La banca española tiene un problema de rentabilidad. Las mayores exigencias de capital, los bajos tipos de interés y la dificultad para generar crédito suponen un reto monumental para el sector
En un extremo, lo que les cuesta a los bancos conseguir capital (COE, en sus siglas en inglés). En el otro, la rentabilidad que le sacan a ese capital (ROE). Cuando el primero es más alto que el segundo, malo para el sector; cuando el segundo es más alto que el primero, bueno. Para desgracia de los bancos españoles, todavía se impone el escenario malo, en el que el COE es más alto que el ROE, de ahí que incrementar la rentabilidad se haya convertido en el gran desafío. De tanto que lo pronuncian, suena a obsesión, pero en realidad es una absoluta necesidad.
Según un reciente informe elaborado por BBVA Research, el coste de capital promedio de los bancos españoles se sitúa en el 8%. Otras fuentes, eso sí, mencionan un coste de hasta el 10%. Por el contrario, y según los datos facilitados en las cuentas del tercer trimestre, el ROE medio de las entidades que forman parte del Ibex 35 se limita al 6,6%, y solo dos de ellas superan el 8%: Bankinter, con un 10,7%, y Bankia, con un 9,9%. A continuación, pero ya por debajo de esa cota, figuran Santander (7,4%), Sabadell (6%), BBVA (5,4%), CaixaBank (4,1%) y Banco Popular (2,9%).
"En consecuencia, ahora mismo la rentabilidad que exige el inversor es superior a la que ofrece el sector, lo que hace muy díficil captar capital. Por tanto, el gran reto del sector es aumentar la rentabilidad, ya que el nivel actual es insuficiente e incompatible con el coste de captar capital", argumenta Joaquín Maudos, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia, director adjunto del Ivie y colaborador del Cunef. "Que el coste de capital sea superior que la rentabilidad significa que a corto plazo las entidades están destruyendo valor", confirma Carmelo Tajadura, ex alto directivo de banca y analista del sector.
Los inversores no son ajenos a esta realidad. Y se refleja en las cotizaciones de los bancos. Siguiendo con la correlación habitual en el sector, un mayor ROE es premiado con una mayor proporción entre la capitalización bursátil de esa entidad y su valor en libros (P/V). "La baja rentabilidad actual explica que muchos bancos coticen por debajo de su valor en libros. El precio de la acción refleja el valor presente descontado de los beneficios, por lo que si el precio es bajo, es porque el mercado ahora mismo descuenta reducidos beneficios", explica Maudos.
Esta vinculación provoca que Bankinter, al ser el banco con mayor ROE, presente un precio sobre valor en libros de 1,59 veces, el mayor del sector. Le siguen Bankia, con 1,1 veces, y BBVA, con 1,09 veces. A su vez, la entidad con menor ROE, Banco Popular, muestra el menor P/V, de apenas 0,59 veces, en tanto que el Santander, Caixabank y Sabadell se encuentran en las 0,8 veces.
El peaje del capital y los tipos
La clave, por tanto, pasa por incrementar el ROE para situarlo de una vez por todas por encima del COE. Conseguirlo no solo les permitiría cubrir el coste de capital, sino que sería un estímulo inestimable para su cotización. Pero es más fácil decirlo que lograrlo. Primero, porque las nuevas exigencias de capital complican la consecución de altas rentabilidades. En un reciente informe elaborado por AFI, se destaca que el ROE medio de la banca española ha caído en 5,8 puntos porcentuales durante la crisis por esas mayores exigencias de capital -ver gráfico-.
Aunque en el sector se considera que los nuevos requisitos de capital son demasiado exigentes, asumen que les toca convivir con esta nueva regulación, con lo que deben volcarse aún más en la generación de beneficios para impulsar el ROE. Pero aquí entra el segundo impedimiento: en el contexto actual, los bancos no tienen sencillo generar esas ganancias. Por un lado, porque los bajos tipos de interés -en la eurozona están en el mínimo histórico del 0,05%- dejan poco margen en sus operaciones; y por otro, porque el escenario actual, en el que la recuperación aún es incipiente y en el que hay mucha deuda acumulada del pasado, tampoco se puede crecer por volumen de crédito. Es decir, tienen problemas tanto de calidad -los márgenes que sacan con sus créditos- como de cantidad -volumen de operaciones-.
Recortar costes... y más compras
Esta realidad evidencia que los bancos tienen difícil aumentar su resultado por la parte de arriba de su cuenta de resultados, la que recoge su negocio más tradicional, realidad que les obliga a apretar las tuercas por otro lado: el de los costes. "El sector tiene que actuar sobre los costes de manera urgente", afirma Tajadura. "Hay quien piensa que los ajustes ya se han hecho, pero no es así", añade. Mencionar la posibilidad de reducir más las plantillas y cerrar más oficinas prácticamente es un tema tabú en las presentaciones públicas de los resultados, aunque en privado dentro del sector se asume que el contexto actual obligará a ajustar más los costes.
Pero hay una segunda vía, la de las fusiones o integraciones, que serían otra variante para recortar costes y ganar en eficiencia. Como subraya Maudos, "no es viable un negocio que tiene una rentabilidad por debajo del coste de captar capital". Es decir, lo que está en juego con una rentabilidad como la actual es la capacidad de las entidades para seguir funcionando de manera independiente, y en la banca española se da por hecho que habrá otra ronda de consolidación en el sector precisamente por esa incapacidad de generar la suficiente rentabilidad como para cubrir el coste de capital.
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