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martes, 13 de octubre de 2015

Curva de Phillips

 
 
¿Cuánto tiempo hacía que no oían sobre la Curva de Phillips? Como recordarán el objetivo de la Curva de Phillips fue el mostrar la relación existente entre nivel de precios y desempleo. La popularización del trabajo de Phillips (“La relación entre el desempleo y la tasa de variación de los salarios monetarios en el Reino Unido, 1861-1957”) la hicieron los profesores Samuelson y Solow al inicio de los 60 al establecer la vinculación entre inflación y desempleo: un relativo nivel de inflación es el precio a pagar para mantener una reducida tasa de desempleo. Luego, cuando a partir de los 80 el Modelo de Oferta puso el acento en la inflación y empezó a despuntar la productividad como objetivo, la ecuación cambio: ¿qué tasa de desempleo es la más adecuada, la más conveniente en cada momento para que la inflación sea la más reducida posible en ese momento?.
 
Bien. Lo que muestra el gráfico que sigue es la Curva de Phillps de la economía española entre 1977 y el 2014. Y con ella puede repasarse lo que ha sido la historia económica de España en estos 37 años. Sus fases y sus cuitas. Ya saben: eje de ordenadas: inflación; eje de abscisas: desempleo.
Fuente: Elaboración propia a partir de INE, Eurostat y BdE. (2014 hasta Noviembre)
Entre 1977 y 1985 la Curva de Phillips es de manual: de una inflación del 26,4% se pasa a una del 8,2%, claro que a costa de que el desempleo aumente del 5,7% al 21,5%. Fueron años en los que España tuvo que enfrentarse a la falsedad y a las carencias del modelo económico en el que había estado inmersa y a las limpiezas que desde 1982 se aplicaron al modelo productivo, lo que puso de manifiesto la tragedia callada durante el franquismo: España era incapaz de crear empleo de calidad de forma significativa.
 
España se incorpora a la CEE en 1986, es anunciada la Expo de Sevilla del 92, y las olimpiadas de Barcelona del mismo año, y la capitalidad cultural de Madrid; prosigue la reconversión industrial, llega inversión extranjera, … La inflación se coloca en el 6,5% en 1990, y el desempleo se reduce el 16,1%, aunque parte de la historia se silencia: los contratos temporales empiezan a dispararse. Es una especie de Curva de Phillips inversa: no hace falta que la inflación aumente para que el desempleo baje, aunque los fastos culturales-deportivos y las indemnizaciones repartidas a manos llenas para evitar protestas sociales bastante tuvieron que ver.
 
Cuando la música de la fiesta dejó de sonar, vuelta a las andadas: en 1994 el desempleo trepa hasta el 23,9%, aunque la inflación cae hasta el 4,3%, entre otros motivos –básicamente– porque la actividad se hunde.
 
Tres devaluaciones de la peseta después, una nueva Ley del Suelo más tarde, y la práctica igualación del riesgo país de España al de Holanda y Alemania, España entra en una nueva fase: ‘va bien’, ‘más que bien’, y su economía pasa a ‘jugar en la Champions League de las economías mundiales’. En el 2006 la inflación española está situada en el 2,7% mientras que la tasa de paro es de tan sólo … ¡el 8,3%! ¡De récord!. No es de extrañar que el Gobierno se planté solicitar el ingreso de España en el G – 8. Otra Curva de Phillips inversa en la que se plasma una caída simultánea de la inflación y del desempleo, en la que los fondos entrados a borbotón desde el exterior hizo subir la deuda privada hasta casi el 300% del PIB.
 
Ya estamos llegando al final. Nuevamente la música deja de sonar. Tras varios ‘brotes verdes’, ‘luces al final de varios túneles’, ‘destellos’, ‘raíces vigorosas’, ‘la crisis es historia’, aunque en ese momento cero la inflación sea del 0,3% y el desempleo se halle situado en el 26%. Eso pasaba en el 2013, en el 2014 España comienza otra Curva de Phillips inversa: España ha conseguido bajar la inflación: nada menos que 1,4 puntos: hasta el -1,1%, y el desempleo: hasta el 23,6% cumpliéndose al pie de la letra aquello que se buscaba para ganar competitividad: la devaluación interna; lo malo es que eso ha venido acompañado de cosas como una tasa de pobreza del 24% y una de pobreza infantil del 36%.
 
Visto este gráfico desde arriba con suficiente perspectiva y haciendo abstracción de todo lo que quieran abstraerse: el mundo en el2014 no es el mundo de 1977, lo que vemos es que en 37 años España ha pasado de una inflación del 24,4% a una del -1,1% y de una tasa de paro del 5,7% a una del 23,6%; y que si ajustamos una línea de tendencia a esa nube de puntos lo que sale es … la Curva de Phillips de toda la vida: España ha cambiado muchas cosas, pero también inflación por desempleo, entre otras razones porque no ha podido hacer otra cosa.
 
Este gráfico también nos cuenta que los momentos de mejora han sido breves y/o que a España le han salido muy caros, y lo peor, a pagar en años venideros; sea con deuda, con desempleo, con déficit, o con la suma de todo ello.
 
También nos dice que en estos 37 años España, dejando al margen el precio, ha realizado viajes de ida y vuelta: España fue en el período 1985 – 1990, pero volvió en la fase 1990 – 1994. Volvió a ir en los años que median entre 1994 y 2006, pero retrocedió en los que van del 2006 al 2013. Con una diferencia: en 1994 España estaba más quemada que en 1985 y en el 2013 mucho más que en 1994. El 2014, mejor lo dejamos.
 
Y también podemos ver en este gráfico la dependencia de España, lo limitado de su economía, sus seculares carencias, la dificultad de conservar lo conseguido. Claro que eso tiene mucho que ver con la solidez de eso conseguido.
 
(Y como apunte algo para la reflexión: al margen de las tasas de desempleo de la de la transición, el menor desempleo conseguido por España en época moderna ha sido el 8,3% del año 2006 en la cúspide del ‘España va bien’. Según datos publicados ayer por Eurostat, la de Austria a 30 de Noviembre del 2014,es decir, en plena crisis sistémica, fue el 4,9%).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
 

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