Jesse Livermore fue uno de los grandes especuladores de Wall Street de principios de siglo XX. Inteligente, pícaro, desconfiado, y en algunas ocasiones, soberbio. Aunque muchos sólo lo recuerdan por su final trágico, la vida de este especulador se merece más de un libro.
Los espectadores del nuevo siglo debemos ser agradecidos con Edwin Lefèvre; el autor encargado de relatar las jornadas frenéticas de la bolsa de Nueva York, quién también fue el responsable de escribir el libro “Memorias de un operador de bolsa“. También inversor, Lefèvre usó sus mejores trucos de la crónica periodística para relatar la historia del mejor especulador de bolsa de todos los tiempos, quien bautizó como Larry Livingstone.
A través de su escrito el autor revive la época dorada de las casas de apuestas, en Estados Unidos, la fiebre especuladora de principios de siglo, el recorrido de las cotizaciones por el ticker y las pizarras llenas, a rebozar, de números que representaban pequeñas porciones de grandes empresas. Los viejos tiempos de los grandes magnates del petroleo, como John D. Rockefeller, y también de los respetables banqueros, amos y señores de las finanzas.Edwin Lefèvre no sólo hace una recuperación de eventos pasados, como de la guerra de Cuba, el ambiente que se respiraba entre las grandes guerras y la crisis económica de principios de siglo. El autor refleja el carácter del especulador puro: Un individuo que calcula exactamente las probabilidades y apuesta en función de sus conocimientos y su experiencia. Livermore aprendió a confiar en sus habilidades. Reconocía las trampas de los mercados, no creía en las informaciones “fidedignas” y sabía que la culpa no era siempre de las cotizaciones.
Livermore fue una bestia de los mercados financieros. Temido o venerado, no había un término medio para definirlo. Los inversores, y la prensa de la época, le atribuyeron desastres bursátiles y pérdidas millonarias. Algunas veces, sin causa fundada. Irónicamente, en aquellos tiempos la culpa ya era del especulador.
“Memorias de un operador de bolsa” es un libro de lectura obligatoria. Para los que quieran especular y los que quieran aprender a invertir. O para los que quieran, simplemente, pasar un buen rato.
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