Ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que España no necesitaría planes de contingencia en el caso de que se produjese una quiebra de Grecia o una eventual salida de ese país del euro. España no necesita ese tipo de planes porque su economía crece y crea empleo de forma muy rápida lo que le está permitiendo aumentar su recaudación fiscal y pagar puntualmente el servicio de su deuda pública. De hecho la deuda española paga tipos de interés más bajos que muchos otros países de la zona del euro como, por ejemplo, Italia.
Precisamente, el último Barómetro del Instituto Elcano muestra que la imagen de España en el exterior mejora. En este barómetro se preguntó a ciudadanos de Alemania, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, México, Brasil, Corea del Sur, Indonesia, Marruecos y Argelia por la imagen que tienen de nuestro país. España recibió de los encuestados una puntuación inferior al 7, continuando así la tendencia positiva que sigue desde el año 2012. Los entrevistados alemanes y británicos consideran que España es ahora más fiable que hace dos años. Finalmente, las expectativas sobre nuestra evolución económica son muy positivas y la mitad de los encuestados cree que la economía española irá todavía mejor de lo que está yendo ahora.
La información conocida esta semana viene a confirmar que la economía española sigue en esa buena dirección. Así, entre enero y abril de este año las exportaciones españolas han batido un nuevo récord alcanzando los 81.891 millones de euros, el valor más alto en esos cuatro primeros meses del año desde que comenzó la serie histórica en 1971. Supuso un crecimiento de las exportaciones del 4,9% respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que las importaciones crecieron a un ritmo del 3,4%. La consecuencia ha sido una importante reducción del déficit de la balanza comercial del 10%, hasta los 7.800 millones de euros.
El espectacular crecimiento que está teniendo las exportaciones junto con el de la demanda interna está permitiendo que nuestra economía crezca bastante más de lo que vienen vaticinando los servicios de estudios y los organismos internacionales. Sin ir más lejos, este jueves la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNCAS) volvió a revisar al alza la estimación de crecimiento económico para este año 2015 hasta el 3,3%, tres décimas más de lo que anunció en marzo. Hacía ocho años que España no crecía a ese ritmo tan rápido.
La tendencia positiva de las exportaciones españolas se está produciendo incluso a pesar de que la economía mundial está frenando su ritmo de expansión. Efectivamente, el reciente informe del Banco Mundial rebajó la previsión de crecimiento mundial para este año 2015 en dos décimas, hasta el 2,8% y señala que es posible que no vuelva a alcanzar el nivel de crecimiento económico que había antes de la crisis (es decir, cree que se producirá un estancamiento secular). El motivo de la revisión a la baja es el menor crecimiento de Estados Unidos y de los países emergentes que han estado impulsando la economía mundial durante los últimos años y que ahora parece que comienzan a atravesar dificultades.
¿Por qué mejoran las exportaciones españolas?
Varias pueden ser las razones, entre otras, porque:
1) Hay más empresas que exportan regularmente. En el año 2010 había 109.000 empresas españolas se dedicaban a la venta de bienes en el extranjero. Cuatro años más tarde, en el año 2014, eran un 35% más: 147.700 empresas; de las cuales 45.842 son exportadoras regulares, es decir, han exportado todos los años desde hace cuatro. La crisis y la caída de la demanda interna han provocado un crecimiento de la internacionalización.
2) Mejora la calidad de la oferta exportadora que nos permite vender cada vez más en un mundo global muy competitivo: mientras nuestras exportaciones crecen al 5% la Organización Mundial del Comercio espera que el comercio mundial crezca, en 2015, un 3,3%. Muchas empresas españolas saben que sus oportunidades de crecimiento, de facturar más, están hoy ahí fuera y que solo con un elevado nivel de calidad podrán vender y competir en el exterior.
3) Por el mayor dinamismo de nuestras ventas fuera de la Unión Europea. Entre enero y abril de este año, y respecto al mismo periodo del año pasado, las exportaciones a Canadá han crecido un 33%, a Colombia un 19%, a México un 14, a EEUU un 10%, a Perú un 9%, a China un 6% y a Argentina e India un 5%. Además, también se han producido mayores ventas a la zona del euro. Alemania, a pesar de estar sufriendo una desaceleración económica, ha aumentado sus compras de productos españoles en los cuatro primeros meses de este año un 8%.
4) Por la devaluación interna provocada entre otros motivos por la reforma laboral. Se ha conseguido, así, flexibilizar el mercado laboral y conseguir una mayor eficiencia de recursos lo que ha permitido a las empresas reducir costes, mejorar su productividad y aumentar la contratación.
Perspectivas halagüeñas para la economía española
Además, parece que la internacionalización de la economía española ha venido para quedarse. Así lo señala también el indicador de perspectivas exportadoras del Ministerio de Economía que en el primer trimestre ha llegado a su valor más alto desde antes de la crisis económica. Perspectivas que a largo plazo van a ser todavía más sólidas, ya que el 90% de los empresarios encuestados consideran que las exportaciones españolas se mantendrán o irán al alza en los próximos doce meses.
Conviene recordar, una vez más, que nuestras exportaciones han sido el principal factor que ha permitido la salida de la crisis y la rápida recuperación de la economía española. No obstante, la asignatura pendiente sigue siendo el elevado nivel de desempleo que sigue siendo muy alto aunque desciende de forma notable. Esta semana hemos tenido nuevos datos de empleo, en esta ocasión en el sector servicios. El INE, en su Indicador de Actividad del Sector Servicios, del mes de abril, muestra que la ocupación en los servicios ha aumentado un 2% anual.
En resumen la economía española crece y lo hace rápidamente, lo que le permite aumentar el empleo y la recaudación fiscal. Un crecimiento que viene impulsado por las exportaciones. Desgraciadamente, parece que el mundo crece más lentamente y que, por tanto, nuestras empresas pueden tener más dificultades para poder vender en el exterior. Aunque este menor crecimiento mundial sea una amenaza para las exportaciones es también una oportunidad para aumentar la competitividad en el exterior. El futuro de nuestras empresas y de nuestra economía está ahí: en apostar por aumentar la cantidad y calidad de la oferta exportadora.
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