La recuperación es frágil. Pero parte de la forma de seguir mejorando es tener la honestidad de reconocer que la mayoría de economistas nos equivocamos al estimar el crecimiento de 2013 a 2015
“I cannot believe it´s true”, Phil Collins
Hoy se publica en toda España Hablando se entiende la Gente (Deusto), un diálogo sobre la economía española con dos buenos amigos con ideas y opiniones diferentes, Emilio Ontiveros y Juan Torres. Para mí ha sido un proyecto ilusionante porque hemos demostrado que se puede dialogar y llegar a conclusiones interesantes sin acudir a los dogmas y la demonización del que piensa distinto. Espero que les guste.
Recordando nuestras conversaciones, hay varios elementos que me parecen importantes y que suelen ignorarse por parte del gran público. Cinco mitos que se repiten sin un análisis detallado.
1. La recuperación es inexistente porque viene de aumentar el endeudamiento
Es cierto que la deuda pública ha crecido y eso hay que atajarlo atacando el gasto inútil y creciendo y creando empleo, que reduce el gasto por desempleo y subvenciones. Pero también es cierto que en el aumento de la deuda debemos incluir el rescate de las comunidades autónomas, las facturas impagadas a proveedores pendientes en 2011 y el rescate de las cajas públicas. Casi un tercio del aumento del endeudamiento estatal viene de esos conceptos. Es una buena noticia que España haya reducido sus necesidades netas de financiación a casi la mitad en cuatro años, pero aún es deficitaria.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. (EFE)
Pero a la hora de analizar el crecimiento de la economía no es la deuda pública la única que cuenta. La deuda privada debe analizarse. La deuda total de España ha bajado de 2,8 billones de euros en 2011 a 2,72 billones. Por lo tanto no, el crecimiento no viene del endeudamiento.
Adicionalmente, aunque aumenta el nuevo crédito, el crédito total concedido de la economía española se ha reducido en los últimos cuatro años.
2. La recuperación es gracias a Draghi y el plan de recompra del BCE
Ustedes que me leen desde hace años saben que ya en 2013 comentábamos que tocamos fondo y empezábamos a crecer. España ya crecía más que la media de la UE antes de que Draghi comprase un solo bono. Adicionalmente, es difícil que la recuperación venga de la expansión monetaria cuando el crédito concedido no sube, sino que se reduce.
Olvidamos a su vez que el BCE se hinchó a comprar bonos españoles en 2008 y no parabamos de destruir empleo y aumentar desequilibrios.
Por supuesto, si fuese Draghi y su varita mágica el responsable, Italia o Francia estarían creciendo como locos, y sin embargo es lo contrario.
Ninguna economía de las que alabamos constantemente ha salido de la crisis desde el empleo fijo. Especialmente Estados Unido
Muchos comentan que en 2016 el BCE terminará su programa de recompras y con él se disipará el crecimiento español. Es muy difícil que el BCE retire los estímulos cuando ni el Banco de Japón ni la Reserva Federal se atreven a normalizar su política monetaria.
3. Crecemos porque el petróleo ha caído y cuando suba, volveremos a la crisis.
De nuevo, el petróleo barato ayuda, pero ya crecíamos más que la media de la UE con el petróleo a $113 por barril y, si fuese el crudo barato la panacea de nuestra economía, Italia -que tiene una sensibilidad similar al barril- crecería espectacularmente.
4. Las exportaciones no crecen
Es curioso que el sector exterior siempre lo miremos por el lado de las exportaciones. En la época de “estimular la demanda interna” que nos costó 3 millones de puestos de trabajo y casi quebrar, el 2008-2010, crecían mucho las exportaciones… Y casi nos hunden las importaciones. Olvidamos que llegamos a tener un déficit comercial del 10% del PIB.
(EFE)
Es por eso que siempre hay que analizar la contribución al PIB del sector exterior. Si Brasil o China se ralentizan, y ya llevan años haciéndolo, debemos ver las dos caras de la moneda. Exportaciones e importaciones. Mientras la diferencia entre primeras y segundas sea positiva, y en 2015 seguramente terminemos con superávit comercial, es una gran noticia. Si, además, las exportaciones alcanzan un nivel récord, como lo han hecho, y ganamos cuota de mercado, como ha ocurrido, podemos pensar en un sector exterior mucho más fuerte de lo que ha sido en el pasado.
5. El empleo es precario y temporal
El porcentaje de contratos de menos de tres meses es menos de un 3% del total. Un porcentaje menor a finales de 2007, que era un 4%, y a finales de 2011, también un 4%. Los contratos de menos de un mes no llegan al 0,95% del total.
Ninguna economía de las que alabamos constantemente ha salido de la crisis desde el empleo fijo. Especialmente EEUU que por razones que aún no llego a entender es el ejemplo repetido por una izquierda que jamás aceptaría la flexibilidad y dinamismo del mercado laboral estadounidense.
Esta es la primera vez que salimos de una crisis aumentando la contratación indefinida. En el año 93, se tuvo que esperar más de un año y medio para que el crecimiento se tradujera en un ligero aumento de la contratación indefinida. Durante los “brotes verdes” de 2010 hubo un ligero repunte económico, pero se siguió destruyendo empleo indefinido. La contratación indefinida ha pasado de caer a un ritmo interanual del 29,5% anual a finales de 2011 a crecer en lo que va de 2015 a tasa anual del 14,4%.
¿Podemos caer de nuevo en la recesión? Claro. Tirando de los mismos errores de 2008, pensando que ya no hay que hacer más reformas
Mi frase favorita es decir que las horas trabajadas han caído y los ingresos de la Seguridad Social. Las horas trabajadas en España son superiores a Holanda o Alemania, y, en unas 1700 anuales, están cerca de la media de la OCDE. Países como EEUU o Reino Unido, tras años de recuperación, no han recuperado los ingresos de Seguridad Social de 2008.
No es para sentarse y relajarse. Hay mucho que hacer, y la recuperación es frágil. Pero parte de la forma de seguir mejorando es tener la honestidad intelectual de reconocer que la enorme mayoría de economistas nos equivocamos al estimar el crecimiento de 2013 a 2015, y que dos años revisando al alza estimaciones en porcentajes del 50 al 80% es algo que debemos valorar.
¿Podemos caer de nuevo en la recesión? Claro. Tirando de los mismos errores de 2008, pensando que ya no hay que hacer más reformas y fiándolo todo a la política monetaria como han hecho otros países. De ahí mi preocupación por los pactos de perdedores en diciembre. Porque son pactos de gasto. Si pensamos que se podía haber hecho mucho más y nos hubiera ido mejor y que se han perdido oportunidades de hacer reformas más contundentes, esperen a ver lo que es un pacto de expertos en redistribuir la nada.
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