En marzo registraron las mayores entradas de inversión extranjera en casi dos años
Desastre político y económico en Brasil, tensión sobre el aterrizaje en China, debilidad de las materias primas... La situación de los mercados emergentes parece seguir invitando a los inversores a salir corriendo de este activo, como ha ocurrido durante los últimos dos años... ¿O quizá ya se han ido todos los que se lo estaban pensando? ¿O quizá ha llegado el momento del cambio de tendencia?
Pudiera ser, si se confirman datos como el publicado la semana pasada por el Institute of International Finance. Sus estimaciones mostraban que este marzo ha sido el mejor mes en flujos de inversión extranjera en emergentes de los últimos dos años: 'Entusiasmo por los mercados emergentes', titulaban la nota. Una brizna de optimismo que llega tanto hacia la renta variable como a la deuda. En total, 36.800 millones de dólares, según el organismo del organismo.
¿Ha cambiado algo? Los más escépticos recuerdan que nada fundamental en lo que toca a estas economías, que los problemas estructurales persisten. Subrayan que apenas se han realizado reformas de calado y que las implementadas hasta ahora tardarán tiempo en dar frutos.
Los que empiezan a mirar los emergentes también tienen en cuenta estos problemas, pero también prestan atención a otras cosas. En concreto, a las valoraciones. El castigo sufrido por estos activos en comparación con el resto de bolsas mundiales ha sido muy serio, como se puede ver en estos "ocho gráficos que animan a aumentar la exposición a emergentes" de Álvaro de Andrés en Unience, la red social de finanzas.
(Reuters)
Los gestores de fondos de la región también apuntan otros argumentos. James Barrineau, especialista en renta fija de mercados emergentes de Schroders, destaca tres de ellos como claves: la mayor estabilidad en los tipos de cambio tras el frenazo en la subida del dólar; el suelo que ha intentado formar el petróleo y la menor divergencia en las políticas de los bancos centrales, tras moderar la Fed su previsión de subidas de tipos.
Aunque la cautela todavía domina la escena, los inversores más osados empiezan a preguntarse con qué fondos empezar a tomar posiciones en estos mercados. Les anima que, entre los más populares de bolsa emergente, algunos ya han conseguido entrar en positivo en 2016 tras una fuerte recuperación desde mínimos de febrero, aunque todavía caen más de un 10% a un año (medida la rentabilidad en euros) .
Es el caso del Aberdeen Global Emerging Markets y el Aberdeen Global Emerging Markets Smaller Companies, de la gestora británica Aberdeen AM, así como del Robeco Emerging Conservative Equities D EUR, el tercero más popular de la categoría en Unience.
Pocos dudan, no obstante, que la volatilidad seguirá haciendo estragos en los próximos meses. Episodios de nervios como los vividos el pasado agosto y este enero por las especulaciones sobre China, provocan terremotos de grandes dimensiones en estos mercados. Los inversores deben medir muy bien el nivel de riesgo que añaden a sus carteras y modular su exposición en función de su capacidad de aguantar grandes caídas.
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