Autor: Devin Leary-Hanebrink
El mes pasado, el St. Louis Post-Dispatch publicaba un artículo centrado en la iniciativa laboral “Made in Missouri” del gobernador de este estado, Jay Nixon. Para promover esta nueva iniciativa, el Departamento de Desarrollo Económico de Missouri planeaba regalar 6.000 llaveros con la enseña “jobs.mo.gov” en la Feria Estatal de Missouri en Sedalia.
¿El problema? Estaban fabricados en China.
En respuesta a este descubrimiento, los funcionarios de Missouri hicieron lo que haría cualquier burócrata responsable: mintieron. Se apretaron voluntarios en una sala de conferencias y quitaron las 6.000 etiquetas de “Made in China”.
Ahora, en defensa del gobernador, los funcionarios de Missouri siguieron todas las vías requeridas para conseguir estos llaveros promocionales en una empresa ubicada en Missouri. Por desgracia, no se fabrican en Missouri cosas como esta. Según Mark Morose, socio de Regal Midwest, una empresa de productos promocionales ubicada en St. Louis:
Ahora la mayoría de las cosas se fabrican en el extranjero. Nadie los fabrica [los llaveros]. Hay un montón de complementos de ropa fabricados en Estados Unidos, como sombreros, camisetas y bolsos. Pero en su mayor parte, baratijas como linternas, [llaveros] y tazas se fabrican todas en el extranjero.Naturalmente, si “Made in Mossouri” es tan bueno para la economía del estado, se plantea la pregunta, por qué no “Made in Western Missouri” o “Made in Kansas City”? ¿Quizá “Made in Sedalia”? Después de todo, la diminuta Sedalia, con una población estimada de 20.000 personas, aloja la Feria del Estado de Missouri y podría sin duda usar el crecimiento del empleo. Al llevar estas analogías a su extremo, la sociedad acaba alienando los mismos principios de la economía y vuelve a la vida de subsistencia, un desastre de utopía.
En un giro curioso, mientras que los objetos promocionales se fabrican predominantemente en el extranjero, los funcionarios de Missouri reconocen que almacenamiento, impresión y distribución proporcionan empleo a más de 250.000 estadounidenses nacionalmente e inyectan más de 17.000 millones de dólares anuales en la economía de EE. UU.
¡Ved la gloria del comercio!
Todos los días, antes de levantarme, uso una serie de cosas que mis manos no podrían crear en mil vidas. Mi cama me separa del suelo (donde las personas durmieron como animales durante siglos) y me proporciona comodidad mientras duermo. Mi aire acondicionado pone el control del ambiente al alcance de mi mano, manteniéndome confortable toda la noche. Mi BlackBerry prepara silenciosamente una actualización de los acontecimientos del día y su alarma me despierta cada mañana. Sin estas cosas, mi vida sería infinitamente más difícil.Ninguno de estos productos se fabricó en Missouri.
Aunque estoy seguro de que la economía de Missouri desempeña un papel clave en la producción de muchos componentes responsables de la fabricación de estas cosas (como puede atestiguar cualquiera que haya leído “Yo, el lápiz”, de Leonard Read), no se trata de eso-. Para burócratas, autoritarios y estatistas es una aproximación todo o nada. ¡Apoyad a los vendedores locales o ateneos a las consecuencias!
Solo el comercio crea riqueza
Parafraseando el ejemplo de Robinsón Crusoe, en una economía isleña sencilla el desarrollo está limitado al trabajo manual. Apenas puede haber suficiente comida y agua, no digamos camas y BlackBerrys. Sin embargo, mediante el comercio es posible escapar de este triste estado de cosas. Como indica tan elocuentemente Murray Rothbard en “The Anatomy of the State”:La única forma “natural” para que el hombre sobreviva y consiga riqueza es, por tanto, usar su mente y energías para dedicarse al proceso de producción e intercambio. Hace esto, primero, encontrando recursos naturales y luego transformándolos (…) para hacer de ellos propiedad privada e intercambiando luego esta propiedad por la propiedad igualmente obtenida por otros.Con el tiempo, el desarrollo de ideas y el intercambio mutuo permite el crecimiento mediante especialización, economías de escala y ventaja comparativa. Contrarrestar este proceso con campañas de “compra local” no solo niega la libertad sino que fractura los mismos cimientos de la economía y las acciones del gobernador de Missouri ejemplifican esta mentalidad regresiva.
Impulsar los productos de Missouri no es clave para la prosperidad perpetua. La historia está plagada de tumbas de estados soberanos que cerraron sus fronteras al comercio.
¿Otra amenaza más para la libertad?
Hasta ahora, estas campañas han dejado en buena parte en paz al mercado. Es verdad que hay grupos activistas y campañas de servicio público, pero la intervención estatal ha sido limitada. Los consumidores en general siguen siendo libres para comprar o vender a su gusto, ya sea cruzando la calle, a través del país o a través del planeta.Sin embargo la marea está cambiando. Cada vez más gobiernos estatales, como Missouri, están aprobando incentivos fiscales para estimular prácticas locales. Sin embargo burócratas a izquierda y derecha continúan esparciendo iniciativas locales como única salida de los males económicos del país. Por desgracia, vacaciones fiscales y politiqueo son solo el principio, llevando a menudo a una intervención mucho más perversa.
Recordad, cuando el estado entra en el mercado como participante, con el maletín en la mano, preocupaos. En el mejor de los casos, el proceso de liquidación se verá distorsionado. Sin embargo, cuando el estado entre en el mercado como responsable de cumplimiento, con una cachiporra, tened miedo. Tened mucho miedo.
Publicado originalmente el 27 de septiembre de 2011. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.
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