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martes, 1 de septiembre de 2015

¿Puede la OPEP reavivar el precio del petróleo?

A medio plazo, el petróleo solo sobrevivirá como fuente de energía primaria si continúa siendo lo que lo convirtió en el rey de las materias primas: económico, versátil y fácil de transportar

 
Foto: Complejo petrolífero de Ayoluengo, en la provincia de Burgos. (EFE)
Complejo petrolífero de Ayoluengo, en la provincia de Burgos. (EFE)
 
“Nothing touched the trigger but the devil´s right hand”
Steve Earle
 
En los últimos días hemos visto una subida del precio del petróleo, que se ha situado por encima de los 54 dólares por barril (Brent) a cierre de este artículo.
 
Lo comentaba en la radio el otro día y en IG TV, el precio de equilibrio cuando el mercado tiene un nivel de exceso de suministro como el actual, puede sufrir grandes volatilidades.
 
La subida se explica por la moderación del crecimiento de producción de EEUU (300.000 barriles al día desde abril) y los rumores de que la OPEP podría convocar una reunión de urgencia. Putin y Maduro comentaban el martes que buscarían formas de colaborar para equilibrar el mercado. El petróleo subía un 24% en pocos días… pero nos olvidamos que sigue por debajo de los 60 dólares por barril.
 
La alternativa del diablo.
 
El dilema de la OPEP es grande. Si decide organizar una cumbre urgente y recortar producción, se va a encontrar con varios problemas:
  • Elimina el papel de suministrador fiable, barato y flexible que ha buscado desde hace años.
  • Los grandes productores saben que muchos miembros se saltarán las cuotas como han hecho desde hace años.
  • Cortando producción dan alas a que el fracking en EEUU vuelva a crecer rápidamente. Con 4.000 pozos perforados y pendientes de poner en marcha, poner en el mercado 500.000 barriles al día es literalmente tan fácil como abrir el grifo. EEUU continúa produciendo más de 9,4 millones de barriles al día.
  • Venezuela, Brasil, Ecuador o México son países que no pueden permitirse producir menos. Irán e Irak no van a reducir crecimiento cuando hace relativamente poco que han empezado a recuperar inversiones.
  • Pero sobre todo… si la OPEP se lanza a cortar producción, el efecto positivo dura muy poco. Ya lo vimos en 2008. Y acelera las políticas de sustitución de los países consumidores, véase renovables, gas natural, fuel sintético…
Además, una decisión de retirar 500.000 barriles al día no equilibraría un mercado con más de 2,5 millones de barriles al día de capacidad excedentaria.
 
Por el lado de la demanda, la ralentización china, que consume más del 10% del petróleo que se produce, es la vuelta a la cordura, no una mala noticia. Y el consumo de los propios países productores, sustentado por enormes subvenciones, también era insostenible.
 
Tampoco solucionaría el exceso de suministro el hecho de que muchos países no pueden reducir producción por los compromisos contraídos con sus acreedores. Venezuela o Ecuador, por ejemplo, con China, Brasil para mejorar la situación crediticia de su empresa estatal, etc. Otros, como México, ya han vendido a futuro la mayor parte de su producción –una política que llevan a cabo todos los años, no es 2015 una excepción-. Finalmente, para varios países la decisión de recortar es simplemente inaceptable, ya que perderían cuota de mercado y a largo plazo redunda en su contra, como repite en las reuniones de Viena constantemente el representante de Kuwait o el de Emiratos.

¿Y qué dice Arabia Saudí?

La economía saudí publicaba un crecimiento del 3,8% a pesar de la caída del crudo. La renta petrolera –ingresos menos costes- no se ha resentido de manera importante, y –beneficios perversos de las economías rentistas- las subvenciones a los consumidores se han desplomado. Estas subvenciones superaban los 25.000 millones de dólares en precios ínfimos de gasolina y gas. Menos precio del crudo, menor subvención. A pesar de registrar un déficit del 20%, las reservas de dólares siguen a niveles muy altos, aunque haya reducido una gran parte por el gasto militar de la guerra de Yemen. Arabia Saudí, en mi opinión, no puede permitirse hundir su imagen de suministrador barato y flexible. Sería suicida. Y encima hacerlo sin haber provocado una reducción relevante de la producción estadounidense.
 
El petróleo como “rey del transporte” tiene sus días contados
 
A medio plazo, la única alternativa es competir mejorando costes, que es lo que ha permitido que las empresas de fracking en EEUU hayan sobrevivido admirablemente a este entorno de bajos precios. Mientras los agoreros esperaban miles de quiebras, ahí siguen las empresas que generan el 98% de la producción.
 
Pero la batalla es otra. El petróleo como “rey del transporte” tiene sus días contados. El 75% de la producción petrolera se usa para gasolinas, gasóleos, aviación y transporte en general. Es solo cuestión de tiempo, pero la sustitución es inexorable. Aviones solares, fuel sintético, coches híbridos, vehículos de gas natural e hidrogeno. Todos tienen sus ventajas e inconvenientes. Pero a medio plazo, el petróleo solo sobrevivirá como fuente de energía primaria si continúa siendo lo que lo convirtió en el rey de las materias primas. El más económico, versátil y fácil de transportar y almacenar.

Ojo con el rebote, que la OPEP poco puede hacer para mantenerlo. Si no viene del lado de la demanda, durará poco.

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