Cita clave para el futuro de Grecia. Y entre los participantes en el Eurogrupo que comienzan a llegar a Luxemburgo hay una notable falta de optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo
Cita clave para el futuro de Grecia, ahora que el programa de asistencia expira el 30 de junio y Atenas debe hacer frente a un pago al FMI de 1.600 millones. Y entre los participantes en el Eurogrupo hay una notable falta de optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, afirmó hoy que Grecia tiene que cumplir sus obligaciones financieras con todos sus acreedores porque de otra manera "tendríamos una situación seria".
"No quiero especular sobre qué pasará en caso de (un impago). Grecia tiene que cumplir con todos sus acreedores internacionales, porque de otra manera tendríamos una situación seria", subrayó Dijsselbloem a su llegada a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona. "Pero estoy seguro de que ellos (los griegos), lo comprenden", agregó, al tiempo que señaló no sentirse muy esperanzado sobre los eventuales progresos de la reunión de hoy, en la que el Eurogrupo va a "ver si podemos acercarnos a un acuerdo", que -dijo- requiere de "más pasos del lado griego". El también ministro de Finanzas holandés señaló que se necesita "un acuerdo sólido, que perdure en los próximos años y éste necesita ser creíble para Grecia y para la eurozona", al tiempo que admitió "no estar seguro de si vamos a hacer algún progreso" en la reunión de hoy, aunque sí lo espera.
Mientras, el ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, dijo que presentará las propuestas de Atenas a sus colegas de la zona del euro durante la reunión que se celebra hoy en Luxemburgo, que tienen el "propósito de reemplazar la costosa discordia por un consenso eficaz".
Cunde el pesimismo
Pierre Moscovici, Comisario Europeo de Asuntos Económicos, ha declarado que el encuentro será “muy difícil” pero que espera que todos los participantes se presenten “con la cabeza fría y del deseo político de que (la reunión) sea exitosa”. Moscovici reiteró que el brazo ejecutivo de la Unión Europea hará todo lo posible para que se alcance un acuerdo, pero también reconoció que se empieza a hablar de una posible salida de Grecia del euro, el temido Grexit. “La apuesta es extremadamente arriesgada para el pueblo heleno y para toda Europa”, ha afirmado.
Para algunos líderes europeos, el peligro es muy real. “Hoy hay un 40% de posibilidades de un Grexit. Hoy, desgraciadamente, hay más posibilidades de que se produzca un accidente antes de que se alcance un acuerdo. Y el Gobierno griego parece dispuesto a aceptar este accidente antes de que se llegue a una solución”, afirmaba ayer el expresidente de la Comisión Eurpeoa, José Manuel Durão Barroso, durante una ponencia en Madrid.
Mientras, se suceden las declaraciones que ponen la pelota en el tejado del Ejecutivo de Syriza. El ministro belga de Finanzas, Johan Van Overtveldt, ha afirmado que el resultado del Eurogrupo depende exclusivamente de los griegos. “Si hay propuestas razonables, desde luego que las dicutiremos”, ha comentado.
En la misma línea se manifestó hoy la canciller alemana Angela Merkel, quien acusó a Grecia de incumplir sus promesas a pesar de haber obtenido una “ayuda sin precedentes”. Merkel aseguró que "cuando hay voluntad, se encuentra el camino" y se mostró convencida de que si las autoridades políticas griegas muestra esa voluntad "todavía es posible una acuerdo", manifestó en una comparecencia en el Bundestag (Cámara Baja alemana) previa a la reunión hoy del Eurogrupo y a la del Consejo Europeo, que se celebrará la próxima semana. El acuerdo con las instituciones -la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- sentará las bases necesarias para que el Eurogrupo tome una decisión y también el Bundestag, que debe refrendar el pacto, recordó Merkel.
Por su parte, la directora general del FMI, Christine Lagarde, advirtió hoy de que no hay un "periodo de gracia" después de la fecha límite en la que Atenas tiene que hacer frente a un pago de 1.600 millones de euros al FMI, el 30 de junio, y que es posible que el país incurra a partir del 1 de julio en atrasos con la institución
No obstante, los primeros espadas de Syriza no han dado motivos para el optimismo. Mientras el FMI insta a Grecia una vez más a reformar su sistema de pensiones -pero sin recortar las más bajas-, el primer ministro Alexis Tsipras defiende en un artículo publicado hoy en el diario germano Der Tagesspiegel el mantenimiento del sistema nacional de pensiones, una de las claves en la negociación con los acreedores, al tiempo que acusa de "mentir" a quienes afirman que el contribuyente alemán asume el grueso de la carga de la deuda griega.
“Alemania no carga con el grueso de la deuda"
Según Tsipras, "los problemas más graves en los fondos de pensiones son resultado de la drástica disminución de los ingresos en los últimos años". Esta situación, agrega, es consecuencia de los recortes, por los que las aportaciones a los fondos de pensiones se han visto reducidas en 25.000 millones de euros, así como de la caída de las cotizaciones a la seguridad social a causa del fuerte aumento del desempleo y las reducciones salariales.
"El problema no está en el gasto, sino en los ingresos", reitera antes de subrayar que el sistema de pensiones griego constituía una "forma institucionalizada de solidaridad generacional" que se ha revertido, ya que en estos momentos en muchas familias la pensión es la única fuente de ingresos de una familia "En un país donde el 25% de la población está desempleada, en el que la mitad de sus jóvenes no tienen trabajo, la insistencia ciega en los recortes no puede traer otra cosa que un recrudecimiento de la ya de por sí dramática situación social", advierte.
El Gobierno griego está decidido a mantener el sistema de pensiones, para lo que ha presentado propuestas concretas, "expuestas al detalle" a las instituciones acreedoras. A su juicio, para garantizar la sostenibilidad y supervivencia del sistema de pensiones es necesaria "una perspectiva a largo plazo" y no puede quedar supeditada a criterios presupuestarios restrictivos.
Tsipras señala que su artículo tiene como objetivo "rectificar un mito muy extendido": "Miente todo aquel que afirma que el contribuyente alemán costea los salarios, los subsidios y las pensiones de los griegos". Pretende ilustrar, además, cómo "la ofensiva de recortes de los últimos años no han conducido más que a una recesión que agrava los problemas". Además, se muestra indignado con las constantes comparaciones con Alemania "que inducen a error" y señala que si el gasto público griego para subsidios y pensiones aumentó del 11,7% del PIB en 2007 al 16,2% en 2013, se debe a una reducción del rendimiento económico del país y no a un aumento de las sumas destinadas a estas partidas. A ello se suma, añade, que la edad de jubilación se sitúa en Grecia "en contra de lo que se afirma" en los 67 años, con una media de 64,4 años en los hombres y de 64,5 en mujeres.
¿Qué impacto tendría un 'default' de Grecia?
Cuando el pasado día 16 los acreedores y una Grecia al borde de la quiebra suspendieron las negociaciones ante la imposibilidad de cerrar un acuerdo, el término 'Grexit' volvió a situarse en el centro del debate. ¿Cómo reaccionaría el mercado si finalmente se produjese un 'default'? Para Larry McDonald, responsable para EEUU de Société Générale, el escenario sería el siguiente: inversores dándose a la fuga y trasladando sus activos en riesgo a territorios más seguros. “Si hay default, veremos una caída de entre el 5 y el 10% en los mercados estadounidenses durante unos tres meses”, afirma en una entrevista con Trading Nation. “También, probablemente, veríamos un dólar más fuerte”, añadió.
Boris Schlossberg, operador de divisas de BK Asset Management, añade que “habrá ciertos flujos hacia el dólar para buscar seguridad”, pero sostiene que el impacto en los mercados financieros no sería especialmente peligroso. “Han sido capaces de sortear la mayor parte de los problemas relacionados con Grecia. El país es solo una pequeña parte de la eurozona. También creo que el BCE daría un paso adelante y pondría en circulación una tremenda cantidad de liquidez para asegurarse de que no se produce un efecto contagio”, explica a la CBSC.
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