El barril de Brent se vuelve a los niveles mínimos de enero, pero un litro de gasolina cuesta hoy 14 céntimos más que al principio del año. Los precios de los carburantes antes de impuestos se sitúan entre los más elevados de la Unión Europa.
Tras el desplome de los precios del petróleo el año pasado, la cotización del crudo ha retomado en las últimas semanas una pronunciada senda descendente. El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, acumula tres meses en retroceso y se situa en 46,4 dólares por barril, lo que supone una bajada del 32,1% desde los niveles de principios de mayo.
En ese mismo periodo, en cambio, la gasolina ha caído un 4,4%, mientras que el gasóleo se rebaja un 8,7%. Es decir que la bajada de la materia prima, apenas se traslada entre una séptima y una cuarta parte al precio de los carburantes. Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, publicados ayer, un litro de gasolina cuesta hoy 1,25 euros, mientras que el gasóleo se vende por 1,1 euros.
Estos precios han caído en las últimas semanas, pero acumulan un fuerte desfase respecto a la cotización del petróleo. De hecho, el Brent se sitúa ahora en los mismos niveles que en enero, pero la gasolina cuesta hoy 14 céntimos más. En el mismo periodo, el gasóleo se ha encarecido 4 céntimos en este periodo, lo que supone una evolución más moderada.
Hay varios factores que influyen en este desfase. El primero son los impuestos, buena parte de los cuales son fijos, por lo que no se ven afectados por el menor precio del petróleo en origen. Algo similar sucede con los costes del refino y de la distribución. Con todo, casi la mitad de los costes de la gasolina y el gasóleo deberían corresponder al crudo y a los impuestos que se derivan proporcionalmente de él, por lo que se puede decir que las gasolineras no han trasladado buena parte de los descensos producidos en origen. Por ejemplo, en el caso de la gasolina apenas se habría trasladado una tercera parte del descenso de la materia prima.
Por otra parte, el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, achacó ayer este desfase a la evolución del tipo de cambio entre el euro y el dólar. Aunque esto podría explicar buena parte de la diferencia en el último año, la cotización del euro se ha mantenido prácticamente estable en los últimos tres meses, por lo que no resulta determinante en este caso.
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, fue más contundente previamente. Por ejemplo en marzo señaló en el Congreso de los Diputados que el Gobierno estaba tomando medidas para que "las variaciones de precio de crudo se trasladen también al precio de venta al público".
Más caros que Europa
Una muestra de la menor competitividad del mercado en España es que es uno de los que tiene unos precios más elevados de Europa. El precio de la gasolina, sin impuestos, se eleva a 57,3 céntimos, la séptima cifra más alta de la Unión Europea y 3 céntimos por encima del precio en el conjunto del continente. El precio del gasóleo, en cambio, queda 2,8 céntimos por encima de la media de la UE.
Con todo, es de esperar que los precios de los carburantes sigan a la baja en las próximas semanas, replicando en cierta medida la reciente evolución de los precios del petróleo. El precio del barril de Brent cerró ayer en 46,4 dólares, lo que queda apenas dos dólares por encima de los mínimos de este año.
Por otra parte, el precio del barril de Texas tocó fondo en los 40,2 dólares, lo que supone el mínimo desde 2009. El desplome de los precios se aceleró este miércoles, tras publicar la Agencia Internacional de la Energía que EEUU había aumentado su stock de productos petroleros en 2,6 millones de barriles en la última semana (elevándose hasta los 456,2 millones de barriles) frente a la caída que estaba prevista.
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