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viernes, 21 de agosto de 2015

La tentación de China con su divisa podría ser irresistible

PETER TREBITSCHEFE
 
Sólo hicieron falta tres días para que Pekín estabilizase el renminbi tras modificar por sorpresa la política monetaria.
 
La paz actual podría proporcionar una falsa sensación de seguridad, especialmente si se toman nuevas medidas de relajación monetaria.
 
Después de que el Banco Popular del China interviniese en los mercados de divisas con el fin de fijar un suelo para el renminbi, las autoridades prometieron estabilidad en el futuro. En teoría, China podría seguir en sus trece y prevenir una mayor depreciación. Pero ahora que ha abierto las puertas de su política monetaria, cuanto mayor sea la relajación monetaria aplicada por Pekín, más tentado se sentirá a dejar que el renminbi se deprecie al mismo tiempo.
 
Bajo el sistema de facto de tipo de cambio fijo de China, cuando se producían fugas de capitales, el Banco Central defendía el tipo de cambio adquiriendo renminbis con las reservas extranjeras. Pero cuando del Banco Central compra renminbis, lo que hace en esencia es reducir el suministro de dinero, algo que difícilmente quieren los políticos cuando una economía se ralentiza. Al permitir que las fugas se produzcan sin intervenir sobre la divisa, el Banco Central puede mantener el flujo de suministro de liquidez.
 
Esto es importante, ya que las fugas han sido persistentes -y podrían repuntar si los tipos de interés caen más. En base a un indicador, el Banco Central y las entidades financieras vendieron divisas extranjeras por un valor próximo a 250.000 millones de renminbis en julio, durante la peor fase de la crisis de la Bolsa. Parte de esas fugas pueden ser inversiones extranjeras y gasto turístico, y no necesariamente dañinas fugas de capital, pero en cualquier caso dificultan la labor del Banco Central.
Para contrarrestar las fugas, el Banco Popular de China inyectó esta semana 240.000 millones de renminbis a los bancos mediante préstamos a corto plazo. Si las fugas persisten -y la economía no consigue responder a los recortes aplicados ya en el sistema- es probable que se apliquen medidas de relajación más duraderas como un recorte en requisitos de reservas para los bancos.
 
Sin embargo, la próxima vez que tome medidas de relajación de semejante magnitud, China afrontará una decisión que optó por no considerar en el pasado. Puede defender la moneda gastando reservas para comprar renminbis y mantener su estabilidad. O puede permitir que la divisa se devalúe ligeramente. Esta última opción puede hacer más efectiva la relajación.
 
Pekín probablemente siga mostrándose quisquilloso en lo que se refiere a permitir que la divisa caiga demasiado y demasiado deprisa, así que no renunciará por completo a una intervención. Una fuerte caída del renminbi podría empeorar el problema de las fugas de capitales.
 
Pero en la próxima tanda de relajación, el instinto puede llevar a China a utilizar su nueva flexibilidad con la divisa para que las medidas de relajación funcionen mejor. Eso implica que la tranquilidad actual con la moneda sólo es temporal. Los inversores deberían estar preparados.
 
Lea el artículo original publicado en The Wall Street Journal China's Weak Yuan Temptation Could Prove Irresistible
Más información en www.europe.wsj.com
 
 

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