Su posición neta acreedora en el mercado financiero se reduce con rapidez
Cuanto más tiempo pasen los precios del crudo por los suelos, mayor será la presión sobre las autoridades de Arabia Saudí para que abandonen su actual tipo de cambio fijo contra el dólar, fijado en 0,266667 dólares por riyal durante tres décadas.
Los contratos que especulan sobre el tipo de cambio del riyal para los próximos doce meses se sitúan en máximos que no se veían desde el año 2002. Mientras, los que apuestan a seis meses vista se cambian en máximos de siete años, y eso pese a que el ministro saudí responsable de la producción de crudo ha afirmado que trabaja junto con otros productores de la OPEP para estabilizar el mercado.
La dictadura de la familia Saud está bombeando crudo a niveles de récord, lo que ha impedido que la ofensiva de la OPEP para defender su cuota de mercado haya tenido éxito, y el Brent cotiza en torno a los precios más bajos de los últimos seis años.
La caída en los ingresos por venta de petróleo ha obligado ya al gobierno de Arabia Saudí a comenzar a vender sus ahorros en el mercado internacional y a emitir deuda, reduciendo así su posición neta acreedora. Y todo para preservar su tipo de cambio fijo con el dólar, fijado desde hace ya más de 30 años.
Más que improbable
Para Bank of America, el actual curso de los acontecimientos sólo puede significar una cosa: la dictadura se enfrenta a una decisión crítica el próximo año: o corta la producción (para que los precios suban y sus ingresos se recuperen), o deprecia la moneda para amortiguar el declive de sus reservas de deuda extranjera.
"Que el riyal saudí abandone su tipo de cambio fijo es nuestro evento del tipo cisne negro número uno, una situación muy improbable, pero con un riesgo de impacto muy alto", señalan los analistas de Bank of America. "Es mucho más fácil de asumir políticamente la implementación de un recorte suave de la producción que permitir una fuerte devaluación de la moneda", afirman.
Pese a que la posición acreedora de Arabia Saudí se está deshaciendo con rapidez, al país le quedan aún reservas por valor de cerca de 647.000 millones de dólares.
El gobernador del Banco Central del país, Fahad Al-Mubarak, afirmó el pasado mes de septiembre que el tipo de cambio fijo con el dólar se mantendrá mientras su economía sea dependiente del crudo. De hecho, el maridaje entre la moneda americana y la saudí ha vivido ya situaciones difíciles antes, como los bajos precios de los años 90 y la presión revalorizadora de finales de los 2000, como recuerda un analista de Scotiabank.
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