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domingo, 13 de septiembre de 2015

"Queremos construir en Liberland el país más libre del mundo, sin impuestos"

El checo Vít Jedlička se ha autoproclamado presidente de una república en un reducto abandonado de siete kilómetros cuadrados entre Croacia y Serbia. Ha explicado en Madrid su proyecto de Estado


Foto: Vít Jedlička, el autoproclamado presidente de Liberland, en el centro. (Reuters)
Vít Jedlička, el autoproclamado presidente de Liberland, en el centro. (Reuters)


La configuración política del mundo que se fraguó después de la Segunda Guerra Mundial tiene lagunas y situaciones jurídicamente extrañas. Así lo demuestran determinadas zonas que arrastran problemas de difícil solución precisamente por esa causa, como Palestina o el Sahara.
Pero existen más agujeros negros en la geografía política que son consecuencia de conflictos. Este es el caso de Liberland, un pequeño reducto natural en la orilla occidental del Danubio, situado dentro de la extinta Yugoslavia, entre Croacia y Serbia. Por increíble que parezca, ninguna de estas dos naciones, ni ninguna otra, ha reclamado este pequeño territorio de siete kilómetros cuadrados; un vergel natural y libre de la acción humana durante al menos treinta años. Una de las pocas pruebas de que en el pasado alguien habitó este territorio es que existe una pequeña cabaña en ruinas, utilizada por última vez posiblemente antes de que estallara el conflicto en la antigua Yugoslavia.
 
La cabaña que se levanta en el estado de Liberland. Foto: Liberland
La cabaña que se levanta en el estado de Liberland. Foto: Liberland
Esta parcela de terreno ha sido el lugar elegido por Vít Jedlička, un político checo, publicista y activista de 32 años, para crear un nuevo Estado. Jedlicka, vinculado a partidos liberales en su país de origen y que terminó sus estudios en 2014, fundó la micro-nación auto declarada República Libre de Liberland, según consta en su biografía de Wikipedia.
Sólo el nombre elegido para designar este territorio indica el sesgo ideológico que desea imprimir. No en vano, el Partido Libertario, una formación que aboga por la reducción del Estado a su mínima expresión, le ha traído a Madrid para presentar su ensoñación. En un céntrico hotel de la capital, el P-Lib organizó un evento político que incluía la presencia de Vít Jedlička entre sus actos. En la recepción, además de pegatinas, chapas o pulseras del partido, la formación ofrecía libros de las firmas más ilustres del liberalismo. Hayeck o Von Misesdestacan entre una docena de títulos, todos ellos bajo el sello, curiosamente, de la misma editorial. Una miembro del partido recibe a los invitados por la tarde y asegura que ella es anarco capitalista, "el ala dura del partido". Se jacta de que en la cena estará presente Juan Ramón Rallo, un economista ampliamente identificado con las ideas liberales y cada vez más popular a nivel mediático.
Vít Jedlička junto a otros fundadores. Foto: Liberland
Vít Jedlička junto a otros fundadores. Foto: Liberland
Para los miembros de este partido, la instauración del Estado que pretende Jedlička, es un ejemplo a seguir. En una conversación con este medio, el propio político checo señala que quiere convertir el reducto balcánico en "el país más libre del mundo", más incluso que otros paraísos fiscales de los que dice son su ejemplo a seguir, como Hong Kong o Liechtenstein. Para explicar el tamaño de este lugar hace referencia a otros territorios con modelos tributarios laxos: “Es parecido de grande a Gibraltar y tres veces Mónaco”. Pero a este activista le gustaría ir más allá e introducir un importante matiz: que las relaciones fiscales con el Estado sean voluntarias y nunca impositivas. Es decir, la abolición completa de los impuestos.
Otro dato curioso, y que de nuevo se inserta en clave ideológica, es el momento elegido para fundación de Liberland y el momento en que Vít Jedlička se autoproclamó presidente, el 13 de abril de 2015, aniversario del nacimiento deThomas Jefferson, según explica el checo, “un referente ideológico en la construcción de este nuevo país”.
Vista desde un avión del Estado de Liberland. Foto: Liberland
Vista desde un avión del Estado de Liberland. Foto: Liberland
A pesar de haber declarado ya la fundación de la República Libre de Liberland, aún está lejos de tener un estatus de derecho real. Cuando se establecieron allí, la policía de Croacia, que sin embargo nunca ha reclamado el terreno como propio, "les evacuó de manera forzosa e incluso alguno fue detenido", explica Jedlička. Croacia ha calificado la creación de Liberland como “una broma”. El político checo es consciente de esto, pero dice que las relaciones están mejorando y que en realidad lo que les sucede es que les puede generar inquietud el establecimiento de un paraíso fiscal delante de sus narices.
Para justificar esta teoría, Jedlička se va a otros territorios: “Francia o Alemania también tienen problemas con Mónaco o Liechtenstein, ya que si estos no existieran ejercerían mucho más control”. En esa línea se mueve este político y activista con la quimera de un Estado sin prácticamente Estado, como desliza en la conversación. “Durante cinco años traté de cambiar algo en la política checa y me di cuenta de que todo estaba bajo el control de las oligarquías; que la política checa la controlan entre unos pocos y es muy difícil cambiar las cosas desde dentro. Pensamos que podemos realizar cambios en la política desde fuera, con la creación del Estado más libre del mundo. De esta manera, presionaríamos al resto de países para intentar cambiar, debido al contraste que existiría”.
Mapa de Liberland, situado entre Croacia y Serbia. Foto: (Liberland)
Mapa de Liberland, situado entre Croacia y Serbia. Foto: (Liberland)
De momento, los pilares de esta nación sólo se sustentan en el ruido mediático y la agitación ideológica. A pesar de que ya fue fundado, Jedlička asegura que a día de hoy están intentando formar un Gobierno provisional, que sólo cuenta con cinco miembros. Se agarran a la legitimidad que da la teoría declarativa de Estado, promulgada en la Convención de Derechos y Deberes de Montevideocelebrada en 1933, que sostiene que “La existencia política del Estado es independiente de su reconocimiento por los demás Estados”. Una teoría que, por otro lado, contrasta con la Teoría Constitutiva de Estado que dice que "sólo se es Estado cuando se es reconocido como tal por otros Estados". En el respaldo andan todavía escasos. Dicen estar en conversaciones diplomáticas con otros diez países pero no especifican cuáles. Sólo han recibido apoyo explícito de Sudán. Por otro lado, señalan que veinte personas que quieren que se reconozca a este territorio como país trabajan dentro de Naciones Unidas y ya han hecho los trámites para solicitarlo. En cuanto a apoyos personales, mencionan el interés del europarlamentario eslovaco Richard Sulik.
En materia de finaciación, el autoproclamado Presidente de la República de Liberland señala que sus ingresos provienen del crowdfunding, con donaciones de unas mil personas que aportan de media entre cien y mil euros. En total, precisa, cuentan con entre 50.000 y 60.000 dólares.
Dicen estar en conversaciones diplomáticas con diez países, aunque no especifican cuáles. El único que señalan les ha dado el apoyo explícito ha sido Sudán
Un argumento de peso para el establecimiento como nación que esgrime el político checo es el número de personas que han solicitado la nacionalidad de Liberland. Alrededor de 380.000, según cuenta. Hasta ahora, prosigue, sólo 130 cuentan con el reconocimiento de nacional. El espectro de interés es tan variado, explica, que "no hay más de tres que sean de la misma nacionalidad. Franceses, belgas, británicos y hasta militares estadounidenses han solicitado la nacionalidad de Liberland", asegura el autoproclamado presidente.
El proceso para conseguir ser de Liberland es curioso. Vít Jedlička dice que al principio era algo menos transparente, pero que ahora se han establecido unos criterios que dan puntos. Una vez conseguido un determinado número de puntos, se obtiene la nacionalidad. Varios aspectos cuentan como méritos para lograr el pasaporte, pero sólo especifica el de la generosidad económica con Liberland y haber estado o pretendido ir al territorio. Explica que es un lugar pequeño y que no pueden dar la nacionalidad a todo el mundo.
El presidente del Partido Liberatario, Juan Pina, junto con el presidente de Liberland, Vít Jedlička. Foto: P-Lib
El presidente del Partido Liberatario, Juan Pina, junto con el presidente de Liberland, Vít Jedlička. Foto: P-Lib
A pesar de las hipotéticas trabas, este político se fija plazos. “Dije quepodríamos establecernos para antes de mi cumpleaños, que es el seis de septiembre, y en pocos días vamos a desembarcar cuarenta personas para poblar el territorio con el conocimiento de Croacia”. De nuevo, da su aniversario como fecha clave, pero de 2016, momento en el que Jedlička cree que ya se habrá concedido a la población que llegue el reconomiento nacional”.
Hasta entonces, el autoproclamado presidente de la micronación balcánica ya ha pensado cómo responder ante posibles complicaciones militares: “Somos un país amante de la paz y haremos resistencia pacífica, pero lo que deseamos es tener las mejores relaciones con los países vecinos Serbia y Croacia”.

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