisiones alemanas descarnadas e impositivas, y la gestión europea para solucionar la crisis griega brutal y poco eficiente. Tal ineficiencia es la que provoca que, rescate tras rescate, la deuda continúe incrementándose empeorando la situación interna de Grecia (y de España).
 
Salvo que Alemania recule y se provea de flexibilidad, y el resto de Europa deje de comportarse como una miríada de serviles feudos vasallos, la capitulación bochornosa provocada por tal chapuza de “Acuerdo” significa el fin mismo del sueño de Europa. Francia, ¿por qué te has rendido ya?
 
La resolución de los problemas europeos es una vuelta al tómalo o déjalo ancestral, fruto de la fuerza y la intransigencia, sin ningún pragmatismo consecuencia de ningún análisis del problema racional y coherente. La patada futura de Grecia hacia la puerta del euro es más enérgica con este acuerdo.
 
¿Y si es Alemania en vez de Grecia la que sale de la moneda única y del Eurogrupo durante una temporada? Una vez haya pagado a Europa la cuenta pendiente de la reunificación y el abuso en el manejo del BCE, que ha utilizado a su exclusiva conveniencia.
 
Así podría ser feliz en su supuesta superioridad, apreciaría su renacida moneda y vendería en la cascajera una vez se quedara sin mercados a quien exportar. Si no lo hace, caerá víctima de sí misma cuando haya exprimido las colonias adquiridas, y succionado sus recursos y su dignidad.
 
Celebre España la claudicación griega. Ponga las barbas a remojar, que las del vecino han quedado trasquiladas. ¿Aceptará disposiciones similares cuando le llegue el turno? O montará la de San Quintín para renovar la tradición ancestral.
 
Cuando nos toque, tampoco podremos hacer honor a nuestros compromisos a no ser que pongamos en marcha de manera inmediata una reestructuración del fallido modelo de Estado y de Europa que padecemos, nombrando estadistas con visión a largo plazo en el puente de mando, en vez de diletantes indecisos a rebufo de las encuestas.
 
Antes de que la epidemia de deuda se vuelva endémica y se extienda por toda Europa, es necesario un enérgico golpe de timón económico y político, retirando el poder a los mal llamados tecnócratas, obtusos ideólogos sin ciencia detrás ni ninguna legitimidad democrática.
 
Rediseñar el Euro y el BCE, democratizar y dotar de eficacia las Instituciones Europeas, modernizar y establecer poderes y contrapoderes en los países del sur de Europa, promover una austeridad bien entendida que impulse la economía real una vez termine esta salvaje tiranía financiera, y aplicarnos en la Cumbre del Clima de París y la Economía Fundamental para poder crear empleo, que este verano hace mucho calor y ya nadie duda cual es la razón.

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