Hasta ayer, Abengoa era, pese a sus conocidos problemas de liquidez, una empresa solvente para la banca española y para la extranjera. La compañía andaluza de los Benjumea estaba, como le ocurrió a Pescanova, al día con los acreedores, por lo que ninguno de los más de 72 prestamistas con los que financiaba sus actividades habían provisionado sus posiciones. Tras reconocer que pedirá el preconcurso de acreedores, como adelantó este miércoles El Confidencial, la banca ha empezado a hacer números para saber cuántos de los 20.265 millones concedidos tendrá que dotar en los próximos meses.
De esa cantidad prestada a Abengoa, 4.300 millones corresponden a bancos españoles, con el Santander a la cabeza, con un riesgo de 1.558 millones vinculado al grupo de ingeniería. Le siguen Bankia, Caixabank, Sabadell, Popular, Bankinter y el Instituto de Crédito Oficial (ICO), entidad pública propiedad del Estado. También están en la lista de acreedores nacionales Mapfre, Abanca, Liberbank, Kutxabank y Cesce, la aseguradora también de capital público. Curiosamente, Unicaja, el único banco andaluz del 'ranking', apenas le prestó 55 millones. El único banco español que no se fio nunca de los Benjumea fue BBVA. El riesgo del Estado asciende a casi 800 millones.
No obstante, estos 4.300 millones de euros tienen una tipología diferente, ya que una parte es deuda corporativa, otra es línea de circulante, una tercera es financiación de proyectos y la última, avales. Como la normativa bancaria califica de forma distinta cada tipo de préstamo en función de su garantía, los bancos españoles no tendrán que provisionar el volumen total concedido a Abengoa para financiar el agresivo crecimiento que ha llevado a su situación preconcursal.
Lo que más preocupa a Santander, Bankia, Caixabank, Sabadell, Popular y Bankinter, entre otros, es la denominada deuda corporativa, la que tiene como garantía las acciones de Abengoa, que hoy prácticamente no valen nada tras el desplome del 53% registrado este miércoles. De los 4.300 millones de exposición total, 750 millones son corporativos y de difícil recuperación. Son los primeros que deberán ser provisionados si la compañía finalmente entra en concurso de acreedores. Los restantes casi 3.500 millones dependerán de su potencial recuperación con la venta del proyecto financiado o con la generación de caja para la devolución del circulante.
A estas cantidades hay que añadir los cerca de 200 millones que la banca nacional prestó a la familia Benjumea para comprar acciones a crédito y mantener su 60% de los derechos de voto y el 30% de los derechos económicos actuales, debido a la estructura de acciones clase A y B.
Fuentes próximas al caso reconocen que, de no mediar solución con la aparición de un nuevo inversor, el agujero en las cuentas españolas será mayúsculo
Lo que reconocen la mayoría de los bancos españoles es que, a día de hoy, ninguno tiene hecha dotación alguna para cubrir el riesgo en Abengoa. Si la compañía sevillana no logra en cuatro meses superar el preconcurso mediante un acuerdo con los acreedores, las entidades financieras tendrán que hacer sus primeras provisiones a finales del primer trimestre de 2016. Dependerá en todo caso de la recomendación que hagan sus respectivos auditores, los cuales por prudencia suelen aconsejar cubrir parcialmente la posición.
Fuentes próximas al caso reconocen que, de no mediar solución con la aparición de un nuevo inversor, el agujero en las cuentas del sistema financiero español será mayúsculo, puesto que la compañía estaría abocada a una liquidación ordenada. Varios bancos han comenzado ya a vender su deuda en el mercado secundario con un descuento sobre el valor nominal ante lo que se avecina, por lo que los propietarios del pasivo serán en breve muchos fondos buitre u oportunistas.
Una quita enorme a la vista
No se descarta que la alternativa sea que los acreedores acepten una quita de al menos el 50% sobre la deuda bruta, que supera los 9.000 millones de euros, sin contar avales ni circulante. La situación, repiten desde los propios bancos, se asemeja a Pescanova, con la diferencia de que en el caso de la empresa gallega el pasivo ascendía a 3.500 millones, casi tres veces menos. La tormenta sufrida por la compañía pesquera obligó a los bancos a digerir una pérdida del 70% del dinero prestado, además de aportar dinero adicional y tener que quedarse con el grupo.En cualquier caso, desde los bancos españoles admiten que seguirán muy de cerca los próximos acontecimientos para saber cómo proceder. Especialmente porque muchos son conscientes de que la situación de Abengoa puede deteriorarse aún más a corto plazo si los bancos extranjeros le siguen cerrando sus líneas de crédito. Según fuentes próximas a la empresa andaluza, entidades internacionales le han retirado 500 millones de euros que han ido venciendo y que no han sido renovados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario