El pulso entre la troika y Grecia sube de volumen. El Gobierno de Tsipras ha convocado un referéndum para ganar tiempo ante la UE y la propia dirección crítica de Syriza. El FMI no cobrará el 30 de junio
CARLOS SÁNCHEZ
El pulso entre la troika y el Gobierno griego sube de tono. El Ejecutivo heleno ha anunciado la convocatoria de un referéndum que debe celebrarse en poco más de un semana, el próximo 5 de julio, sobre la última propuesta del BCE, la Comisión Europea y el FMI, que supone una aumento del IVA y un recorte de las pensiones a cambio de mayor flexibilidad en el proceso de reducción del déficit público.
La convocatoria fue anunciada por el primer ministro Tsipras al filo de la medianoche, después de que el Gobierno se reuniera de urgencia en la tarde de este viernes tras el enésimo fracaso en Bruselas. La consulta se realizará el domingo 5 de julio y la pregunta será 'sí' o 'no' a las últimas propuestas de los acreedores", aseguró el primer ministro heleno.
El propio Tsipras ha sugerido que su Gobierno apoyará el ‘no’, habida cuenta de que ayer en su mensaje a la nación dijo que las propuestas de la troika son inaceptables, aunque aseguró que respetará cualquiera que sea la voluntad del pueblo. El dirigente griego añadió este viernes que enviará a las instituciones europeas una carta en la que solicitará un aplazamiento de "unos días" de la actual prórroga del rescate que vence el próximo martes, para que los ciudadanos puedan "decidir sin presión".
"Quiero que en esta cuestión respondan con orgullo y responsabilidad", dijo Tsipras quien añadió que "Grecia necesita enviar un mensaje de democracia hacia Europa".
En su dramático mensaje a la nación, Tsipras dijo: "Las propuestas violanclaramente las normas europeas y los derechos fundamentales al trabajo, la igualdad y la dignidad, y muestran que el propósito de algunos de los socios y las instituciones no era un acuerdo viable para todas las partes, sino, posiblemente, la humillación de todo un pueblo”, aseguró el primer ministro heleno.
Tsipras dijo que había informado a los líderes de Francia, Alemania y al presidente del BCE, Mario Draghi, sobre la decisión. "Les pedí que extender nuestro rescate actual por unos días para que este proceso democrático pudiera tener lugar", aseguró.
Los griegos deben decidir si aceptan rechazar aumentos de impuestos y recortes de pensiones por importe de unos 8.000 millones (alrededor del 4,4% del PIB) que la UE, el BCE y el Fondo Monetario Internacional han puesto como condición para liberar los fondos de rescate que el país necesita desesperadamente. El Programa de rescate actual de Grecia, ya prorrogado una vez, expira el 30 de junio.
El gran temor ahora es lo que sucederá el lunes cuando abran los bancos si el BCE deja de suministrar la liquidez de emergencia. La principal discrepancia radica en que mientras Tsipras propone aumentar las cotizaciones para compensar el déficit de la Seguridad Social, la troika reclama nuevos recortes en un país en el que, según Yanis Varufakis, un millón de familias vive de la pensión de los jubilados.
Con el referéndum, Tsipras pretende ganar tiempo, pero también protegerse detrás de la soberanía popular y evitar el enorme coste político que tendría para Syriza aceptar la propuesta de la troika, aunque con suavizaciones, en contra de la opinión del pueblo griego. De esta manera, salvaría su posición y evitaría convocar unas nuevas elecciones, como se ha rumoreado en las últimas semanas.
Igualmente, con esta maniobra, el propio Tsipras salvaría su posición dentro de Syriza, donde el ala izquierda del partido ha rechazado de plano las últimas propuestas de las instituciones. El enfrentamiento en la dirección de Syriza es de tal calibre que el propio Tsipras podría quedar en minoría, algo que podría explicar su interés en acudir al voto popular.
Una vieja amenaza
La convocatoria de un referéndum no es, en absoluto, nueva. De hecho, hace poco más de un mes el ministro de Hacienda alemán, Wolfgang Schäuble, se mostró partidario de la idea. «Podría ser incluso una medida útil para que el pueblo griego decida si está dispuesto a aceptar lo que es necesario o si quiere algo diferente», señaló a la entrada del Eurogrupo de mayo.
El exprimer ministro Papandreu amenazó en su día con la celebración de otro referéndum cuando se discutía el primer plan de rescate de Grecia.
(Reuters)
(Reuters)
La respuesta de Tsipras se produjo después de que este viernes la reunión extraordinaria del Eurogrupo acabara en un nuevo fracaso. Hasta el punto de que la espinosa cuestión helena ni siquiera se abordó de una manera formal en el Consejo Europeo de Bruselas, donde se reúnen los jefes de Estado y de Gobierno.
Tras el Eurogrupo, los socios de la Eurozona advirtieron a Atenas que tenía hasta el fin de semana para dar una respuesta convincente. El Eurogrupo, de hecho, volverá a reunirse este sábado, si bien la convocatoria del referéndum puede alterar los planes.
Con este movimiento, lo que logra Tsipras es ganar tiempo y sortear la fecha del 30 de junio, que es cuando debe devolver al FMI casi 1.600 millones de euros.
Si no lo hace, Grecia no entrará, sin embargo, en default, toda vez que los procesos burocráticos del Fondo exigen un periodo adicional de casi un mes. La fecha más peliaguda para Atenas sigue siendo la del 20 de julio, que es cuando Grecia debe devolver 3.500 millones al BCE, que si no los recibe debería cerrar el flujo de liquidez a la banca griega, incluidos los fondos de emergencia de la ELA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario