La Seguridad Social tiene unos números rojos de más de 10.000 millones de euros anuales desde 2012. La disminución constante de ingresos por cotizaciones sociales debido a la destrucción de empleo es la que ha generado estos agujeros, que son compensados con reiterados usos del fondo de reserva para pagar las pensiones.
Es bien sabido que desde 2008 a finales de 2013, la Seguridad Social perdió 3,2 millones de cotizantes. Pero ¿en cuánto dinero se traduce este recorte del empleo?
Los ingresos de la Seguridad Social crecían a un ritmo de más del 8% anual en 2006 y 2007, en la antesala a la crisis;y, aún en 2008, la inercia del empleo y los salarios –que siguieron subiendo ajenos a la desaceleración hasta 2009 incluido–, hicieron que en 2008 la recaudación del sistema aún creciera un 4,7%.
Sin embargo, en 2009, los ingresos por cotizaciones cayeron un 1,43%, lo que supuso 1.600 millones menos que el año anterior. Los años siguientes se acumularon más descensos: en 2010, un 1% menos; en 2011, un 0,17% menos; 2012 registró la caída más pronunciada en un solo año, del 4%; y en 2013, el descenso recaudatorio fue de casi el 3%.En términos acumulados en todos estos años, la Seguridad Social habría perdido prácticamente 24.000 millones de euros, que sí se habrían recaudado si el sistema hubiera mantenido el empleo que tenía registrado en 2008.
Si bien, esta pérdida es en realidad mayor, poro dos causas. En primer lugar porque el sistema recibe las cotizaciones que realiza el Estado por todos los perceptores de una prestación por desempleo o un subsidio de mayores de 55 años.
Así, los ingresos del Estado por estas cotizaciones cuentan a efectos de pago de pensiones, pero en realidad salen del propio sistema público. De esta forma, contando solo con los ingresos por cotizaciones de los trabajadores ocupados, sin tener en cuenta las cotizaciones de los desempleados, la merma recaudatoria ascendería a 33.214 millones de euros.
Y una segunda circunstancia que elevaría aún más esta cifra de pérdida de ingresos es que, aunque en 2014 y 2015 la Seguridad Social recuperó un millón de cotizantes, el bajo nivel de los nuevos salarios y el escaso aumento de los existentes hace que dicha recuperación no se haya trasladado por completo a la mejora recaudatoria.
Así a finales de 2015 los ingresos aún eran 8.000 millones inferiores al máximo logrado en 2008. Esto supone que contabilizanto también el deterioro acumulado pese a la recuperación de 2014 y 2015, los ingresos perdidos entre 2008 y 2015 rondarían los 47.500 millones de euros.
Esta situación se ha producido tanto por la destrucción de empleo como por el deterioro de las bases de cotización debido a la devaluación salarial. Y eso a pesar de que el Gobierno incrementó un 5% las bases máximas de cotización –aquellas de los que más cobran– en 2013 y 2014;y de que el Ejecutivo también amplió la base de cotización desde 2014 incluyendo numerosos conceptos salariales por los que la empresa no cotizaba.
Es más, la previsión del Ejecutivo era incrementar un 6.8% los ingresos por cotizaciones en 2015, pero en el avance de liquidación presupuestaria, apenas han crecido un 1,6%.
Y en 2016 todo apunta a que se repetirá este desfase porque el Gobierno prevé aumentar un 6,7% esta recaudación y, de momento, el ritmo recaudatorio sigue en el entorno del 1%
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