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domingo, 31 de mayo de 2015

Rentabilidad de los bonos en alza





Estamos viviendo una situación inédita en los tipos de interés, propiciada por unos bancos centrales que, literalmente, han inundado el mercado de dinero. Además de mantener los tipos en mínimos históricos, estas instituciones están emitiendo dinero a través de operaciones de mercado abierto, es decir, de compras de bonos.
En el caso del Banco Central Europeo (BCE), los tipos de intervención están en el 0,05% y la facilidad de depósito, remuneración que percibe un banco cuando deposita dinero en el BCE, está en el -0,20%. En otras palabras, la entidad depositante paga al banco central. Para inyectar dinero en la economía, el BCE está comprando 60.000 millones de euros todos los meses y ha anunciado que mantendrá este ritmo de adquisiciones hasta septiembre de 2016, incluso más allá si la inflación no llega a su objetivo del 2%.
En los primeros meses del año se llegó a una situación desconocida en los mercados: los tipos del mercado interbancario cayeron en territorio negativo y lo mismo ocurrió con las Letras emitidas por la mayor parte de los Tesoros de la zona euro. Los bonos emitidos por Gobiernos con la máxima calificación crediticia, como es el caso de Alemania, presentaban rendimientos negativos hasta el plazo de siete años, lo mismo que sucede actualmente con las emisiones de hasta cuatro años. Igualmente, la rentabilidad del bono a 10 años bajó hasta el 0,05%. Es un tema conceptualmente difícil de aceptar, ya que pagar por invertir en bonos sólo es admisible en casos de una gravísima inseguridad, en los que se busca un emisor muy sólido y que devolverá el dinero en todo caso.
Desde una perspectiva histórica los mercados de bonos siguen forzados y difícilmente volveremos a ver rentabilidades tan bajas como las de comienzos del mes pasado
Pero las condiciones que se han respirado en la zona euro no han sido de inseguridad. Más bien, lo que se ha estado descontando es una situación deflacionista prolongada, a lo que ha contribuido la fuerte bajada de la inflación provocada por la caída de los precios del petróleo.
El bono español también ha presentado rentabilidades mínimas desde el punto de vista histórico, con las referencias a corto plazo en negativo y la deuda a 10 años cerca del 1%. Igual evolución han tenido los demás países periféricos, con los bonos italianos y portugueses en mínimos.
Pues bien, si en las semanas anteriores se ha hablado de las caídas de las Bolsas, en realidad donde se han experimentado retrocesos importantísimos ha sido en los bonos, que en el caso de los alemanes ha sido la mayor de su historia, con un aumento de rentabilidad desde el 0,05% al 0,6%. El bono español a 10 años ha pasado del 1% al 1,8%, lo cual es también muy significativo.
La razón de esta caída es que el mercado había descontado una situación de precios débiles. Sin embargo, gracias a las medidas adoptadas por el BCE, que han debilitado el euro, aumentado la competitividad de la Eurozona y mejorado las condiciones de acceso al crédito de consumidores y empresarios, los indicadores adelantados han mostrado que caminamos hacia un periodo de mayor dinamismo económico y que los precios no permanecerán tan bajos como se pensaba. A ello ha contribuido también la subida del precio del petróleo.
La conclusión es que, aunque a corto plazo esperamos que se corrija parte de la subida de los tipos de interés, desde una perspectiva histórica los mercados de bonos siguen forzados y difícilmente volveremos a ver rentabilidades tan bajas como las de comienzos del mes pasado.
Miguel Ángel García Muñoz es Director de Estrategia de Mercados de Banca March

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