Buscar este blog

martes, 12 de abril de 2016

RÉQUIEM POR EL PAPEL MONEDA (Y EL DÓLAR)

POR JAVIER SANTACRUZ
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.

ESTIMULAR LA ECONOMÍA MEDIANTE UNA POLÍTICA MONETARIA EXPANSIVA Y UN AUMENTO DEL GASTO PÚBLICO NUNCA FUNCIONA, PERO LOS GOBIERNOS TIENEN FUERTES INCENTIVOS PARA INCURRIR UNA Y OTRA VEZ EN ESE ERROR. ESA ESPIRAL ENDEMONIADA ES EXPLICADA EN EL RECIENTEMENTE REEDITADO 'THE DEATH OF MONEY'.
A lo largo de los últimos siete años, la comunidad económica tanto académica como profesional se ha pronunciado de forma mayoritaria a favor de las diferentes políticas monetarias expansivas puestas en marcha por los bancos centrales. Mediante toneladas de papel y miles de gigas de contenido digital, diferentes expertos han enfatizado la "innovación" a la hora de hacer funcionar la máquina de hacer dinero, como si de algo nuevo se tratara.
Sin embargo, nada de lo que se ha hecho desde 2008 -en diciembre de este año fue cuando se puso en marcha el quantitative easing o QE- es novedoso, aunque sí lo sea el lenguaje utilizado para justificar la estrategia. Así, de forma silenciosa a lo largo de estos años, los bancos centrales han capturado las expectativas de los agentes económicos y les han hecho creer en cada momento que su intervención es imprescindible para asegurar una recuperación sólida de la economía mundial.
Esta relación de causalidad bidireccional entre expectativas y acciones monetarias, que ya ha entrado en una espiral endemoniada, es el comienzo de la reedición del último libro de James Rickards titulado The death of Money. The coming collapse of the international monetary system (La muerte del dinero. El colapso inminente del sistema monetario internacional). Con anterioridad a esta obra, este abogado norteamericano y director de Omnis se hizo mundialmente conocido gracias a la publicación de Currency Wars. The making of the next global crisis (Guerra de divisas. La incubación de la próxima crisis global).

POLÍTICA MONETARIA A CONTRACORRIENTE

JAMES RICKARDS, AUTOR DE 'THE DEATH OF MONEY', SE MUEVE MUY BIEN A CONTRACORRIENTE DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO MAYORITARIO
Rickards es, sin duda, uno de los máximos exponentes del pensamiento incorrecto a nivel global. Frente al consenso de los economistas en torno a la necesidad de expandir la oferta monetaria para sacar a las economías de la recesión, loscontrarian advierten de los peligros de esta "huida hacia delante" y destacan los beneficios que tiene adoptar decisiones contra la corriente, es decir, oponiéndose a la tendencia general de mayor gasto, inflación y endeudamiento.
La muerte del dinero acaba donde finalizóGuerra de divisas, pero esta vez con un enfoque más analítico y propositivo. Por un lado, la intención del autor es mostrar hasta qué punto la práctica totalidad de sus predicciones se han ido cumpliendo punto por punto y, por otro lado, ofrece nuevas perspectivas muy negativas sobre la economía y los mercados si las guías tanto de la política fiscal como monetaria se mantienen.
A diferencia del enfoque histórico utilizado en Guerra de divisas, Rickards opta ahora por la interpretación de los hechos presentes con un estilo eminentemente crítico hacia las autoridades monetarias, pero también hacia los diferentes Gobiernos que han creído en los viejos manuales keynesianos de estímulo de la demanda agregada y los beneficios de incrementar el gasto público. En este sentido, la introducción de la política fiscal en el estudio de Rickards enriquece notablemente el análisis de las consecuencias monetarias y reconoce una realidad importante: la difícil separación entre lo fiscal y lo monetario.
La carrera de los bancos centrales por devaluar sus monedas y generar un proceso inflacionario no solo ha provocado una guerra de divisas (tal como predijo Rickards), sino que no ha conseguido el objetivo de crear inflación.
Por ello, a juicio de Rickards, continuar por esta senda únicamente lleva hacia la incertidumbre y el fracaso, plasmados en una destrucción de valor sin precedentes. Devaluar no es gratis: el coste de hacerlo a largo plazo supera, y con creces, el posible beneficio obtenido a corto plazo.
Precisamente encontramos en esto una de las predicciones esenciales del pensamiento de Rickards: el dólar dejará de ser la pieza fundamental del sistema financiero mundial. Después de verse sometido a una pérdida de valor acelerada en los últimos años, el billete verde no puede sostenerse por más tiempo como divisa de reserva mundial. En ello, Rickards acusa a la Reserva Federal y al Tesoro americano de estar destruyendo su moneda con tal de mantener sus privilegios y no realizar ninguna de las reformas estructurales que necesita su economía.

ENVILECER LA MONEDA ES FÁCIL

Al igual que ocurría siglos atrás, para un gobernante es más sencillo envilecer la moneda que reformar de arriba abajo la estructura productiva de su país. En este sentido, es más rentable recurrir a la máquina de hacer dinero e incurrir en el coste que esto tiene, ya que el "beneficio" es observable de forma prácticamente inmediata, mientras que la recompensa futura que se obtendrá por afrontar el enorme sacrificio que supone cambiar radicalmente una economía no es visible para un agente (el político o el banquero central) fundamentalmente cortoplacista.
¿Cuál es la alternativa, entonces? Para Rickards, la tormenta puede evitarse si los Gobiernos (en especial, el de Estados Unidos) y los bancos centrales acometen desde ya grandes reformas estructurales, como eliminar la política del too big to fail (dejar caer a los grandes bancos), aumentar los tipos de interés, bajar los impuestos y reducir el gasto público. La receta no deja de ser una formulación de sobra conocida, pero cuyo éxito radica, a juicio de Rickards, en que se implemente de forma completa.
Y esto no es todo. Ante la destrucción de valor del dólar y la muerte del dinero-papel, Rickards aboga por volver al patrón oro. A pesar del desplome de la cotización de la onza en los últimos cuatro años y la existencia de una enorme cantidad de oro-papel en circulación sin respaldo en el metal físico, Rickards es un goldbug convencido, una persona que cree que el oro es el único garante de la estabilidad del valor del dinero a lo largo del tiempo.
Aunque alguna tesis de La muerte del dinero pueda parecer descabellada, también han sucedido cosas que juzgábamos impensables hace años y no sería de extrañar que alguna de estas predicciones acabara revelándose cierta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario