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jueves, 25 de febrero de 2016

Hiperinflación Venezolana ¿Estamos viendo el futuro de América?


Este artículo fue presentado por Addison Quale, Especialista en Metales Preciosos de SchiffOro. Todas las opiniones expresadas son personales y no reflejan necesariamente los puntos de vista de Peter Schiff o SchiffOro.

Wall Street Journal informó recientemente que es un fenómeno que se desarrolla en Venezuela es fascinante. Como muchos saben, la nación se ve acosada por una multitud de problemas económicos debido a que su gobierno fracasó en el intento de crear un paraíso socialista –  lo cual trajo devastadores resultados, por supuesto.

Al parecer la situación está empeorando. Los últimos envíos de carga aérea a Venezuela no sólo han incluido la tarifa habitual de bienes y materiales. Por el contrario, 36 aviones Boeing 747 Jumbo llegaron recién llenos hasta el tope con millones y millones de bolívares – papel moneda venezolana.
Sí – ¡Esto es una cantidad increíble de dinero en efectivo!

 Lamentablemente, Venezuela realmente ha tenido que subcontratar entes ajenos para imprimir la mayor parte de la moneda, debido a la escasez de materiales, así como la necesidad de la tecnología anti-falsificación.

Sin duda, todos estos billetes impresos van a terminar dando vueltas a la economía venezolana haciendo subir los precios de forma masiva.

Venezuela, según las fuentes, está duplicando eficazmente el suministro de papel moneda en circulación, lo cual sólo va a empeorar el problema de la hiperinflación del país. Se espera que alcance una tasa de inflación de 720% en el 2016. Cuando en la actualidad la moneda ya casi no vale nada.

Esto me trae a la mente la historia de Alemania cuando ocurrió una hiperinflación durante la República de Weimar después de la primera guerra mundial. Durante este período, la gente realmente empujó carretillas llenas de billetes desde el banco hacia la tienda.

La República de Weimar fue un ejemplo de los defectos intrínsecos de la economía keynesiana y su papel moneda, administrado por el gobierno. Cada vez que el asunto del papel moneda surge, un economista de la escuela austríaca, inevitablemente, recordará aquella economía “exitosa” de la República de Weimar – y levantará la voz para recordarles a todos que existe una solución adecuada, comprar oro y plata sólidos. Ya que es la mejor opción para estar a salvo económicamente hasta el fin de los tiempos.

Por otro lado, los austriacos siempre tendrán un argumento sólido ante este ejemplo de los 36 aviones boeing jumbo transportando billetes. Nos recuerda las consecuencias de este tipo de decisiones. Los gobiernos, después de todo, no son de fiar.  Un día pueden aprovecharse de nuestro dinero y no habrá nada que podamos hacer al respecto.

Esta situación trae a flote algunas preguntas cruciales. ¿Cómo está Estados Unidos en la actualidad? Si la Reserva Federal continua haciendo toneladas de “impresiones” de nuevos billetes… ¿Por qué no ha ocurrido una hiperinflación con el dólar estadounidense? ¿No debemos esperar que algo así suceda con el tiempo en EE.UU.?

Estas preguntas son clave, ya que mientras los economistas de la Escuela Austriaca han hablado sin cesar en los últimos años sobre la inminente inflación que está en nuestro camino, el gobierno ha hecho caso omiso. De hecho, mirando el precio del petróleo, el cobre y otras materias primas, parece que en realidad la situación económica va hacia la otra dirección – hacia la deflación.

Pero puede haber algunos mal entendidos sobre cómo la moneda es producida. Por un lado, los dólares estadounidenses, no son más que papeles impresos. No hay una gran imprenta en DC que simplemente produzca una serie de dólares cada vez que la Fed lo decida. Si realmente fuera así de fácil, un escenario de hiperinflación probablemente sería más plausible.

La realidad es que los dólares estadounidenses no sólo se imprimen. En cambio, son “prestados” y entonces creados. El USD es el crédito. De hecho, cuando son “prestados” y una vez creados, se convierten un crédito (o activo) en el balance de alguien, y un pasivo en el balance de la Fed al mismo tiempo. Por lo que la Fed no acaba imprimiendo dinero en efectivo sin ningún compromiso. Es un pasivo a tener en cuenta. Como tal, la creación de la moneda es, en efecto, limitada y no puede estar por completo fuera de control.

El punto es que el dólar no está siendo impreso “de cualquier manera” a expensas de la Fed. Viene a ser tanto como un activo y un pasivo a la vez. De forma tal que existan algunos controles y balances dentro del sistema monetario de los dólares que impiden el declive y la pérdida de control  inmediato.
Así que, ¿por qué hay poca evidencia de inflación? Pues bien, cuando ellos toman prestado estos dólares y  son impresos por la  Reserva Federal, la mayoría de los bancos compran bonos del Tesoro de Estados Unidos con los fondos – los cuales tienen la obligación retenerlos de todos modos. El resultado es que las tasas de interés están siendo presionados a ser cada vez más bajas, mientras que el valor de los bonos han adquirido suben. Esta es una de las principales razones cuantitativas por las que no ha tenido lugar una alta inflación en el precio de los bienes. Por esto se justifica que el mercado de los bonos sea el principal afectado y cause que se eleve sustancialmente su valor, mientras se devalúan las tasas de interés.

Sin embargo, el dólar de EE.UU., a pesar de algunas protecciones adicionales incorporadas en contra de su abuso, es papel moneda. Al igual que cualquier otro papel moneda, está flaqueando lentamente y finalmente va a colapsar. Es solo cuestión de tiempo para que ocurra lo mismo que ahora está pasando con el bolívar venezolano.

Al final, no importa si usted está en Venezuela o los EE.UU. – con el tiempo se sentirán los desastrosos efectos financieros del uso del papel moneda.

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