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viernes, 7 de noviembre de 2014


De Luxemburgo a Antillas: la red 

'offshore' de IKEA para pagar menos 

impuestos.



EL CONFIDENCIAL

Ikea es líder en el mercado de la distribución de mobiliario. Y también en el de la optimización de impuestos. Los beneficios obtenidos por la multinacional sueca por cada estantería Billy y por cada silla Poäng vendidas se dibujan con un esquema que tiene en Luxemburgo su piedra angular. Una maraña fiscal que pasa a través de los Países Bajos, Suiza, Chipre y los centros financieros más opacos del Caribe.
Criticada en ocasiones por la cercanía de su fundador, Ingvar Kampard, con los movimientos pronazis suecos, la multinacional no suele acaparar portadas. Es sabido que IKEA cuenta con un 'propietario de su concepto' con sede en los Países Bajos, un holding que le permite eximir de impuestos todos los ingresos por propiedad intelectual.
La telaraña de empresas tiene su centro en Luxemburgo, pero pasa por los Países Bajos, Bélgica, Chipre y centros financieros más exóticos como las Antillas Neerlandesas o las Islas Vírgenes Británicas.
Pero la red que permite la optimización fiscal del grupo es, en realidad, mucho más complicada. Un sistema muy elaborado, pensado en los años 70, centrado en Luxemburgo y con las ventajas de todos los "mejores" paraísos fiscales del planeta. El resultado es una reducción de las facturas fiscales en los países donde IKEA realmente opera que beneficia al accionista. 
La telaraña de empresas tiene su centro en Luxemburgo, donde IKEA ha instalado su holding central (Inter Ikea Holding). Pero pasa por los Países Bajos, Bélgica, Chipre y centros financieros más exóticos como las Antillas Neerlandesas o las Islas Vírgenes Británicas. Elholding luxemburgués controla –de forma más o menos directa– numerosas filiales del grupo, que hacen crecer sus ganancias del grupo, y el citado 'concepto' holandés.
La complejidad del esquema hace que resulte opaco a la mayor parte de estados en los que IKEA opera, así como a sus autoridades fiscales. Este tipo de estructura es perfectamente legal y, sin embargo, perjudica en la recaudaciónde impuestos a los más de cincuenta países en los que pueden comprar sus productos.
IKEA, por su parte, asegura que su plan fiscal cumple con todas las normas y regulaciones vigentes. Inter Ikea ha explicado, preguntada para esta investigación, que su tasa de impuestos sobre la renta corporativa total ronda el 14%. 
En un entorno fiscal muy cambiante, IKEA siempre ha sido capaz de adaptarse. Es lo que se desprende en un documento con fecha 11 de noviembre de 2009 (puede consultarlo en este buscador interactivo), aprobado por el Gran Ducado, que organiza la reestructuración impositiva del grupo en Luxemburgo. Ese año, tras algunos cambios legislativos en el país y en Bélgica, la compañía tuvo que reorganizarse. El ConfidencialLe Monde y otros 33 medios de 26 países han tenido acceso a esta información gracias a la investigación Luxembourg Leaks, liderada por el ICIJ.  
Esquema offshore
Esta "operación" se llevó a cabo en dos tiempos. En una primera fase, el grupo transformó su antiguo holding luxemburgués, donde gozaba del estatuto de 'Holding 1929', eliminado bajo la presión de la comunidad internacional que lo consideraba competencia desleal. Lo convirtió en una nueva compañía, Inter Ikea Holding SA, con la condición de soparfi, un tipo de sociedad exclusivo de Luxemburgo que cuenta con un régimen tributario muy ventajoso. IKEA obtuvo para sí la misma exención de impuestos sobre los dividendos pagados a sus accionistas de la que se beneficiaba como 'Holding 1929'.
La retención normal en Luxemburgo habría sido del 15%, pero un truco fiscal permitió evitarlo. Todas las reservas del holding (casi 5 millones de euros en 2009) desde entonces se pudieron distribuir a los accionistas sin ningún gravamen fiscal. A partir de los documentos de ICIJ, puede estimarse un beneficio fiscal máximo para un accionista de la compañía de 735 millones de euros sólo a través de esta operación.


Vídeo: aprenda a pagar menos impuestos gracias a Luxemburgo

La reorganización de Ikea en 2009 permitió, en una segunda fase, crear un banco interno que proporcionaría financiación a las otras filiales en todo el mundo. Unos préstamos internos al grupo que se beneficiarían, también, de una tributación muy baja. Y se hizo reemplazando una entidad similar que existía en Bélgica, donde las ventajas fiscales se verían suprimidas.
También en este caso se utilizó un esquema offshore: la nueva banca del grupo se financia a través de una sociedad en las Antillas neerlandesas y se apoya en una sucursal en Suiza, también esta 'de-fiscalizada' legalmente. En la práctica, a través de este banco logró millones de euros adicionales de ahorro en impuestos.
Los documentos fiscales obtenidos por el ICIJ sólo pueden ofrecer una imagen parcial de las ganancias obtenidas. Y de las pérdidas para los estados en los que opera la multinacional. Según un experto abogado fiscalista consultado por este reportaje, es muy probable que Ikea tenga acuerdos parecidos en los otros países, en particular para su implantación en los Países Bajos, donde se encuentra la filial de su holding en Luxemburgo. El estado también es conocido por su tributación laxa al estilo del Gran Ducado, Irlanda o Suiza. Y el holding, recuerda este experto, no está obligado a presentar sus resultados financieros completos.
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Artículo cedido en exclusiva por Le Monde en el marco de la investigación'Luxembourg Leaks'. Traducción y adaptación a cargo de Daniele Grasso.


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