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sábado, 29 de noviembre de 2014


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España bordeará la deflación durante meses por la bajada del petróleo
http://www.eleconomista.es/



El crudo barato mantendrá el IPC bajo mínimos, pero también ayudará a impulsar la economía. Descienden las necesidades de financiación exterior por la menor dependencia energética.

Las fluctuaciones en el precio del petróleo representan más del 50 por ciento de la variabilidad de la inflación española, y de ahí que el brusco abaratamiento del crudo en las últimas semanas -con mínimo de 72,58 dólares el jueves pasado- haya hundido el IPC nacional en su quinto mes consecutivo en terreno negativo, que marcó en noviembre con un -0,4 por ciento. De hecho, España seguirá en esa situación, bordeando la temida deflación, en los próximos meses, aunque ello no signifique necesariamente ni que la actividad ni el consumo se ralenticen al punto de poner en riesgo la recuperación del PIB.

A menos, claro está, que se produzcan acontecimientos externos que puedan complicar el crecimiento del país -mayor parón europeo, tensiones geopolíticas por ese desmoronamiento de precios del petróleo- o un estallido de los asuntos internos, léase desafío autonomista catalán o auge populista.

Tal y como matiza Miguel Ángel Bernal, profesor del IEE, la bajada del crudo en sí misma reaviva el peligro de la deflación, si se entiende ésta como "una caída prolongada y sostenida del IPC". Ahora bien, según él, estaríamos hablando de una deflación buena, pues el abaratamiento de la energía se debe a la caída de un input (materia prima) que España tiene que importar.

Y asegura que "para hablar de la deflación buena es fundamental una comparativa entre el IPC y el deflactor del PIB. Como el deflactor se publica trimestralmente, habrá que esperar a comparar los PIB del tercer y cuarto trimestres de 2014".

A su vez, José Domingo Roselló, del Instituto Flores de Lemus-Carlos III, coincide en que como bajan los precios de la energía, aumentan las probabilidades de observar inflación negativa. "Los precios del crudo colaborarán a reducir el IPC, incluso por debajo de cero en los próximos meses, pero esencialmente ayudarán a evitar las condiciones económicas necesarias para que haya deflación al suponer un estímulo a la actividad".

Precisamente, el hecho de que gran parte de los recientes precios negativos estén provocados por la caída del petróleo ayuda a desdramatizar la entrada de España en una deflación mala. "Si observamos la evolución de la inflación subyacente, aunque está en negativo, su evolución no es dramática para frenar el consumo", detalla el profesor de Finanzas Juan Fernando Robles.

Por su parte, la analista de Funcas María Jesús Fernández estima que "si la inflación es negativa a causa de la bajada del crudo, bienvenido sea, esto no es deflación; es algo muy positivo porque significa que los hogares tienen más renta para gastar (o ahorrar), y que los costes energéticos de las empresas se reducen, lo que también reduce la presión al alza sobre los precios".

Balanza comercial


Los expertos consultados por elEconomista tienen claro que la caída de precios del crudo siempre es positiva para la economía española, pero no todos sus efectos se van a notar igual ni en el corto plazo.

A juicio de Juan Fernando Robles, dada la dependencia energética de España y la negativa influencia en la balanza de pagos de la obligada importación de petróleo, "la caída de precios es una buena noticia pues reduce los recursos destinados a importaciones. Por otra parte, disminuye los costes de la energía y del transporte".

Será favorable para la balanza comercial de España, que presenta un fuerte déficit por el volumen de importación de hidrocarburos (gas y petróleo). "De hecho, sin ese capítulo estaríamos prácticamente equilibrados", señala Miguel Ángel Bernal, para quien es indudable que "la caída de precios del crudo es una bendición para la balanza de capitales y por supuesto para el saneamiento de la dependencia o necesidades de financiación exterior".
Ahora bien, también puede tener efectos desfavorables para las cuentas de algunas empresas. Según el profesor, es el caso de Repsol, puesto que cuenta con existencias de materias prima, las cuales ahora sufren bajadas de precios.

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