Esta forma de recorrer mundo a bordo la ofrecen algunas de las principales compañías de carga internacionales, como OPDR, Canadian Maritime o CMA-CGM
Lejos de las elegantes instalaciones de los ferris, de sus espaciosos camarotes con sorprendentes vistas al mar, de las suculentas cenas de gala con el capitán, del personal amable y servicial y de la comodidad de los yates privados, existen otras maneras de viajar por alta mar. No, no estamos hablando de un submarino, de un barco de vela ni de un yate lujoso. ¿Qué queda entonces? Una opción que seguramente no te habías planteado: el buque mercante.
Esta forma de recorrer mundo a bordo la ofrecen algunas de las principales compañías de carga internacionales, como OPDR, Canadian Maritime o CMA-CGM. Esta última empresa, además, posibilita embarques en uno de los buques portacontenedores más grandes del mundo: el CMA CGM 'Marco Polo'.
Para los que nunca antes habían oído hablar de este tipo de turismo, la siguiente información seguro que les es relevante. Echa un vistazo a algunas de las preguntas frecuentes que se plantean de cara a los viajes en buque mercante.
¿Cuántos turistas pueden ir a bordo? ¿Y niños?
Se permiten como máximo hasta 12 personas como pasajeros (sin contar con los miembros de la tripulación). Por norma general, la mayoría de las compañías admiten niños a partir de cinco o 10 años. Excepcionalmente, algunas navieras aceptan niños menores de esa edad.
¿Cuáles son los destinos más habituales?
Se puede viajar a cualquier lugar al que se envíen mercancías. Los puertos de Shanghái, Le Havre, Nueva York, Sídney o Tokio son algunos de los que reciben diariamente buques cargueros. Y, por supuesto, llegan a aquellos rinconcitos exóticos que difícilmente podrías descubrir si no fuera porque vas a bordo de uno de estos enormes navíos.
Una vez en el puerto, ¿cuánto tiempo estaremos?
Aproximadamente un día, que ya es mucho más tiempo que el que ofrece cualquier crucero turístico. En este caso, dependerá del total de contenedores que tengan que cargar y descargar los operarios. Para los que quieran disfrutar durante más tiempo en tierra, existe la posibilidad de comprar un billete, desembarcar en el puerto de destino y volver a subir al barco después de haber disfrutado de unos cuantos días. Por supuesto, siempre que haya sitio en un buque que coincida con el día que quieres volver a embarcar.
¿Qué está incluido en el precio?
El alojamiento en un camarote individual o compartido, equipado con ducha e inodoro, el acceso a todas las zonas de la embarcación y la comida. El precio puede oscilar entre 60 y 90 euros al día. Eso sí, el viaje podría demorarse un poco más de lo normal en llegar a destino, así que es mejor contar con días de sobra para disfrutarlo sin estrés. Como ves, apenas hay diferencia de precio con un crucero convencional. Su principal atractivo es experimentar nuevas vivencias y convivir abordo con la tripulación, además de explorar lugares recónditos a los que jamás podrías llegar en barco.
¿Cómo son las instalaciones?
No esperes grandes lujos ni pretensiones, sino lo básico para disfrutar de la travesía. Camarotes confortables, una cubierta que con suerte tiene piscina, biblioteca, gimnasio o 'spa'. Todas las instalaciones se comparten con la tripulación, incluso el comedor.
¿Cuánto tiempo tarda en llegar a destino?
Generalmente, los itinerarios oscilan entre dos semanas y 100 días, dependiendo de la ruta que se vaya a hacer. El pasajero debe tener claro que no existen las prisas y que el viaje podría demorarse más de lo previsto.
Si te gusta el mar, la tranquilidad, experimentar nuevas vivencias, eres aventurero, o simplemente quieres un cambio de aires, viajar en un buque mercante puede ser la experiencia que estabas buscando. Aquí tienes algunas compañías que pueden alegrarte el día:
- A la Carte Freighter Travel
- OPDR
- C.C.C. Catalina Cargo Conseil
- Globoship
- Freighter Cruises
- Grimaldi
- Frachtschiff-Touristik
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