Buscar este blog

lunes, 15 de junio de 2015

Juncker se declara "decepcionado" y dice que sólo se volverá a negociar si Grecia presenta nuevas propuestas

 
 
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, está "decepcionado" por la falta de avances en las negociaciones con Grecia sobre el rescate, cuya última ronda se celebró este fin de semana, pese a sus "grandes esfuerzos" para facilitar el diálogo. Juncker sólo aceptará volver a la mesa de negociaciones si Atenas presenta nuevas propuestas "serias" en materia de reformas que respondan a las exigencias de sus acreedores. La incertidumbre pesa sobre la bolsa de Grecia que registra hoy fuertes descensos.

Juncker ha hecho este fin de semana "un último intento de encontrar una solución" con Grecia que permitiera una evaluación positiva de la troika a tiempo para el Eurogrupo del 18 de junio, según ha explicado su portavoz, Margaritis Schinas. Las negociaciones se celebraron el sábado y domingo en Bruselas a través de representantes personales del propio Juncker y del primer ministro griego, Alexis Tsipras, y en estrecho contacto con el BCE y el FMI.
 
"Aunque se hicieron algunos progresos, las conversaciones no tuvieron éxito, ya que sigue habiendo una brecha significativa entre los planes griegos y las exigencias conjuntas de las instituciones", ha dicho el portavoz. "El presidente Juncker está decepcionado de que, pese a sus grandes esfuerzos para facilitar los progresos en estas negociaciones, los avances no fueron tan evidentes", ha resaltado.
"Si hay algo nuevo, estaremos muy felices de contribuir en tanto que mediadores para hacer avanzar las conversaciones", ha apuntado Schinas. Pero la Comisión deja toda la responsabilidad en manos de Atenas, ya que no volverá a dialogar hasta que reciba una "propuesta seria" del Gobierno de Syriza.
Tsipras se comprometió con Juncker durante la última reunión que mantuvieron el jueves pasado a presentar de inmediato nuevas propuestas en materia de reforma. Pero las propuestas no llegaron, y los negociadores griegos contactaron el viernes con la Comisión para decir que no querían enviar el plan por correo electrónico ni discutirlo por teléfono por temor a filtraciones. Por ello solicitaron una reunión secreta durante el fin de semana en Bruselas. El encuentro se filtró de inmediato a la prensa helena, según relatan fuentes comunitarias.
Los negociadores griegos llegaron una hora tarde a la reunión sin ningún papel. El Ejecutivo comunitario había convocado también a negociadores del BCE y del FMI en un intento de cerrar un acuerdo, pero sin documentos era imposible. A última hora de la tarde, los griegos presentaron una tabla con cifras que se limitaba a repetir sus últimas propuestas que los acreedores ya habían tachado de insuficientes para garantizar la sostenibilidad fiscal del país.
Los representantes de Juncker convocaron a los griegos a un nuevo encuentro el domingo exigiéndoles nuevas propuestas. Pero los negociadores de Tsipras volvieron a llegar tarde y con el mismo papel que el día anterior, por lo que la Comisión concluyó de inmediato el encuentro por considerar que no había base para avanzar.

El FMI exige decisiones difíciles

De lado del FMI, el economista jefe, Olivier Blanchard, ha afirmado que para que Grecia y sus acreedores lleguen a un acuerdo "creíble" es necesario que ambas partes adopten decisiones y compromisos "difíciles".
En una entrada en el blog del FMI, Blanchard, que abandonará su cargo el próximo 30 de septiembre, destaca que una reducción de los objetivos de superávit primario llevará a un ajuste fiscal y económico menos doloroso para Grecia, pero exigirá también más financiación externa y alivio de la deuda por parte de sus acreedores. Mientras, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, consideró que "tenemos que empezar de cero con el plan de rescate de Grecia, hacer tabla rasa".
En este sentido, el FMI acepta que existe un "límite" en lo que Grecia puede hacer, pero también hay un límite en cuanto a financiación y alivio de la deuda que están dispuestos a aceptar los acreedores. Por ello, incide en que para que un acuerdo en este sentido sea "eficaz y creíble" es necesario que cumpla dos condiciones, una por parte de Grecia y otra por parte de sus acreedores.

Un Grexit inmediato y la falta de tiempo

Otras voces se muestran aún más críticas con la situación de Grecia. El director saliente del instituto de estudios económicos IFO de Múnich, Hans-Werner Sinn, considera que la salida de Grecia de la Eurozona sería la mejor solución para la crisis helena y rechaza una prolongación de los programas de rescate que considera fracasados.
"El experimento ha fracasado y no tiene sentido prolongarlo", señaló hoy Sinn en Berlín durante la presentación de un estudio suyo titulado 'La tragedia griega'.
El estudio constata que Grecia ha recibido de los fondos de rescate más de 3.500 millones de euros pese a lo cual la cuota de desempleo, lejos de bajar, se ha duplicado con respecto al momento en que empezaron las ayudas.
Por su parte, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, advirtió a Grecia de que el tiempo se acaba y de que el peligro de una quiebra es cada vez mayor. "El tiempo expira, la probabilidad de que no se encuentre una solución aumenta de día en día", dijo Weidmann en un simposio del Bundesbank sobre servicios de pagos en Alemania en 2015. "Parece que falta disposición de llegar a un acuerdo", según el presidente del Bundesbank.



No hay comentarios:

Publicar un comentario