El último informe de la casa financiera Lazard apunta que lo ocurrido en China no debería tener un fuerte impacto en la OCDE.
Una figura clave dentro de este gigante financiero es Julien-Pierre Nouen, el economista jefe de Lazard Frères Gestión, la división encargada de grandes patrimonios. Sus informes sobre la actualidad macroeconómica tienen un importante tirón entre miles de inversores. Si a esa expectación habitual le sumamos la enorme incertidumbre en la que se han movido los mercados durante las últimas semanas, parece evidente que su último documento estratégico no va a pasar inadvertido.
"Es innegable: se desacelera el crecimiento chino"
En el centro de su análisis, como no podía ser de otra forma, está la crisis china. Según explica, "el anuncio del pasado 11 de agosto, cuando se planteó la devaluación de la divisa, ha desencadenado una fase de pánico. La presión se centra en las monedas de economías emergentes, ante los temores a una guerra de divisas. Estos miedos han arrastrado a los mercados desarrollados. A ello hay que añadir la baja liquidez del mercado en verano, lo que amplifica los descensos".En cualquier caso, su informe parte de una premisa central: la caída del yuan pone en duda el "modelo económico chino". Al respecto, el alto cargo de Lazard apunta que "en junio vimos datos tranquilizadores, pero las estadísticas publicadas en agosto son decepcionantes, por eso domina una interpretación negativa de la situación".
Así, Julien-Pierre Nouen considera "innegable" que el crecimiento de China "se está desacelerando" como consecuencia del agotamiento de un modelo basado en un elevado nivel de inversión. "Esto se traduce necesariamente en una desaceleración de la economía, con consecuencias negativas para determinados sectores", apunta.
Según el documento, "es probable que veamos anuncios de nuevas medidas en las próximas semanas", si bien la capacidad de gestión de la crisis del gobierno chino está en entredicho, a raíz de lo observado en los últimos días.
¿Cómo nos afecta lo ocurrido en China?
El analista de Lazard señala que está claro que "el descenso de los precios de las materias primas, debido a estas preocupaciones con respecto al crecimiento de China, extiende el contagio a otros países emergentes"."En cuanto a petróleo, creemos que la caída actual se debe más bien a una abundante oferta que a una demanda débil. Ésta es una muy buena noticia para la economía global. A pesar, obviamente, de que una serie de mercados emergentes son muy sensibles a las materias primas y siguen bajo presión, pero en realidad cuando nos fijamos en países como Brasil o Rusia, ya han ido desacelerándose desde hace varios años", explica.
Pero, ¿y la OCDE? ¿Qué debemos esperar desde las economías más desarrolladas del mundo? El documento apunta que "las últimas estadísticas siguen siendo favorables. Los datos de PMI manufacturero en agosto fueron buenos en la Eurozona y Japón. En EEUU hubo una leve desaceleración, pero en paralelo hubo datos buenos en el consumo, la construcción, los datos de creación de empleo... Sin olvidar que la mejora de las economías desarrolladas es esencialmente nacional. Por eso, en general, se espera que el crecimiento se mantenga saludable", concluye.
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