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martes, 26 de mayo de 2015

Círculo cuadrado: macro que languidece, resultados que no tiran... ¿bolsa disparada?

Resulta sorprendente ver cómo, pese a que las bolsas mundiales están en máximos, los resultados de las empresas que integran el MSCI World han caído sustancialmente


Foto: Círculo cuadrado: macro que languidece, resultados que no tiran... ¿bolsa disparada?




Ha publicado J.P. Morgan su resumen de los resultados del primer trimestre de las tres principales regiones bursátiles: Estados Unidos, Europa y Japón.
 
Nos vamos a centrar en las dos primeras.
 
No obstante, pueden encontrar los datos para el país del Sol Naciente en el siguiente enlace.
 
Estados Unidos
 
 
Crecimiento interanual del beneficio del 0%, con las ventas cayendo un 4% año sobre año afectadas –dicen– por la fortaleza del dólar. Es verdad que, en el caso del primer dato, repuntaría ex energía hasta el 7% positivo pero… ¿a que no se sacaba el sector de la comparación cuando el petróleo se puso por las nubes?
 
Los analistas esperaban en diciembre un aumento del neto en 2015 para el S&P500 del 4,6%. Tras esta primera oleada de cifras, lo han rebajado al 1,4%.
Da igual. Este índice sigue, junto con el Dow Jones y Nasdaq, de festival diario, constante concatenación de máximos.
 
Cabe hacer en relación con el mercado estadounidense dos reflexiones adicionales:
 
- En primer lugar, que las financieras han dejado de contribuir positivamente, al contrario de lo sucedido hasta el año pasado: el ajuste está hecho y ahora se enfrentan a una cruda realidad de rentabilidades deprimidas (aunque su curva de tipos ha ganado pendiente en los últimos días) y menor negocio de originación.
 
- En segundo término, los datos no aparecen depurados por las masivas recompras de acciones para su amortización que ha vivido la bolsa USA en estos doce meses. Excluyendo este factor, sobre el que hemos escrito no pocas veces en Valor Añadido, la caída interanual de resultados sería intuitivamente mucho más significativa... o no, como discute esta interesante pieza de Seeking Alpha.
 
Europa.
 
 
La situación es sustancialmente mejor, con números en ambas categorías –primera y última línea de la cuenta de pérdidas y ganancias– no vistos en años.
 
Crecimiento YoY de beneficio del 4% (+11% ex energía) y del 2% de la facturación (+10%).
 
Sin embargo, da la impresión de que los índices ya han recogido las buenas noticias tras su fulgurante arranque de año. El Eurostoxx –que es de los pocos selectivos que mejoran significativamente sus perspectivas desde enero de 2014 hasta situarlas en un +18% para este ejercicio (vid infra)–, acumula una revalorización superior al 15% en lo que va de 2015.
 
A partir de ahora, todo lo que venga, si es que viene, será por expansión de unos múltiplos de por sí exigentes.
 
MSCI World.
 
 
Resulta revelador comprobar cómo, pese a que las bolsas mundiales están en máximos, las proyecciones de resultados de las empresas que integran el MSCI World han caído sustancialmente en los últimos 17 meses, de un +8,1% a un +2,2%. No sólo eso: el primer trimestre de 2015 ha sido el segundo con peor crecimiento de la economía mundial de la historia, ex recesiones: +1%, solo por encima del Q1 de 2008, +0,7%. Y la productividad del conjunto del sistema anda por los suelos, como informa hoy Financial Times.
 
Peor aún. Da la impresión de que carece de asideros macroeconómicos tras el mal primer trimestre de Estados Unidos, la ralentización china, las recesiones brasileña y rusa o la languidez europea y japonesa. Algo a lo que se ha llegado pese a la mayor expansión monetaria y fiscal de la historia, lo cual debería llevar a una reflexión más sesuda que ese ‘the trend is your friend’ al que aluden los más optimistas bajo el paraguas de la acción de los bancos centrales.
 
 
Conclusión
 
Estamos en un punto crítico, sin duda, en el que puede ocurrir cualquier cosa.
 
El elemento fundamental que vigilar, más allá de la continuidad en la profusa actividad de los supervisores monetarios, es el llamado output gap, diferencial entre potencialidad y realidad de una economía, con base en el grado de utilización de sus factores de producción.
 
Aunque la percepción general es que prima el exceso de oferta, locomotoras como USA, Alemania o Japón empiezan a ver tensiones salariales en sus mercados de trabajo y, siendo así, los riesgos de que a la deflación o desinflación de consenso se oponga una súbita subida de precios que desestabilice el chiringuito, como ya han recogido algunos mercados de bonos, va ganando cuerpo.
Y entonces…
 
Como diría Agustín Marco, sean felices… mientras les dejen.




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