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jueves, 5 de noviembre de 2015

El trabajador medio paga muchos más impuestos en España que en Suecia

El esfuerzo fiscal es más alto en nuestro país que en economías europeas más ricas y prósperas.

¿Por qué España siempre ha tenido una tasa de paro superior a la media europea? Esa es una de las preguntas que quiere responder el nuevo informe del think tank Civismo. El documento rescata estudios de la Comisión Europea que revelan que el peso de la fiscalidad en nuestro país "es excesivo, especialmente en el caso de las cotizaciones a la Seguridad Social. Por ello, es recomendable reducirlas para lograr que baje el paro".
 
Según denuncia Civismo, cuando consideramos todas las cargas fiscales que gravan el trabajo, vemos que un sueldo de 1.679 euros netos paga en España un tipo impositivo real del 40,7%, a la altura de países como Suecia o Finlandia... pero con la diferencia de que la renta media en dichos países es un 70% superior que en nuestro caso.
 
La comparativa es aún más sangrante si nos fijamos en Dinamarca, Luxemburgo, Noruega o Irlanda. De acuerdo con el estudio que firma la economista Cristina Berechet, "estos países también tienen niveles de renta media muy superiores a los que observamos en España, pero la fiscalidad observada es mucho más reducida, se mueve entre el 28% y el 38%".

El esfuerzo fiscal real que soportamos en España

 
Civismo ha calculado el esfuerzo fiscal real que soportan los trabajadores españoles en función de ocho diversos niveles de ingresos:
 
Como se ve en la gráfica, "el tipo impositivo real refleja una gran progresividad en los primeros niveles de renta, subiendo desde el 27,9% para un trabajador que no llega a mil euros al mes hasta el 44,1% para un sueldo bruto anual de 43.000 euros. A partir de este nivel, el tipo impositivo real es regresivo: de modo que el tipo baja hasta el 42,69% para un sueldo bruto de 65.000 euros anuales, y vuelve a subir hasta 43,74% para un sueldo bruto de 100.000 euros".
 
Civismo explica que países como Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Suecia, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Portugal, Estonia, Hungría o Chile plantean un escenario fiscal opuesto al de España, abogando por reducir el peso relativo de las cotizaciones sociales en favor de IRPF e IVA.
 

Pero el informe también destaca la opacidad del modelo español, en el que sobre una cotización del 37,38%, apenas 6,25 puntos vienen reflejados en la nómina de los trabajadores mientras que los 31,13 restantes corren a cuenta de los empleadores, con la consecuente falta de transparencia fiscal.
 
El resultado es que un 59% de la carga fiscal que soporta el empleo en nuestro país queda "oculta" a los ojos de los contribuyentes, trasladando la idea de que su esfuerzo fiscal es menor de lo que podría parecer:
 
Según denuncia Civismo, "de este modo, el trabajador desconoce la cantidad exacta de impuestos que soporta, ya que parte de sus ingresos se disfrazan como un gravamen pagado por el empleador de los beneficios empresariales. Aunque las cotizaciones a la Seguridad Social son la principal fuente de ingresos del Estado Español, los contribuyentes no son conscientes de dicho peso porque la mayor parte de estas contribuciones recaen sobre las empresas".
 

¿Quién paga las cotizaciones?

 
La cotización del trabajador a la Seguridad Social se retiene directamente de su sueldo bruto. No obstante, la pregunta es ¿quién soporta la cotización que paga el empresario por encima del sueldo bruto del trabajador? Como apunta Civismo, "la literatura económica no ha llegado a un consenso pero sí hay una aceptación clara de que todo o casi todo el peso lo soportan los trabajadores en forma de sueldos más reducidos, precios más elevados y mayor desempleo".

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