En su artículo “The Big Meh” Paul Krugman se queja de que a pesar de todos los avances en la tecnología de la información, el efecto hasta ahora ha sido insignificante en lo que se refiere al crecimiento económico.
Krugman escribe “Que toda la era digital, extendiéndose más de cuatro décadas, se muestra como una desilusión. Las nuevas tecnologías han generado grandes titulares, pero modestos resultados económicos. ¿Por qué? (…) La respuesta es que no lo sé… pero tampoco lo sabe nadie más”.
Contrariamente a Krugman, creemos que economistas como Ludwig von Mises y Murray Rothbard han proporcionado una respuesta clara al tema de la tecnología y el crecimiento económico.
De hecho, si se mira a la relación entre el PIB real y el PIB real potencial, la economía si parece estar rondando por debajo del potencial con la relación de 0,977 en el T1 de este año.
En El hombre, la economía y el estado, Rothbard dice que la tecnología, aunque importante, debe siempre funcionar mediante la inversión de capital para generar crecimiento económico.
Sobre este tema, Rothbard cita a Mises, que dice:
Lo que falta en (los países subdesarrollados) no es conocimiento de los métodos tecnológicos occidentales (“know how”): eso se aprende con bastante facilidad. El servicio de impartir conocimiento, en persona o en forma de libro, puede pagarse inmediatamente. Lo que falta es la oferta de capital ahorrado, necesaria para poner en práctica los métodos desarrollados.
La mayoría de las teorías modernas que destacan la importancia de las nuevas ideas y las nuevas tecnologías da la impresión de que dichas ideas y tecnologías tienen “vida propia”. Muchos expertos sostienen que debido a las cantidades limitadas de capital y trabajo, sin el progreso tecnológico, las oportunidades de crecimiento acabarían por terminarse.
Necesitamos financiación para implantar nuevas ideas
Las ideas, al contrario que las entradas materiales, no son escasas por sí mismas. Consecuentemente, se argumenta, nuevas ideas para procesos más eficientes y nuevos productos pueden hacer posible un crecimiento continuo.Creemos que independientemente de cuántas ideas tenga la gente, lo que importa es si estas ideas pueden implantarse. Lo que siempre limita la implantación de diversas nuevas técnicas es la disponibilidad de financiación. Aunque ideas y nuevas técnicas pueden ocasionar un mejor uso de recursos escasos, pueden sin embargo hacer muy poco sin la existencia de ahorro real.
Así que independientemente de lo inteligentes que seamos e independientemente de las diversas ideas tecnológicas, sin una existencia apropiada de financiación no se conseguirá nada. Es mediante la expansión en las existencias de ahorro real como es posible un aumento en el stock de bienes de capital. Y es el aumento en los bienes de capital por trabajador lo que permite que aparezca el crecimiento económico.
Para conseguir más financiación, necesitamos ahorro
Evidentemente, nuevas ideas y nueva tecnología pueden introducirse durante la producción de nuevo bienes de capital (es decir, nueva tecnología) serán incluidas en el stock de bienes de capital. Lo crucial del asunto es, sin embargo, que los bienes de capital no pueden aparecer sin un previo aumento en la existencia de fondos o en la existencia de ahorro real.Tomemos, por ejemplo, al panadero John que producía diez barras de pan. Consume dos barras de pan mientras que las otras ocho (su ahorro real) las emplea para comprar una nueva pieza para mejorar su horno. Con un horno mejor puede ahora aumentar la producción de pan a veinte barras. Si sigue consumiendo todavía dos barras, entonces con un mayor ahorro (ahora son dieciocho barras), puede mejorar aún más su horno introduciendo nuevas partes, que le permitirán la introducción de nueva tecnología. Advirtamos que todo esto es posible a cuenta del ahorro real.
Creemos que a pesar de las nuevas tecnologías, un impedimento importante para el crecimiento económico ha sido la incansable intromisión del banco central en los mercados financieros.
Desde 2008 esta intromisión se puso de manifiesto en la política monetaria extraordinariamente laxa de la Fed que generó la masiva expansión monetaria del balance de la Fed y la rebaja de los tipos de interés hasta casi la nada.
Estas políticas han sido las responsables de una grave erosión en las existencias de ahorro real y por tanto de un debilitamiento del proceso de formación de capital. Esto a su vez ha socavado el crecimiento económico real a pesar de la nueva tecnología de la información.
Para Krugman y sus seguidores, ahorrar es una mala noticia (se ve como menos demanda), por tanto no cabe sorprenderse de que Krugman esté confuso respecto de por qué las nuevas ideas no se han manifestado en un crecimiento económico más robusto. Contrariamente a Krugman, estimular la llamada demanda agregada mientras se socava el proceso de formación de capital y por tanto la capacidad de producir bienes y servicios, no puede fortalecer el crecimiento económico con el tiempo. De hecho, esta forma de pensar deriva de la idea de que algo puede crearse de la nada.
Publicado originalmente el 8 de junio de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.
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