El impacto del parón del comercio mundial en nuestras ventas exteriores es mínimo
Uno de los riesgos que pueden afectar a las previsiones de crecimiento de la economía española durante este año y el próximo es el contexto exterior, concretamente, el debilitamiento del comercio internacional como consecuencia de la ralentización de la economía china, que durante muchos años ha sido el motor principal del crecimiento del comercio. De hecho, en los meses transcurridos del año, no es que el ritmo de avance del comercio internacional se haya moderado, es que presenta tasas negativas. Por eso, la estadística mensual de comercio exterior se ha convertido en uno de los indicadores más importantes a seguir y analizar.
El impacto, de momento, del parón del comercio mundial en nuestras ventas exteriores es mínimo
Esta semana conocimos los datos de julio. La primera impresión que obtenemos de ellos es que, de momento, el impacto sobre nuestras exportaciones del retroceso del comercio internacional es mínimo. Es más, en los últimos meses las exportaciones han retomado su tendencia creciente tras registrar un bache durante el cuarto trimestre del pasado año y el primero del actual (gráfico superior izquierdo). Ciertamente, tomando datos agregados de los siete primeros meses del año, observamos tasas de variación negativas respecto al mismo periodo del año anterior de las exportaciones destinadas a Japón, Rusia, Brasil, norte de África y nuevas economías emergentes de Asia (excluida China). Pero todos estos mercados son de menor importancia para España y su caída está siendo más que compensada por los crecimientos de las destinadas a la UE (que representan cerca del 65% del total), EE UU, Oriente Próximo y México. Incluso las destinadas a China aumentan un 8,2%.
En realidad, lo sorprendente de los datos de los últimos meses es que la aceleración del crecimiento de las exportaciones se basa tanto en las destinadas a la UE como en las dirigidas fuera de la UE (gráfico superior derecho). Sin duda, la depreciación del euro es la razón principal para explicar estos resultados. Junto a ello, no debemos olvidar que las empresas españolas están llevando a cabo un notable esfuerzo por ampliar y diversificar mercados fuera de Europa y eso está dando frutos incluso en un escenario poco favorable. En cuanto a las exportaciones a la UE, su aceleración refleja la recuperación, aunque tímida todavía, de estas economías y el hecho de que España se ha convertido en la factoría de bienes de consumo duradero (sobre todo automóviles utilitarios) de gran demanda en Europa en estos momentos. La flexibilización de las condiciones laborales, especialmente en la industria automovilística, ha dotado de mayor competitividad a las factorías españolas, lo que se refleja en el fuerte crecimiento de las exportaciones de automóviles.
Los datos acumulados de enero a julio dan un crecimiento de las exportaciones totales del 5,5% a precios corrientes y del 4,3% en volumen, dado que los precios, aproximados por los valores unitarios, aumentan un 1,2%. Esto último es otro hecho diferencial respecto a los dos años anteriores, en los que los precios caían, y se debe también a la depreciación del euro.
Por lo que respecta a las importaciones, su crecimiento a precios corrientes en estos meses es menor que el de las exportaciones, un 4,5%, pero ello se debe a la caída de los precios, ya que el aumento en volumen es mayor (6,3%). Eso quiere decir que la aportación del saldo comercial al crecimiento real del PIB continúa siendo negativa, como viene siendo usual desde el inicio de la recuperación. Ello obedece al fuerte impulso del consumo de bienes duraderos y de la inversión en capital fijo. A su vez, la caída de los precios se explica en su totalidad por la de los productos energéticos (-23%), ya que los del resto de productos aumentan considerablemente (4,5%), reflejando la depreciación del euro. Esta caída de los precios de la energía ha abaratado la factura energética neta en 6.000 millones de euros hasta julio. Gracias a ello, el déficit comercial se ha reducido un 6% (gráfico inferior derecho).
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
No hay comentarios:
Publicar un comentario