El organismo confirma lo que ya se esperaba: que el mundo crecerá menos en 2015. Y también en 2016. Es la huella que deja la cada vez más preocupante crisis de los mercados emergentes
Solo faltaba la confirmación. Y la ha proporcionado el Fondo Monetario Internacional (FMI) este martes. En ausencia de una major fortaleza por parte de los países más desarrollados, el frenazo de los mercados emergentes condenará al mundo a crecer este año al menor ritmo desde 2009, cuando el motor económico mundial se paró en los primeros meses del año como consecuencia del colapso financiero posterior a la quiebra de Lehman Brothers.
Las previsiones del organismo dirigido por Christine Lagarde contemplan que el Producto Interior Bruto (PIB) mundial se expandirá en 2015 un 3,1%, por debajo del 3,3% mencionado en julio, del 3,5% pronosticado en abril y también del 3,4% registrado en 2014. "El crecimiento mundial declinó en la primera mitad de 2015, reflejando un mayor frenazo en los mercados emergentes y una recuperación más débil en las economías avanzadas", admite el FMI en su informe. Como la segunda parte de la afirmación, concerniente a la frágil reactivación de las economías desarrolladas, ya es una constante en los últimos años, la novedad es la primera, la relativa al declive de los mercados emergentes, porque contrasta con la fortaleza que han mostrado en el último lustro. Y no queda ahí la cosa, puesto que el FMI también lanza un aviso: "Con la caída del precio de las materias primas, la depreciación de las divisas de los mercados emergentes y el incremento de la volatilidad en los mercados financieros, los riesgos bajistas sobre las perspectivas de crecimiento han crecido".
Para el próximo año, el organismo multilateral ve más crecimiento que en 2015, pero menos del que atisbaba hace unos meses. En abril, el FMI esperaba un crecimiento mundial del 3,8% para 2016, una tasa que luego mantuvo en julio, pero ahora aplica un tijeretazo de dos décimas, hasta el 3,6%.
Rusia y Brasil evidencian los crecientes problemas de los emergentes. El FMI ha empeorado sus previsiones sobre ambos países tanto para 2015 como para 2016. Ahora considera que la economía rusa se contraerá este año un 3,8% y en 2016, un 0,6%; en Brasil, la contracción será del 3% este año y del 1% en 2016. O lo que es lo mismo, la economía brasileña no solo sufrirá este año su mayor recesión desde 1990, es que su caída triplicará la prevista en abril y duplicará la ya revisada en julio. Y como el año que viene no saldrá de la recesión, encadenará dos años de decrecimiento por primera vez en su historia reciente.
Con respecto a China, el FMI constata que el gigante asiático representa uno de los grandes riesgos sobre el crecimiento, pero por el momento no revisa más a la baja sus previsiones. Para este año calcula que su crecimiento será del 6,8%, para moderarse hasta el 6,3% en 2016. En cualquier caso, serán los ritmos de crecimiento más bajos desde 1989 y 1990.
Como consecuencia de estas cifras, el FMI pronostica que el mundo emergente crecerá este año un 4% y un 4,5% en 2016, por debajo del 4,2% y del 4,7% contemplado, respectivamente, en julio. En su caso, también serán los ritmos más bajos desde 2009.
Falta de impulso en los desarrollados
El frenazo de los mercados emergentes repercute en un menor crecimiento mundial porque las economías desarrolladas todavía siguen mostrando un comportamiento moderado. Sin ir más lejos, el FMI también rebaja sus expectativas con respecto a su marcha en 2015 y 2016. Para este año, prevé un crecimiento del 2% en las economías avanzadas, por debajo del 2,1% de julio, y para 2016 la sitúa en el 2,2%, también inferior al 2,4% contemplado hace tres meses.
El Fondo pronostica que EEUU crecerá este año un 2,6%, para acelerarse ligeramente hasta el 2,8% en 2016. En cuanto a la Eurozona, este año se expandirá un 1,5% y en 2016, un 1,6%. Por su parte, Gran Bretaña, Japón y Canadá crecerán este año un 2,5%, un 0,6% y un 1%, respectivamente.
Los pronósticos para España sobresalen en estas perspectivas pese a que el FMI no cree que el crecimiento vaya a ser tan intenso como espera el Gobierno. El Fondo considera que el crecimiento de este año se situará en el 3,1%, frente al 3,3% manejado por Moncloa. En 2016, la economía moderará su crecimiento hasta el 2,5%.
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