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miércoles, 23 de septiembre de 2015

¿Existe la inversión austriaca?

 
 
¿Qué es la inversión austriaca? ¿Es distinta de cualquier otra la forma en que invierte un austriaco? Como alguien profundamente interesado en los mercados financieros, creo que son preguntas dignas de plantearse.
 
Los mercados de valores se han desplomado en valor, los rendimientos de los bonos han desaparecido, los mercados inmobiliarios están (en muchos lugares) en un estado de confusión, la devaluación monetaria por medio de inflación pública es un problema constante, hay rescates cada semana y guerras y rumores de guerras parecen acechar en la distancia. La inversión de cualquier tipo basta para que a uno se le retuerza el estómago en momentos como estos. El agujero en el jardín y el hueco en los colchones cada vez suenan mejor.
 
Dado todo esto, podemos decir una cosa con seguridad: hay un montón de incertidumbre en el mundo que nos rodea. Y después de cierto tiempo en clases de inversión y finanzas, aprendes que al final para lo que es bueno un gestor de activos es para gestionar esa incertidumbre, para gestionar el riesgo. La mezcla apropiada de activos en tu cartera dependerá de tu nivel o tolerancia al riesgo. Un fondo de inversión, un abogado de 35 años, un plan de pensiones y un catedrático jubilado de 65 años no comparten el mismo nivel de tolerancia al riesgo; consecuentemente, tendrán carteras muy diferentes en aspecto.
 
La inversión convencional hoy cae en dos categorías. El primer grupo dice que es mejor estar tan diversificado como sea posible (inversión pasiva). Debería invertirse en un fondo indexado (o algún otro fondo ampliamente diversificado) y aguantar al largo plazo. Pagos de cupones, dividendos, intereses y el paso del tiempo harán el trabajo por ti. El segundo grupo piensa que la mejor estrategia es aventajar al mercado (inversión de valor o crecimiento o value investing): descubrir hacia dónde va a ir el mercado pronosticando y posicionar constantemente tu cartera para aprovecharlo.
 
El problema es que ambos métodos tienen riesgos desde la misma perspectiva. Bajo ambos, hay una alta probabilidad de que en un día concreto la cartera vea un rendimiento pequeño y una probabilidad muy pequeña de que la cartera muestre un gran rendimiento, debido a lo inesperado.
 
Los austriacos saben que el futuro es incierto y lo incierto es justamente eso: desconocido o desconocible (es decir, imprevisible). En lugar de solo diversificar (y esperar lo mejor) o tratar de predecir el futuro (con una bola de cristal o una regresión), ¿por qué no usar el hecho de que el futuro sea incierto como una estrategia de inversión en sí misma? Desarrollar una estrategia de inversión que tenga, cada día concreto, una alta probabilidad de un retorno negativo pequeño y una probabilidad pequeña de un retorno positivo muy grande.
 
Como es normal, la idea no es original y Nassim Nicholas Taleb, de Empirica Lab, ya está haciendo exactamente esto. El Dr. Taleb es conocido por ser el autor de Engañados por el azar y, más recientemente, El cisne negro, ambos superventas en el New York Times.
 
Para una excelente porción de información de trasfondo y una mejor descripción de sus opiniones, ver el artículo de Mises Daily “Fools Put Faith in Data Alone”, de James Sheehan. Además, el Dr. Gary North también tiene una crítica bien escrita (y feroz): “How Mr. Taleb Got Utterly Fooled by Randomness”, disponible en LewRockwell.com. (Este útlimo artículo es de naturaleza más teológica).
 
Más en concreto, el Dr. Taleb defiende poner la mayoría de una cartera en activos de menos riesgo o ninguno y una porción mucho menor de la cartera en activos extremadamente arriesgados que tengan un inconveniente limitado.
 
Dicho de forma sencilla, el Dr. Taleb hace dinero solo comprando opciones. La mayoría de las veces, las opciones expiran sin valor. Unas pocas veces se produce una sacudida inesperada, el mercado se mueve salvajemente y se ganan grandes cantidades de dinero. Es lo mismo que encontrar un sector (o valor) volátil y hacer “long straddle” con él: dentro de un rango estrecho de intercambio, se conocen y fijan por adelantado las pérdidas máximas, mientras que un gran movimiento de precios (positivo o negativo) puede resultar en una ganancia virtualmente ilimitada.
 
Para explorar más la inversión austriaca, se podría ver la naturaleza de la teoría austriaca del ciclo económico: ¿cómo pueden ser formulados el papel de la Reserva Federal en establecer tipos de interés, causar escaseces y excesos en el mercado de préstamos prestables, la naturaleza de las malas inversiones y el inevitable auge y declive que los siguen, en forma de un proceso inversor de éxito?
Pero respecto del Dr. Taleb y la naturaleza del riesgo, ¿qué puede ser más austriaco que una estrategia de inversión que se basa completamente en la idea de que el futuro es incierto y que la previsión precisa es imposible?

Publicado originalmente el 7 de enero de 2009. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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