Ayer comenzó el encuentro en Jackson Hole, en plenas montañas rocosas. Se trata de un simposio que anualmente organiza la Reserva Federal de Kansas y en el que intervendrán en los próximos días varios miembros de la Fed y cuyo título del simposio es "Dinámicas de inflación y política monetaria". En este encuentro de banqueros la ralentización de la economía china y las últimas medidas en política monetaria que ha llevado el país, golpeando a los mercados, centrará el debate. Y es que los mercados esperan que de sus conclusiones puedan sacar entre líneas cómo harán frente los distintos bancos centrales a la crisis asitática.
Aunque todavía es pronto para conocer el alcance de los problemas de la economía china y cómo afectará a la economía mundial, pero la Reserva Federal de EEUU (FED) y el Banco Central Europeo (BCE) ya empiezan a barajar nuevas medidas.
José Luis Martínez, estratega de Citi en España, cree que en la reunión, que finaliza el domingo y que no contará con la presencia de Jane Yellen, presidenta de la Fed, los banqueros lancen un mensaje de que estarán dispuestos a actuar dependiendo de los acontecimientos. "Analizando el progreso de los acontecimientos" será la clave.
De hecho, el Banco Central Europeo (BCE) tiene como objetivo mantener la estabilidad de precios en el 2%, objetivo difícil de cumplir con la la caída de las materias primas, lo que abre a un nuevo período de inflación en mínimos y la posibilidad de nuevos estímulos o, cuando menos, la extensión en el tiempo de los actuales, que están previstos que finalice en septiembre de 2016.
"Los eventos en la economía global y los mercados de materias primas han aumentado el riesgo para alcanzar una senda sostenible hacia una inflación del 2%. El riesgo se ha incrementado", según ha señalado este miércoles Peter Praet, miembro de la junta de gobierno del BCE. "El consejo de gobierno seguirá de cerca toda la información que vaya surgiendo [...] No debería haber ambigüedad en la disposición y capacidad de actuar si es necesario". Es decir, como el QE europeo está plenamente operativo, el BCE no descarta intensificar la compra de activos.
Un hecho preocupante es la caída de los precios del crudo, que han registrado un descenso del 40% desde mayo mientras que el precio de los minerales están cerca de mínimos históricos motivado por la expectativa de que el crecimiento chino seguirá siendo lento, tocando su nivel más bajo en dos décadas.
Subida de tipos de la Fed
Si bien, el BCE podría aprobar nuevos estímulos económicos, su homólogo estadounidense, la Fed, podría retrasar la subida de tipos. En un principio se especuló que podría ser septiembre, aunque este párrafo de las actas de la Fed resume la opinión de su comité, de su órgano de gobierno: "El comité concluyó que, aunque se ha visto progreso, las condiciones económicas que justificarían un incremento en los tipos de interés todavía no se han alcanzado. Los miembros del comité en general se mostraron de acuerdo de que sería necesario tener más información sobre las previsiones económicas para decidir una subida de tipos".
Martínez "no descarta que sea septiembre el momento elegido para subir tipos, aunque es cierto que la probabilidad ya no es significativa. En caso de que no sea septiembre, antes de final de año sí veríamos la subida. Somos optimistas para la evolución macro y esperamos que los acontecimientos en los mercados lo permitan". El banco central, tras su reunión de septiembre, vuelve a encontrarse en octubre y en diciembre.
En cuanto a si la ralentización china, la caída de las materias primas y la devaluación del yuan pondrán en jaque la recuperación económica munduial Martínez se muestra tajante. "Aún pensamos que la economía china puede limitar el descenso del ritmo de crecimiento hasta niveles del 6 % en los próximos meses. Y esto permitiría un crecimiento del 3.1 % mundial para 2016".
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