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viernes, 28 de noviembre de 2014


¿Por qué Holanda ha repatriado en secreto reservas de oro por valor de 4.000 millones de euros?


(OroyFinanzas.com) – Los holandeses poseen cuantiosas reservas de oro, mayores que las del Reino Unido, Bélgica, Portugal, España y Canadá. Seiscientas doce toneladas, según los datos más recientes. El viernes pasado, el Banco Central de Holanda ha publicado una noticia inesperada: al menos el veinte por ciento de las reservas de oro holandesas se han repatriado en secretodesde las cámaras acorazadas de la sede de la Fed en Nueva York hasta las del banco holandés ubicadas en Ámsterdam. ¿Qué ha llevado a tomar esta decisión justamente ahora?
¿Por qué los holandeses hacen lo contrario que los alemanes?
Primer misterio: ¿por qué los holandeses, al revés que los alemanes, repatrían su oro de golpe? Las tres mil seiscientas toneladas de oro que constituyen las reservas de oro alemanas —sólo superadas por las de Estados Unidos— superan las holandesas. Debido a que la presión sobre el Bundesbank no dejaba de crecer, la institución decidió tranquilizar los ánimos repatriando ciento cincuenta toneladas. No obstante, declaró que el traslado se llevaría a cabo «paso a paso, a largo de tres años» porque la cantidad era demasiado grande para ser trasladada en un avión.
Holanda acaba de demostrar que Alemania se equivoca
La gran diferencia entre Alemania y Holanda es que esta última ha solicitado a la Fed de Nueva York ciento veintidós toneladas y media de oro en una sola entrega. Al banco holandés le bastaron un par de semanas para organizar algo que, a juicio de los alemanes, requeriría varios años. ¿Acaso los alemanes se equivocan? Pero la historia no termina ahí. Holanda podría haber actuado como Alemania, pero no lo hizo. ¿Por qué tanta prisa?
¿Por qué el Banco Central de Holanda ha repatriado su oro?
El Banco Central de Holanda ha hecho públicas las razones de su decisión, pero conviene aceptarlas con ciertas reservas. La institución afirma que todo obedece al deseo de optimizar la distribución geográfica de las reservas de oro. Al igual que Alemania, Holanda tenía casi la mitad de sus reservas almacenadas en Manhattan (Nueva York), pero eso no explica las prisas ni que se exigiese una sola entrega.Un portavoz del banco ha declarado al periódico De Telegraaf que si bien durante la Guerra Fría quizá tuvo sentido almacenar todo ese oro en Nueva York, pero ya no. Por otro lado, el banco explica que con esta decisión busca fortalecer la confianza de los holandeses en su banco central, lo cual no parece muy plausible. La publicidad que se ha dado a la medida no evitó que la atención de la mayoría de los holandeses se dirigiese principalmente a otras cuestiones. Puede que lo que Klaas Knot (el gobernador del banco central holandés) esté intentando sea tranquilizar a la opinión pública, habida cuenta de la situación en países como Alemania, Suiza o Austria. ¿Pero realmente es ese el motivo?
¿Por qué ahora?
Por tanto, la pregunta fundamental es ¿por qué ahora? Pudiera ser una respuesta a la noticia del inspector alemán que informó de malas prácticas durante su visita a la cámara acorazada de Nueva York. Cuando en 2007 los alemanes pidieron ver su oro, no se les permitió entrar en las cámaras. En 2011 las visitaron por segunda vez y en esa ocasión se les permitió ver un poco más. Se abrió uno de los nueve compartimentos y de una cámara llena a rebosar se extrajeron unos cuantos lingotes de oro germano que fueron medidos y examinados. Pero, ¿hay algo que el Banco Central de Holanda no esté contando? ¿Se llevó a cabo una auditoría? ¿Acaso se les negó la entrada como a los alemanes? ¿No se fían de los Estados Unidos y de la Fed?
¿Por qué la decisión del Banco Central de Holanda no va a gustar a los suizos?
Dentro de nueve días exactamente tendrá lugar en Suiza el referéndum sobre la iniciativa «Salvemos nuestro oro». El treinta de noviembre los suizos decidirán si quieren imponer duras restricciones a su banco central. Entre otras cosas, se pide repatriar a Suiza todo el oro suizo y que no se almacene nada en Nueva York o Londres. La noticia publicada por el Banco Central de Holanda, por tanto, no llega en buen momento para el banco suizo, pues hace que aumente la tensión en un debate ya de por sí tenso. Los suizos deben de estar preguntándose por qué no deberían ellos repatriar su oro si Holanda ya lo está haciendo. También se pide que el Banco Central de Suiza mantenga el veinte por ciento de sus reservas en oro. Cumplir semejante requisito impediría a la institución seguir comprando euros para manipular el tipo de cambio del franco suizo.
Preocupación también en Austria por sus reservas de oro
Los alemanes y los suizos no son los únicos que se preocupan por sus reservas de oro. Los austriacos también. En Austria no deja de aumentar la presión sobre el banco central. Hace tan sólo dos años la institución hizo pública la ubicación de sus reservas y se supo que más del ochenta por ciento se encuentra en Londres. El resto está en Austria (diecisiete por ciento) y en Basilea (tres por ciento). Los austriacos también quieren repatriar su oro.
La siguiente pregunta es: ¿cuánto de ese oro se ha prestado?
Bélgica, por ejemplo, ha prestado más de un tercio de sus reservas a lo largo de los últimos años. Esto plantea varias cuestiones. ¿Es prudente especular con las propias reservas de oro?, sobre todo cuando por ello se obtiene un mero 0,2% anual.
El Banco Central de Holanda ha declarado que dejó de prestar su oro a partir de la crisis de 2008. Esto convierte a Holanda en la excepción, pues el préstamo de esta clase de reservas sigue siendo una práctica habitual.
La pregunta es, ¿hasta qué punto? ¿Cabe extrapolar el comportamiento del Banco Central de Bélgica a otros bancos centrales? En tal caso, un tercio del oro físico está prestado al mismo tiempo que figura en los balances de los bancos centrales sin mayor indicación al respecto.
No parece muy prudente que los bancos centrales presten su oro y a la vez lo incluyan en sus balances como un activo físico por el total de su valor.

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