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miércoles, 10 de junio de 2015

La economía griega sigue abocada a incurrir en un impago dentro del euro

La primera fecha crucial será el próximo 30 de junio
grecia euro derretido -
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha retrasado de facto el impago de Grecia al permitir que el país active la cláusula de Zambia, es decir, juntar los cuatro pagos previstos en junio en un solo desembolso a final de mes, por 1.600 millones. Una dilación que en modo alguno conjura el peligro de default, pues en julio y agosto Atenas debe devolver al Banco Central Europeo (BCE) 3.500 y 3.200 millones, respectivamente, además de 628 millones al FMI. Y no tiene liquidez.

En tal panorama, entre los analistas y medios políticos cobra fuerza otro escenario: el impago dentro de la Unión Monetaria, esto es, que Grecia decida no pagar préstamos antes del verano, haga un corralito que evite fuga de capitales y negocie quitas, sin salir del euro.
 
"Que Grecia suspenda pagos no implica irse de la eurozona. Se podría hacer un pool con los acreedores y negociar una salida política", sostiene Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket. Según él, Atenas no puede acceder a las pretensiones de la UE en materia laboral y de pensiones, lo que la aboca a la suspensión, pero Bruselas tampoco se atreve a expulsarla, por los posibles contagios.
 
Fuera de España, también Gilles Moec, economista de Bank of America Merrill Lynch para Europa, estima que Grecia podría seguir en el euro tras el impago, "siempre y cuando se alcance un acuerdo con los acreedores poco después". Sin liquidez, "Atenas deberá emitir pagarés, pero esto no será sostenible".
 
Primera fecha crucial: 30 de junio, fin del rescate y pago al FMI
 
Si a finales de mes Grecia no paga los 1.600 millones debidos al FMI, la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, podría alargar hasta mediados de agosto la declaración oficial de impago griego. En ese mes y medio, lo razonable es que continúen las negociaciones políticas entre Atenas, el BCE, el FMI y la Comisión Europea, en el sentido de retrasar pagos, mayores reformas por parte griega, nuevas condiciones de rescate, etc. Expertos en finanzas internacionales subrayan que a ninguna de las partes les conviene una ruptura.
 
Momento crítico: antes de finales de julio, posible impago al BCE
 
Aunque en junio Grecia logre pagar al FMI, el tiempo corre en su contra: antes de finales de julio debe devolver 452 millones al FMI y 3.500 millones al BCE. El vacío legal existente hace imposible prever qué sucedería si Atenas no cumple con el Banco Central Europeo. No obstante, expertos en finanzas internacionales insisten en que la solución y las medidas serían siempre políticas. Tanto el Fondo Monetario como el BCE han negado la posibilidad de una quita de deuda helena, pero la realidad es que Bruselas necesita tiempo para convencer a Grecia de que acepte más reformas, y el Ejecutivo de Alexis Tsipras precisa ganar tiempo.
 
El BCE no cortará la liquidez de urgencia a la banca griega
 
Aun en el caso de impago al BCE, los bancos griegos seguirían recibiendo la liquidez de urgencia a través del ELA, opinan los analistas, pues lo contrario supondría colapsar el sistema financiero griego, sería un drama para los ciudadanos helenos, dinamitaría los puentes con el Gobierno de Tsipras y encendería el efecto contagio.
 
¿Qué pasa si Tsirpas lanza un órdago vía referéndum y 'Grexit'?
 
En paralelo a la negociación política, el Ejecutivo griego podría lanzar un órdago, en forma de referéndum para que el pueblo decida si claudica ante Bruselas o se procede a una salida del euro. Los analistas consultados por elEconomista advierten de que tal salida sería tremendamente compleja y habría de hacerse de forma escalonada, en interés propio de la eurozona y de la propia Grecia. Hay que crear todo un nuevo marco jurídico, revisar el sistema contractual y crear instituciones monetarias propias.
 
Y advierten de que, si toda diplomacia falla y Grecia va a una salida desordenada del euro, el primero y casi único en cobrar sería el Fondo Monetario, la única institución en la que Atenas podría apoyarse en un futuro fuera del euro.
 
La quita europea, si la hubiera, sería vía negociación por países
 
Los compromisos totales de Grecia con el BCE son de unos 220.000 millones de euros, que para el país son impagables, pero en el balance del BCE son un mero apunte contable. De nuevo, la solución sería política, y las quitas de deuda, si las hubiera, deberían ser negociadas por los países miembros afectados. El BCE no puede ni acepta quitas.
 
Sin pacto oficial, 'corralito', control de capital y cierre de bancos
 
Sin un acuerdo oficial, Grecia se vería obligada a imponer controles de capital, cerrar bancos y salir del euro. En dicha situación, el BCE afrontaría pérdidas. La exposición total de la eurozona a la economía helena asciende a 320.000 millones. "Las implicaciones para los bonos de deuda del Gobierno griego dependen de cómo se desarrollen los acontecimientos, dicho esto, el valor de los bancos griegos podría ser cercano a cero", estima Gilles Moec, de Bank of America Merrill Lynch.




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