El viernes el Banco de al República de Colombia tomaba una curiosa decisión que nos muestra en la trampa económica en la que han caído muchos países emergentes. El Banco Central colombiano subía un 0,25% los tipos de interés hasta el 4,75% rompiendo la estabilidad de tipos que mantenía en el 4,5% desde agosto de hace un año.
La medida puede parecer algo contra intuitiva teniendo en cuenta que el propio Banco Central reconoce que la demanda interna se está desacelerando en especial en referencia al apartado de inversión en maquinaria, que el consumo privado está creciendo a un ritmo más lento y que las exportaciones e importaciones cayeron. A priori no parece el mejor entorno para tomar una decisión de subida de tipos, pero el dólar y la Fed los pueden estar forzando a tomar medidas de política económica contra expansivas precisamente en un momento en que las economías de estos países se están desacelerando.
El motivo es un repunte significativo de la inflación anual al consumidor que en Colombia en agosto se situó en el 4,74% el nivel más alto desde junio de 2009, aumento explicado por la transmisión de la depreciación nominal a los precios al consumidor y el incremento en los costos de las materias primas importadas, así como la menor dinámica en la oferta de alimentos, explican en gran parte la aceleración de la inflación en lo corrido del año y que tiene cómo estrella el traslado de parte de la devaluación del peso colombiano a los precios al consumidor.
Cómo siempre llueve sobre mojado, a la devaluación del peso se le añade la fuerte caída de los precios del petróleo y otras materias primas de la que Colombia es exportadora o el impacto del fenómeno meteorológico de El Niño que ha provocado un aumento en el precio de ciertos alimentos.
Resumiendo:
1- La economía colombiana se está desacelerando.
2- La caída de los precios del petróleo y materias primas amplían el déficit de la balanza comercial debilitando la divisa y complicándole al gobierno el cuadre de sus cuentas.
3- La posible subida de tipos del dólar refuerza la depreciación del peso colombiano. Las deudas contraídas en dólares para empresas con ingresos en pesos se vuelven más complicadas de pagar. Hace dos años necesitabas 189 millones de pesos para pagar una deuda de $100.000 USD, hoy necesitas casi 300 millones para pagar la misma deuda. Riesgo de quiebra.
4- La devaluación de peso impacta en la inflación a pesar de la desaceleración económica.
5- El Banco Central Colombiano se ve forzado a subir tipos para defender su divisa.
6- La subida de tipos por parte del Banco Central puede empezar a poner en jaque partes de la economía Colombiana sobre calentadas con el crédito en los últimos años en especial el mercado inmobiliario en Bogotá.
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