Como en España, la casta y la neocasta se diferencian poco:
Syriza propone lo mismo que Pasok y Nueva Democracia pero con más arrojo
suicida.
Podemos ya ha reaccionado
a la imposición de un corralito bancario por parte de sus hermanos griegos de
Syriza. Evidentemente, que tu sosias político decrete controles de capitales
apenas seis meses después de llegar al poder no constituye la mejor carta de
presentación para un posible Gobierno de Podemos en España. Por eso, no han
tardado demasiado en emitir un comunicado reivindicando la actitud postureante
de Tsipras y Varoufakis frente a la Troika.
El problema es que los tres pilares de sus críticas contra las instituciones
comunitarias carecen de base:
1) Según Podemos, el Ejecutivo de Syriza presentó
una propuesta de ajuste presupuestario que era sensata y viable pero que, al
basarse en "una subida de impuestos a las grandes fortunas griegas", fue
rechazada por la Troika, que preferiría
un ajuste fiscal consistente en incrementar el IVA a los alimentos básicos y en
bajar intensamente las pensiones. Pero no: tanto la propuesta de la Troika como
la de Syriza incluyen la creación de un impuesto sobre el lujo; tanto la
propuesta de la Troika como la de Syriza fijaban un IVA del 13% a los alimentos
básicos; tanto la reforma de la Troika como la de Syriza extendían la edad de
jubilación a los 67 años. ¿Dónde están las pequeñas diferencias? La Troika
exigía que los alimentos no básicos y los hoteles tributaran a un IVA del 23%,
que desapareciera la reducción del IVA del 30% aplicable a las islas griegas,
que se redujera el gasto en defensa en 400 millones de euros y que se congelaran
las pensiones hasta 2021. Syriza, en cambio, se negaba a los ajustes anteriores
y proponía, a cambio de ellos, incrementar las cotizaciones a la Seguridad
Social de todos los trabajadores (que ya se encuentran entre las más
altas de Europa) e instaurar en 2015 un recargo extraordinario del 12% en las
empresas con beneficios superiores a 500.000 euros. Los ultrarricos, ya sabe.
Mas no queda demasiado claro cómo subiendo menos el IVA, recortando menos en
defensa y no congelando las pensiones puedes lograr el mismo ajuste por mucho
que incrementes las ya altísimas cotizaciones a la Seguridad Social y, sólo en
2015, metas un rejonazo monumental a las empresas medianas. En realidad, importa
poco: Syriza no pretende cuadrar las cuentas sino seguir viviendo a
costa del resto de europeos.
2) Según Podemos, Syriza ha reaccionado ejemplarmente convocando un
referéndum para dar la soberana palabra sobre su futuro a la ciudadanía y Europa
está tratando de acallar la democracia helena asfixiando su sistema financiero.
En realidad es al revés. Syriza no está defendiendo la soberanía del
pueblo griego, sino intentando convertirlo en una colonia subvencionada
de Alemania. Y, por el contrario, la totalidad de los Gobiernos
democráticamente electos de Europa (salvo Grecia) pretenden que, a medio plazo,
el Gobierno heleno sea verdaderamente independiente y autosuficiente desde un
punto de vista presupuestario y así no necesite recurrir a las transferencias y
créditos blandos de la Troika. El propio Varoufakis lleva años reclamando una "Alemania hegemónica para Europa". Lean: "Europa necesita una Alemania dispuesta a
convertirse en hegemónica y Alemania también lo necesita (…) Una Alemania
hegemónica encontraría vías para canalizar sus enormes volúmenes de ahorro
ocioso en inversiones productivas para la periferia". Lo que molesta a Tsipras y
Varoufakis no es que Alemania quiera implicarse demasiado en la economía griega,
sino que quiera implicarse demasiado poco, apenas garantizando la
sostenibilidad a largo plazo de las cuentas públicas del país y su independencia
financiera de la Troika. Ellos quieren una dependencia estructural: convertirse
en un Land alemán más a cambio de que les sustenten el chiringuito
estatal.
3) Según Podemos, Syriza no es la responsable de lo acontecido en Grecia, y
en cambio sí lo son Pasok y Nueva Democracia, las marcas helenas de PSOE y PP.
Nueva Democracia (PP) es responsable por haber inflado el Hiperestado griego
durante los años de la burbuja crediticia y por haber manipulado las
estadísticas oficiales. El Pasok (PSOE) es responsable por haber intentado
mantener esa hipertrofia estatal cogiendo el dinero de la Troika y prometiendo
hacer unas reformas y ajustes que, en realidad, no hacía. Y Syriza (Podemos) es
responsable de plantear un órdago a la Troika para que le permitan seguir con el
desastroso modelo implantado por Nueva Democracia y el Pasok, consistente en
vivir subsidiados por el resto de Europa. Ni la casta ni la neocasta cuestionan
los pilares básicos del consenso estatista griego y, por eso,
todos ellos son responsables de haber abocado a la ruina al país. Syriza
simplemente ha llevado al extremo los excesos irresponsables de sus predecesores
para, amenazando con quebrar y suicidar económicamente al país, conseguir
suficientes concesiones de los Gobiernos europeos como para permitirles
conservar el Estado clientelar y burocratizado que construyeron Nueva Democracia
y el Pasok, y que los ha conducido a la miseria actual.
En suma, Tsipras no reivindica su soberanía para defender a sus pensionistas
y ciudadanos más humildes. En las últimas horas, de hecho, la Troika ha
continuado ablandando su propuesta hasta volverla prácticamente indistinguible
de la de Syriza. El referéndum no pretende dar voz al pueblo, sino convertirse
en una estrategia negociadora para transformar a Grecia en un hipersubvencionado
Länder alemán. Es decir, Tsipras no defiende a pensionistas y
ciudadanos humildes: Grecia utiliza a pensionistas y
ciudadanos humildes –hasta el punto de forzar una congelación de sus ahorros en
el banco y someterlos al riesgo de padecer una quita devaluadora– para lograr
sus objetivos políticos, que no son otros que mantener el Hiperestado
burocratizado y clientelar de Pasok y Nueva Democracia. Como los buenos
secuestradores, ha convertido a su pueblo en rehén para lograr un mayor poder
negociador. No es compasión, sino psicopatía kamikaze. Como en España, la casta
y la neocasta se diferencian poco: Syriza propone lo mismo que Pasok y Nueva
Democracia, pero con más arrojo suicida. Todo o nada: y lo peor es que los
Gobiernos europeos, como en tantas otras ocasiones, pueden terminar cediendo e inmolando a sus contribuyentes para mantener whatever it takes la sacrosanta unión monetaria.
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