Según estudios de la casa de análisis técnico norteamericana Lowry, 'The warning signs of major market tops' o en 'An exploration of the nature of bull markets tops', 1929 no fue un caso aislado
El 3 de septiembre de 1929, el día que se produjo el máximo de la bolsa en el índice Dow Jones Industrial (DJIA) y que fue la antesala del gran 'crash' de octubre de 1929, ¿te imaginas cuántas de las acciones cotizadas se encontraban también en su nivel de precios máximos? Es decir, ¿qué porcentaje de todos los valores cotizados en la bolsa de Nueva York (NYSE), no solo de los 30 valores del índice DJIA, alcanzaron también su cotización máxima (últimas 52 semanas) el 3 de septiembre? ¿Un 90%?, ¿un 80%?... ¿un 70%?. Parecería lo lógico ¿no?. Pues no, la cifra real fue solo el 2,3%.
¿Es este fenómeno exclusivo de 1929? ¿fue un caso aislado? Según varios estudios de la casa de análisis técnico norteamericana Lowry, 'The warning signs of major market tops' o 'An exploration of the nature of bull markets tops', 1929 no fue un caso aislado. Por ejemplo, el 14 de enero de 2000, día del máximo en bolsa del gran mercado alcista de la burbuja tecnológica, apenas el 3,54% de todas las acciones cotizadas realizó nuevos máximos en sus precios. Y el 10 de septiembre de 2007 fueron un 10,77%.
Como vemos, esto no es un fenómeno casual, sino al contrario, es un proceso que se repite. De hecho, la media de todos los 15 'market tops' o picos de ciclo en la bolsa norteamericana desde el año 1929 hasta hoy (1929, 1937, 1946, 1956, 1960, 1961, 1966, 1968, 1973, 1976, 1981, 1987, 1990, 2000 y 2007) han sido del 6,38%. Por tanto, podemos concluir que desde 1929, cuando un índice alcanza su máxima cotización tras años de mercado alcista, ese día un 93,62% de las acciones ya no estaban en máximos.
Por tanto, cuando el mercado de acciones inicia su fase bajista, es un proceso lento que suele divergir con los principales índices bursátiles en su parte final. Los índices, como sabemos, sobreponderan las acciones que más suben y infraponderan las que caen. Así pues, en la fase final de todo periodo alcista la evolución de los índices no sirve para detectar la verdadera tendencia bursátil.
Existen más datos que corroboran este fenómeno. El 3 de septiembre de 1929, un 31,84% de todas las acciones del NYSE ya estaba cayendo de sus precios máximos como mínimo un 20%. Técnicamente, se suele considerar que cuando una cotización de un índice o acción pierde un 20% tras una tendencia alcista entra en una tendencia bajista. Esta cifra fue nada menos que del 55,33% el 14 de enero de 2000 y del 26,51% el 10 de septiembre de 2007. La media histórica de porcentaje de acciones cayendo más del 20% en los días de los 15 picos de ciclo ('market tops') en bolsa desde 1929 es del 22,26%.
En la fase final de todo periodo alcista la evolución de los índices no sirve para detectar la verdadera tendencia bursátil
Actualmente, a 27 de octubre de 2015, el porcentaje de acciones de la bolsa USA cayendo más del 20% en relación a sus precios máximos de 52 semanas es del 45,64%. A finales de abril, con las bolsas en máximos, ya suponían un 23% del total, lo que era un primer aviso, pero podríamos decir que en verano algo grave ha ocurrido y a pesar del fuerte rebote en octubre, la mayoría de acciones continúa con mucha debilidad. A primeros de julio de 2014 este porcentaje era del 13%, por lo que podríamos afirmar que llevamos 16 meses de distribución (ventas acciones). Tan solo los grandes valores están aguantando a los índices (Facebook, Google, Microsoft, Cisco o incluso Apple en tecnología, y Pepsico, Coca Cola, Visa, McDonalds o General Electric). De hecho, actualmente la media de la caída en relación a sus máximos a 52 semanas en la totalidad de acciones cotizadas es del -23,3% a pesar de que el S&P 500 (de las mayores 500 ponderadas por su tamaño) refleja apenas un -2,3% a 30 de octubre de 2015.
Otro indicador que ha anticipado el final de las tendencias alcistas bursátiles en todos los casos desde 1929 es el peor comportamiento relativo de las pequeñas y medianas empresas cotizadas en relación a las grandes. En este caso, como podéis ver en el gráfico relativo entre 'small caps' (Russell 2000) y el S&P 500 en la bolsa USA, abril de 2014 parece marcar un cambio de tendencia. En este verano, este movimiento se ha acelerado reflejando una enorme debilidad en las pequeñas empresas cotizadas.
Estos datos nos ayudan también a determinar el grado de sobrevaloración y excesos en cada uno de los periódicos históricos. Viendo la agresividad de las ventas, podemos definir que el mercado alcista de la bolsa de la burbuja de internet del año 2000, como el de mayores excesos cometidos en la historia de la bolsa moderna (un siglo), con un 55% de acciones cayendo más del 20% en el día que el índice alcanzó su máximo. Analizando también otros indicadores de análisis fundamental, nos confirman este extremo.
Lo podemos comprobar con el cálculo del PER10 o PER de Shiller que demuestra una sobrevaloración fundamental en el año 2000 superior en mas del 60% en relación a la de septiembre de 1929. También analizando uno de los 'teóricamente' ratios favoritos de Warren Buffett, el ratio de capitalización en bolsa en relación al Producto Nacional Bruto o bien con la media de cuatro indicadores (PER10 o PE10 en ingles, el PER10 cíclico, el ratio Q o la separación con su regresión histórica). Como podéis ver los niveles alcanzados antes de verano de 2015 equivalían a los niveles de 1929 aunque muy inferiores a los de 2000.
La bolsa norteamericana podría continuar subiendo solo si se acercase a la locura vivida en la burbuja de 2000, lo que no es muy probable viendo la fortaleza interna de compradores y vendedores descrita al principio de este post. Los vendedores parecen haber tomado el mando en los últimos trimestres y el reciente fuerte rebote de la bolsa de octubre podría confundirnos. Aunque la bolsa USA realizase nuevos máximos, y no está muy lejos, no cambiaría este argumento. La superficie del mar parece volver a estar en calma a finales de octubre, pero en sus profundidades el océano esta muy alterado y grandes corrientes marítimas podrían estar actuando.
Todos los inversores medimos los mercados alcistas y bajistas, los máximos y mínimos del mercado a través de los índices. Es lógico, son indicadores matemáticos que agrupan a las principales acciones en términos de capitalización, por lo que es obvio que deberían representar la esencia del mercado. Pues bien no siempre es así y lo pueden comprobar los inversores nacionales donde el Ibex acumula en 2015 una leve subida del +1% hasta octubre, pero muchas acciones medianas o pequeñas están cayendo en 2015 mas del 30%.
Para acabar, existen diversos indicadores de euforia que suelen coincidir con los máximos bursátiles históricos que también nos avisan que podríamos estar en un final de tendencia:
- Compras apalancadas en bolsa en niveles muy altos: en los máximos de bolsa de 2000 y 2007 la euforia de los inversores supuso la toma de riesgos excesivos invirtiendo en bolsa crédito. (ver gráfico). También suele ocurrir que un brusco descenso en las compras apalancadas es justo la antesala del pico de la bolsa y del cambio de tendencia. También está vez ha ocurrido con la fuerte caída de agosto. En la bolsa china, el día que el gobierno chino limitó las compras apalancadas en bolsa por el miedo a burbuja, se iniciaron los desplomes provocando el pánico.
- Riesgo de iliquidez: quienes operamos habitualmente en el mercado nos estamos encontrando en los últimos años que esta desapareciendo la liquidez, las contrapartidas liquidas en el mercado de derivados, especialmente en el mercado de opciones en Europa y Estados Unidos y también en el de renta fija. Los diferenciales o 'spreads' de compra y venta son los más elevados en muchos años, lo que es un gran sorpresa teniendo en cuenta que vivimos unos años de tranquilidad. Probablemente se debe a las regulaciones más estrictas que penalizan la tenencia de activos como cartera propia en los balances de las entidades financieras lo que repercute en la liquidez en la mayoría de activos financieros. ¿Provocó quizás esta falta de liquidez el desplome de agosto y septiembre?. Recientemente Zerohedge publicaba el siguiente tweet: Bank of America: "at a recent client dinner with CIO’s managing over $1 trillion in assets the largest complaint was lack of liquidity".
- Los grandes cambios de tendencia suelen ser precedidos de un gran escándalo que mina la confianza y la creencia en un mercado alcista imparable. Normalmente suelen ser alguna quiebra de una gran entidad financiera de moda. Esta vez no ha ocurrido (aunque el Deutsche Bank parece empeñado en querer salir en los titulares) pero si en cambio en dos de los sectores de moda hasta verano, el industrial o automoción y el de biotecnología-farmacia. El caso Volkswagen ha generado mucha desconfianza no solo con la compañía alemana sino también en el sector. En el caso del sector farmacéutico-biotecnológico donde una de las estrellas del largo mercado alcista, Valeant Pharmaceutical se ha hundido en bolsa en septiembre y octubre. En ambos casos sus cotización han caído de 250 a apenas 90 en pocos meses por la falta de ética de sus directivos, lo que refleja también un exceso de euforia.
- Un ultimo indicador de euforia que suele coincidir con los máximos en los mercados son el volumen de fusiones y adquisidores. Máximos de compras de empresas y si además son acompañadas con deuda suelen ser síntomas premonitorios. Hasta mayo de 2015, los volúmenes eran altos pero no máximos, pero tras un tercer trimestre de grandes operaciones, especialmente en el sector farmacéutico y energético, en los primeros nueve meses de 2015 ya suponen unos niveles récord.
En resumen en las próximas semanas-meses habrá que seguir de cerca el comportamiento interno de las bolsas por si acaban confirmando esta pauta de cambio de tendencia que convertiría a 2016 en un año bajista para el mercado bursátil.
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