Thomas Gualtieri
Un análisis de la consultora IHS revela que Irán, México, Rusia y China serían los países con más potencial para extraer petróleo con esa técnica.
El uso masivo del fracking, la técnica no convencional de extracción de petróleo usada en Estados Unidos, ha revolucionado el mercado del crudo global. Su utilización ha permitido al país norteamericano aumentar la producción y reducir drásticamente las importaciones, algo que ha generado una sobreoferta mundial que se ha traducido en un desplome de los precios. Su potencial, sin embargo, puede ir más allá de las fronteras estadounidenses. Los investigadores de la consultora IHS, con sede en Houston, han comprobado que el uso de esta técnica fuera de EE UU permitiría extraer 141.000 millones de barriles, una cifra que asciende a casi el doble respecto a la actual producción anual, que BP estima en 86.000 millones de barriles.
La consultora ha analizado a lo largo de seis meses más de 170 pozos que resultan pocos productivos con las técnicas convencionales, cuya producción aumentaría de manera exponencial gracias al uso del fracking. Y el resultado de su análisis es que América Latina y Oriente Medio concentran dos tercios de los hidrocarburos que se extraerían. Los países que más aprovecharían el uso del fracking, por otra parte, son Irán, México, Rusia y China. De sus pozos podrían extraerse, respectivamente, 40.000, 14.000, 12.000 y 6.000 millones de barriles de crudo.
"Los descubrimientos más significativos son los que tiene que ver con México, sobre todo porque el país ha abierto el sector petrolero a las inversiones extranjeras", explica Leta K. Smith, directora del sector de producción de energía de IHS y principal autora del análisis. "El descubrimiento más reciente en el yacimiento de Tampico-Misantla, por ejemplo, se remonta a 1988, ya que Pemex [la petrolera estatal mexicana] en los últimos años ha concentrado las actividades de prospección en los yacimientos offshore. Pero ahora está dando marcha atrás dadas las potencialidades que esos pozos convencionales pueden tener usando nuevas técnicas", detalla. Sin embargo, matiza: "Ese incremento no modificaría los actuales equilibrios del mercado, pero daría nueva vida a las producciones convencionales más desgastadas y permitiría ralentizar su declive".
Según los analistas, además, el uso de herramientas que permiten analizar el terreno mientras se está perforando (MWD, en sus siglas en inglés) aumenta las posibilidades de éxito del fracking en esas zonas.
IHS estima que Argentina, Venezuela y Brasil son los otros países latinoamericanos con más reservas potenciales, mientras que Argelia y Libia destacan en África. Más complicada es la situación de Europa: "En Reino Unido y Noruega son los países más ricos de hidrocarburos, pero la extracción en los pozos offshore se ha demostrado muy complicada también con las técnicas convencionales. Así que Italia y Dinamarca resultan entre los países con mayor potencial", añade Smith.
Los yacimientos más prometedores, sin embargo, no se hallan en ninguno de esos países. Se trata de Saint Martin de Bossenay, cerca de la capital francesa Paris, el complejo de Tahe en el yacimiento chino de Tarim y el de Bir Ben Tartar, en Túnez.
"Nos ha sorprendido el impresionante potencial que podría tener la aplicación de este cambio productivo en un momento en el que los productores luchan para abaratar costes y optimizar sus recursos. Así que nos hemos preguntado cuál sería la tecnología más adecuada para sacar mayor provecho de las actuales instalaciones", explica Susan Farrell, vicepresidente del sector de producción de energía de IHS.
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