Buscar este blog

jueves, 5 de noviembre de 2015

La economía no tiene miedo, todavía

La incertidumbre política que vive España -inmersa en plena precampaña electoral y con el pulso soberanista catalán- no se ha traducido en un aumento de la inquietud económica, todavía

 
Foto: Foto: EFE.
Foto: EFE.
 
La economía no tiene miedo, todavía. Desde hace ya siete años, en el IESE elaboramos un Índice de Incertidumbre (i3e) que pretende ser una herramienta que ayude a empresarios y directivos a tomar decisiones, midiendo de forma objetiva los 'miedos' que siente la economía ante los cambios de coyuntura. Elaboramos este marcador a partir de cuatro variables (Ibex 35, tasa de cambio dólar-euro ($ / €), precio del barril de petróleo Brent y precios del bono español a 10 años), y de un tiempo a esta parte, no hemos fallado ni una. El i3e ha sido sensible a las grandes crisis que han experimentado los mercados desde 2007.
 
Así que, con esta confianza, tenía mucha curiosidad por saber qué pasaría este mes. Y octubre sigue confirmando el descenso de la incertidumbre que empezó el verano pasado. Concretamente, en octubre ha disminuido 18 puntos con respecto al mes anterior, situándose en 94 puntos en una escala 0-200, un nivel ligeramente inferior a la media de la última década. Esto implica que las perspectivas que existen en torno al crecimiento de la economía española siguen siendo muy positivas, y ese optimismo se traduce en una reducción de la incertidumbre.
 
Podemos señalar, por lo tanto, que la incertidumbre política que vive España -inmersa en plena precampaña electoral de cara a los comicios generales del próximo 20 de diciembre, el avance de nuevos partidos políticos y con el pulso soberanista catalán- no se ha traducido en un aumento de la inquietud económica, todavía.
 
Parece que el buen comportamiento del índice se debe a que se van despejando las dudas respecto a un posible estancamiento del crecimiento económico
 
Si examinamos en profundidad los distintos factores analizados en el i3e, la incertidumbre sobre la bolsa española ha disminuido en octubre 19 puntos, hasta situarse en los 95, mientras que la incertidumbre sobre el tipo de cambio euro-dólar también se ha rebajado cuatro puntos, y alcanza los 107. Asimismo, la incertidumbre sobre la deuda española ha descendido 26 puntos hasta los 43, al igual que la incertidumbre sobre el precio del petróleo, que se sitúa en los 136 puntos después de bajar ocho.
 
En conclusión, parece que el buen comportamiento del índice se debe a que se van despejando las dudas respecto a un posible estancamiento del crecimiento de la economía, y se consolida una previsión de crecimiento entre el 3% y el 4% para este año y el que viene, lo cual explica esta disminución en el indicador del mes de octubre.
 

¿Por qué medimos la incertidumbre?

 
Muchas decisiones empresariales y personales, tanto a corto como a largo plazo, se toman en función de la incertidumbre económica existente. Por eso este índice pretende ayudar a tomar decisiones a partir de una información basada en datos objetivos.
 
La magnitud de la reciente crisis financiera no hace sino aumentar el impacto de esta incertidumbre en la vida de las empresas y de las familias
 
En los últimos dos o tres años se ha detectado un enorme incremento de las vacilaciones sobre la situación económica. Los mercados financieros han mostrado unas fluctuaciones no observadas hasta ahora, y hay un sentimiento generalizado por parte de las empresas (y de los ciudadanos) de grandes dudas. La magnitud de la reciente crisis financiera no hace sino aumentar el impacto de esta incertidumbre en la vida de las empresas y de las familias. Conocer un dato objetivo que mida esta incertidumbre puede ayudar a tomar decisiones, valorando si la 'percepción subjetiva' responde a una reacción objetiva ante un cambio de coyuntura.
 
Desde su creación, el Índice IESE de Incertidumbre Económica ha anticipado las tendencias del mercado, reflejando la amplitud de las variaciones de la tasa de crecimiento diaria de estas cuatro variables. El marcador está ajustado de modo que su valor medio en la década 2000-2009 es de 100. Los valores por debajo de 100 indican una incertidumbre económica inferior al promedio de la década anterior, mientras que los valores por encima de 100 suponen una mayor incertidumbre económica.

Evolución histórica


El gráfico muestra cómo el valor del índice en los primeros años de la década pasada se situaba entre 100 y 150. La incertidumbre era muy grande debido a enormes escándalos corporativos y a la explosión de la burbuja de las puntocom. De modo particular se detectan subidas del índice en septiembre de 2001 y en marzo de 2003, que reflejan los ataques terroristas en EEUU contra las Torres Gemelas y el inicio de la guerra de Irak.
 
Conforme avanza la década -vemos en el gráfico-, la incertidumbre se modera y en el periodo 2004-2007 toma valores entre 50 y 100. Son años de estabilidad y crecimiento, y quizá de inconsciente alegría. Hasta que en 2008 la crisis financiera eleva el valor del índice a los 190 puntos. También se observa cómo a partir de mediados de 2009 la incertidumbre se modera, y finalmente la crisis de la deuda griega y la irlandesa hace elevar el valor del índice. En definitiva, este marcador refleja muy bien la incertidumbre que existe en cada momento.
 
Durante estos años, el i3e ha demostrado que las variaciones de las variables económico-financieras en distintos países estaban poco relacionadas. Al contrario, estas variables cada vez están más integradas y lo que sucede en un lugar se traslada inmediatamente a otro. Esto implica que las crisis y las expansiones se retroalimentan, dando lugar a unas fluctuaciones mucho mayores. Por ese motivo, cada vez se puede hablar menos de economías regionales.
*Miguel Ángel Ariño es profesor del IESE

No hay comentarios:

Publicar un comentario